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miércoles, 20 de noviembre de 2024

Monográfico Bakalář

Bakalář es una marca muy conocida en República Checa (o Chequia, nunca me queda claro cuál es el nombre correcto), y que sin embargo fuera de sus fronteras se encuentra con cuentagotas. Se elabora en Pivovar Rakovník, en la ciudad del mismo nombre, que se encuentra en la región checa de Bohemia, de gran importancia en el mundo cervecero. La elaboración de cerveza en esta ciudad se remonta al siglo XV, cuando Ladislav Pohrobek o Holec, rey de Hungría y Bohemia y Duque de Austria, otorgó a la ciudad el "Mílové Právo" (Derecho de Milla), que garantizaba a los artesanos gremiales el monopolio de venta de sus productos en un radio de una milla alrededor de la localidad.

Tras la II Guerra Mundial fue nacionalizada y formó parte de varias empresas nacionales, hasta que en 1991, con la disolución de la URSS, fue privatizada. Esto tuvo un fuerte impacto en el negocio, teniendo que cerrar en 1997, y hasta 2004 no se volvió a elaborar cerveza en Rakovník, tras su adquisición por NT-Retex. En esta década cambió de manos entre grupos internacionales en varias ocasiones, sin que quede muy claro quienes son los actuales propietarios, y sin embargo afirman ser una de las pocas cerveceras industriales independientes que quedan en este país, afirmación un tanto cuestionable.

Su lema es "Unus papa Romae, unus portus Anconae, una turris Cremonae, una ceres Raconae" (Un Papa en roma, un puerto en Ancona, una torre en Cremona, una cerveza en Rakovník). En la actualidad se producen 4 marcas en esta fábrica: Bakalář, con 9 referencias distintas, Černovar Světlé y Černé, Pražačka, destinada a la exportación, y Staročeské. Y aquí presento unas cuantas:

Bakalář Medový Speciál: Pilsner con miel de los bosques de Krivoklat añadida, que es capaz de dar un rol importante a este ingrediente pero sin eliminar el resto del conjunto. Es intensa, predomina el dulce pero el cereal está también muy presente, tiene bastante cuerpo y da una sensación oleosa. Una Märzen un tanto especial.

Bakalář Světlý Ležák: sabrosa, bien cargada de cereal, pero fresca y de trago fácil. Gracias a una carga de lúpulo generosa termina en un amargor herbal y mineral bastante marcado. Perfecta compañera para el final de una tarde de primavera, a ser posible al aire libre.

- Bakalář Tmavá Desítka: de trago ligero pero con un sabor muy potente, en el que rebosa el torrefacto y el regaliz negro, llegando a coquetear con el ahumado. Una cerveza muy curiosa, hacía tiempo que no probaba nada que se le pareciese, y que me ha gustado mucho.

- Bakalář Za Studena Chmelený: cerveza estupenda, dry-hopping de Saaz a partir de una lager checa. Buena base de malta, cuerpo contundente, y una intensa mineralidad, envuelta en hierba recién cortada, que el aporta el lúpulo. Fresca, afilada, si alguien quiere saber exactamente como sabe el lúpulo Saaz, no hay mejor oportunidad. 

Pražačka: poca espuma, poco aroma, y un dulzor artificial como de sirope que se acompaña a una ración de lúpulo sorprendentemente generosa. Está claro que es la línea modesta de la fábrica, no la recomiendo en absoluto. 

Por supuesto que hay mejores marcas en República Checa, no hay más que leer el blog de Pivní Filosof para asomarse a ese mundo inabarcable. Sin embargo, creo que Bakalář es una buena representante de las cervezas de este país que permite que los más neófitos nos hagamos a la idea de sus estilos.

jueves, 3 de octubre de 2024

Monográfico Drei Kronen

A pesar de su etiqueta de diseño moderno, la cervecera francona Drei Kronen tiene poco de reciente puesto que se fundo hace más de medio milenio, en el año 1457. Sus instalaciones se encuentran en el centro de Memmelsdorf, localidad escasos kilómetros al este de Bamberg de tan solo 3000 habitantes pero dos fábricas de cerveza; Höhn Brauerei se llama la segunda.

Los actuales responsables de la fábrica son el matrimonio formado por Isabella Straub (ahora Mereien) y Markus Mereien, al mando desde 2016, siendo la 4º generación de esta familia. Elaboran sus cervezas de acuerdo a la estática Reinheitsgebot, pero tienen algunas recetas más modernas, dado que no son impermeables a las infuencias más recientes. 

Como muchas cerveceras de esta región, cuenta también con un restaurante donde se pueden acompañar sus cervezas de deliciosa comida tradicional, que por desgracia no visité cuando estuve por la zona hace unos años, así como un alojamiento, Frankenhotel Drei Kronen. En España sus cervezas son difíciles de encontrar, y yo las conseguí gracias a Bierothek, además a un módico precio:

- Drei Kronen 1457 Lager: cerveza densa y cremosa, inesperadamente tostada. Tiene una estructura impecable, está bien cargada de cereal, el lúpulo noble juega su papel con elegancia al final, y el sabor se mantiene entre un trago y el siguiente. No lo pone por ningún sitio pero yo a esto lo llamaría Kellerbier, y además de las muy alto nivel.

 - Drei Kronen Lotte Fränkisch Hell: clara para incluso para una Helles, de un color amarillo pajizo y bastante turbia. Cerveza muy sabrosa, repleta de malta y cereales, bien equilibrada... es casi una lástima que venga en botella de 500 ml, se hacen cortos.

- Drei Kronen Stöffla Rauchbier: el humo no pasa desapercibido, con una base de caramelo, pero mantiene un frescor herbal que se infiltra al final en el ahumado, quedando una Rauchbier potente pero de trago fácil. Exquisita, una versión lupulada de Weichsel de Schlenkerla.

Esta fue mi primera experiencia con la marca y, la verdad, salí impresionado. Sin salirse de los estilos tradicionales, al menos en estos tres ejemplos, han conseguido crear unas cervezas que destacan entre las otras cervezas franconas, a pesar de que el nivel de esta zona es altísimo. Para repetir tantas veces como se pueda.

lunes, 1 de julio de 2024

Monográfico Colmo

Mireia Rodríguez y Manuel Gutiérrez viven en Piornedo, una pintoresca aldea de apenas 40 habitantes de la comarca de Los Ancares, en Lugo. En esta zona es tradicional el cultivo del centeno; por supuesto el grano se consume, pero también se aprovecha la paja para los techos de las edificaciones, y a los atados se les llama "Colmos". Este término es el que han elegido, en clara referencia a las tradiciones de la zona, para nombrar su marca de cervezas.


Cervezas Colmo se fundó en el año 2019, y es un proyecto atípico ya que todas las cervezas cuentan con centeno entre sus ingredientes, cultivado además en Los Ancares, en Vilarello de Donís. Fue el padre de Mireia, Manolo, quien empezó a cultivar este cereal, y sigue colaborando en la cosecha y la separación del grano. El malteado del cereal se realiza en Micromaltería Grannaria, y las cervezas se elaboran en la fábrica de Milana, en Valladolid. Su primera creación fue Ancares Rye IPA, elaborada por primera vez el 23 de diciembre de 2019, y le han seguido otras tres. Algunas de ellas llegaron a mis manos por cortesía de mi hermano Nacho:

- Colmo Ancares Rye IPA: IPA fresca y punzante, y un elemento es interesante es que a este frescor contribuye no sólo el lúpulo sino también el centeno, que aporta sus características notas cítricas. Es de trago fácil aunque tiene bastante carga de cereal y con una textura sedosa especialmente agradable. Una cerveza estupenda y peculiar, marcando la diferencia con la mayor parte de las IPA.

- Colmo Mallega Hazy Session Rye IPA: de un color pajizo, es hazy, eso no cabe duda. Tremendamente aromática, cítricos y frutas de hueso lo que más destaca, también algo de miel. En boca entra fresca y afilada, aunque mantiene una base de malta. Aquí los cítricos dominan con claridad, con una carbonatación que llega a hacer cosquillas, llegando a recordar a comprimidos efervescentes, y contribuye a la sensación de frescor.

- Colmo Teita Rye Lager: una cerveza delicada tanto de aroma como de sabor, de trago muy largo, con un suave punto de acidez proveniente del centeno. La verdad es que al principio quizá deja un poco frío, pero luego compruebas el ritmo al que se vacía el vaso y da pena que no venga en botella de medio litro. Creo que es un buen trabajo, como para beber en el día a día, que al fin y al cabo debería ser el objetivo de una cerveza.


Reconozco que las probé con cierto escepticismo, no son pocas las marcas que he probado que llevan como estandarte el vínculo con su región y que al final no ofrecen más que eso. Sin embargo este no es el caso en absoluto: las de Colmo son muy buenas cervezas, las referencias son todas muy originales pero disfrutables por el público general, y el utilizar el centeno de los Ancares les aporta además un carácter diferencial respecto a las demás fábricas nacionales. Recomendadas, sin duda.

Para más datos, muy aconsejables las dos entradas de Birras y Quesos: Teita Rye Lager y Mallega Hazy Session Rye IPA.

viernes, 12 de enero de 2024

Monográfico Weiherer

Tras varios años dando la tabarra con las cervezas franconas (¿he comentado ya que me parecen excelentes?) tocaba hacer un monográfico de alguna fábrica de esta zona, cosa nada fácil porque es raro verlas fuera de su zona. Por suerte, entre que uno de los lotes de La Vinoteca de Pamplona incluía 5 referencias de Weiherer y que yo tenía también alguna botella en la despensa, al final me ha quedado un número bastante razonable para el artículo con esta marca.

Kundmuller no se encuentra entre las cerveceras más conocidas de Franconia, aunque sí entre las que tienen un repertorio más amplio. Fue fundada en 1874 por Michael Bayer en Viereth-Trunstadt, en la Alta Franconia, más concretamente en la aldea de Weiher, que da nombre a la marca. En el año 1908 la empresa fue adquirida por Michael Grunthäler, y sigue en manos de la familia desde entonces aunque bajo el nombre Kundmuller debido a que la nieta de Michael, Anna Grunthäler, se casó con Erwin Kundmuller en los años 60 y pasaron a hacerse cargo del negocio, tanto la cervecera como la taberna. 

El maestro cervecero actualmente es Roland Kundmüller, quien se incorporó al negocio familiar en 1989. Entonces la única cerveza que se elaboraba en la fábrica era Weiherer Lager, y sólamente estaba disponible de grifo. Fue él quien introdujo la deliciosa Weiherer Bock, y en 1997 además empezaron a embotellar las cervezas, lo que evidentemente ha favorecido la expansión de la marca.

Los años siguientes supusieron un importante salto para la cervecera, tanto a nivel cuantitativo como cualitativo. Respecto a lo primero, progresivamente se han incorporado nuevas referencias a su catálogo hasta alcanzar un total de 26 cervezas distintas, 13 de estilos tradicionales incluyendo alguna con certificación ecológica, y 13 de orientación más moderna o utilizando técnicas e inspiraciones ajenas a la tradición cervecera francona. Y en cuanto a calidad, esto se ha reflejado en el gran número de galardones que han recibido sus cervezas, 13 premios del World Beer Awards y 11 del International Craft Beer Award tan sólo en el año 2021.




- Weiherer Bock: potente, densa y acaramelada, una cerveza perfecta para los meses más fríos del año, aunque una segunda jarra nos puede poner en apuros. No es difícil encontrar Maibock o Doppelbock en España, sin embargo Bock a secas no es tan frecuente, y es una pena. 

- Weiherer Hopfenweizen: a pesar del nombre no hay que esperar una cerveza como la TAP5 de Schneider Weisse, sino más bien una Hefe-Weißbier algo más cargada de lúpulo, con claros recuerdos tropicales y de fruta de hueso, pero alejarse excesivamente de la línea clásica. Muy refrescante y nada estridente, para repetir mil veces.

- Weiherer India Pale Ale: los alemanes son incapaces de escapar al equilibrio y, aunque han elaborado una IPA, compensan con toneladas de malta el exceso de lúpulo. Así, queda una cerveza muy sabrosa y rotunda, con intensas notas resinosas y herbales que levantan el trago. Posiblemente la IPA más maltosa que he probado hasta la fecha, una maravilla.

- Weiherer Keller: tan aromática como sabrosa, toneladas de malta, cereales, miel y levadura anegan los sentidos. Aún así, gracias a la importante carga de lúpulo, especialmente fresco, es capaz de mantener una ligereza, una facilidad de trago, que permitiría beberse varias jarras sin sufrir. Fantástica.

- Weiherer Keller Märzen: una cerveza muy delicada, algo acaramelada como le corresponde a una Märzen y con la textura sedosa propia de una Kellerbier. Termina en un final rebosante de miel y flores que casa muy bien con el estilo de la cerveza.

- Weiherer Keller Pils: refrescante y sabrosa, pero quizá de las que menos me han enganchado. Poco punzante para una Pils, demasiado ligera para una Keller, no me acaba de encajar con ninguno de los dos estilos.

 - Weiherer Kräusen Hell: cuenta con las virtudes tanto de las Helles y de las Kellerbier, y todo ello bien empapado en malta por si las moscas. Además la técnica Kräusen la hace especialmente refrescante y fácil de beber. 

- Weiherer Os-Alt: hace ya tiempo que no tomo ninguna Alt de Düsseldorf, pero esta cerveza me ha llevado de cabeza a esta ciudad. Sabrosa, de tostado delicado y con un punto más de lúpulo y de gas que una Rotbier de Nuremberg, me ha parecido estupenda para cualquier época del año.

- Weiherer Pils: llama la atención su color dorado pálido, más claro de lo habitual. Con el primer sorbo uno se encuentra una Lager fresca, chispeante, con un lúpulo enredón, punzante, que no te distrae de la conversación pero que en soledad permite entretenerse. Medio litro es poco.

- Weiherer Rauch: multipremiada Rauchbier, menos oscura que referencias populares como la de Spezial o Schlenkerla, y con una intensidad del ahumado entre estas dos. Muy redonda y equilibrada, el humo está perfectamente integrado entre el resto de matices. 

- Weiherer Rauchbock: la calidez de la malta envuelve al ahumado, más de madera en el aroma y que recuerda a la carne a la brasa en el sabor. Cálida y reconfortante, no se me ocurren mejores compañeras para una barbacoa invernal.

- Weiherer Schwärzla: excelente interpretación francona de una Stout, quizá con algo de distancia de las referencias clásicas de este estilo por menor énfasis en el torrefacto, pero con una estructura y un equilibrio para quitarse el sombrero.

- Weiherer Urstöffla: Dunkel muy centrada en el cereal y no tanto en la malta como otras, la importancia de los tostados es evidente e incluso se le puede sacar algo de frutos secos quemados.  Muy sabrosa, sobria y directa.

- Weiherer Weizen Hell: una de las Weißbier más densas y sabrosas que he probado, y también una de las que menos espuma tiene. Muy centrada en el papel de la levadura, con exuberantes notas de plátano, y bien apoyada por la malta, hasta que al final rompe un poco la línea con un amargor herbal claro.   

- Weiherer Zapfendurster: Colaboración con Cervejaria Bamberg de Brasil. Imperial Stout de textura sedosa, sabor potente y aun así paso ligero, como si fuese una lager. Toneladas de torrefacto en forma de regaliz y café negro tanto en nariz como en boca, con un regusto muy largo y reconfortante.


Mi percepción es que es una de las fábricas franconas, e incluso alemanas, más completas. No sólo tiene un repertorio muy amplio, sino que también incorpora algunas referencias más modernas, eso sí, sin perder de vista la tradición alemana, lo que les permite satisfacer a cualquier tipo de amante de la cerveza. Otro aspecto que considero muy favorable es que la estabilidad de la mayor parte de sus elaboraciones, yo siempre agradezco poder tomar con regularidad mis cervezas favoritas y, además, continuar realizando una receta permite afinarla y mejorar el nivel.

viernes, 15 de septiembre de 2023

Monográfico Traunstein Hofbräuhaus

Hace unos meses descubrí con gran pesar que la práctica totalidad de tiendas de cerveza franconas habían dejado de hacer envíos a España, para desgracia de mi ya desfranconizada despensa. Intentando encontrar algún alma caritativa que hubiese decidido seguir enviando sus deliciosos productos a nuestro país me encontré con la web de esta cervecera bávara, hasta ese momento desconocida para mí, y tras hacer cálculos me di cuenta de que podía tener una caja en mi casa a algo menos de 2.5 € la botella, así que me lancé a ello.

La historia de esta fábrica se remonta al siglo XVII, cuando Maximiliano I, Duque de Baviera, ordenó la apertura de la "Weißes Bräuhaus" para paliar la demanda de cerveza. Perteneció a la nobleza y al estado de Baviera hasta el año 1806, cuando el muniqués Frant Reiter la compró, así como los derechos de elaboración de cerveza de trigo, antes regulados y muy limitados.

La cervecera fue adquirida en 1896 por Josef Sailer, propietario de una fábrica en Lauingen, quien se convirtió en el maestro cervecero, mientras que su esposa, "Fanny" Sailer se encargó de la taberna. Desde entonces la empresa ha seguido en manos de esta familia, siendo Maximilian y Birgit Sailer los actuales responsables.

Es una fábrica de corte totalmente clásico, y elaboran únicamente estilos tradicionales alemanes, aunque llegan a las 17 referencias distintas porque incluyen versiones ligeras y sin alcohol de varias de las cervezas. Todas están en formato de medio litro salvo las Bock, y tienen también su Helles en barrica de madera, que uno puede solicitar para tomar en domicilio (te mandan la barrica, sí).

Estas son las que he podido probar:

- Traunstein Dunkel: carácter claramente distinto al de las Dunkel franconas, menos delicada y más rotunda, con un tostado potente que alcanza el torrefacto y roza el humo, sobre una base de caramelo y frutas oscuras. El lúpulo también marcado, herbal y mineral. 

- Traunstein Hefe-Weißbier Dunkel: cerveza muy exuberante, equilibra el dulzor habitual en este estilo de cervezas con una buena carga de tostados y generosidad con los lúpulos, eso sí, sin perder la textura cremosa.. Fantástica, creo que la mejor Dunkelweizen que he tomado hasta la fecha.

- Traunstein Helles: una referencia muy fresca y sabrosa, con una carbonatación viva y quizá algo más lupulada de la cuenta. Me ha resultado cercana a una Pilsener alemana y, pese a gustarme, ha habido otras de la marca que me han parecido mejores. Reconozco de todas maneras que soy de Helles más relajadas.

- Traunstein Keller Trunk: impecable... sabor, estructura, equilibrio, frescor, delicadeza, persistencia. Esta cerveza lo tiene todo, y a pesar de que viene en formato de medio litro se hace corta. Ha sido con diferencia mi favorita del lote.

- Traunstein Pils: ligeramente turbia, algo inhabitual en este estilo. De trago largo, con más cereal que malta y bien lupulada. Pocas Pils más refrescantes he probado en mi vida, la verdad es que me ha encantado.

- Traunstein Weißbier: cuesta atravesar la espuma para alcanzar el líquido, pero una vez que se consigue el esfuerzo merece la pena. Repleta de sabor, redonda y refrescante, fiel compañera para la primavera y el verano. Rica Weizen.


En cierta medida me ha recordado a Andechs, todas las cervezas de muy alto nivel y algunas de ellas excepcionales. Es curioso como, por muy bien que conozca el panorama bávaro, siempre encuentro nuevas marcas, y lo que es mejor, casi siempre merecen la pena. En fin, si sigue siendo posible el envío desde Alemania seguro que estas excelentes cervezas volverán a mi casa en no mucho tiempo.

martes, 1 de agosto de 2023

Monográfico Bar Belge

Hace unos meses en una feria de alimentación de un supermercado nacional vi unas cervezas belgas que no me sonaban de nada, algo que no me pasa con frecuencia. Con el nombre de Bar Belge, contaban con un diseño minimalista y que las hacía fácil de identificar. Sin embargo, tanto por el precio, superior a los 3 €, como por pura desconfianza, las ignoré. Semanas después, ya terminada la feria, el precio había bajado a los 0.5 € y me pareció el momento perfecto para hacer una incursión en esta misteriosa marca.

Misteriosa es el adjetivo perfecto porque la verdad es que la información que hay sobre ella es mínima, incluso en su propia página web. Al final, gracias a algunas entrevistas de medios de comunicación en flamenco descubrí que fue fundada en 2020 por Wouter Casteleyn, y en ella trabaja también su esposa Greetje Demuelenaere como responsable financiera y Kristiaan Ampe. La fábrica se encuentra en Zedelgem, una localidad de 13000 habitantes al sur de Brujas. 

El enfoque que se le ha intentado dar a la marca es el de cerveza gastronómica para restaurantes, desde mi punto de vista una opción un tanto peliaguda dado que hasta la fecha han sido varios los intentos fallidos, y también pretenden marcar una diferencia con el resto de cervezas belgas, aunque no especifican muy bien cómo. Sí que es verdad, no obstante, que sus cervezas ya han recibido varios galardones reconociendo su calidad, entre ellos una medalla de oro en World Beer Awards como mejor cerveza de Bélgica para Bar Bippa en 2022, un bronce en la misma categoría para Bar Belge en 2020, y una plata en el Brussels Beer Challenge en 2021 para Bar Blanche. No está nada mal para llevar tres años en activo.

He podido probar todas las cervezas de su catálogo excepto una sin alcohol llamada Bar Bo. Y esto es lo que me han parecido:

 - Bar Belge: por algún motivo me esperaba una Blonde y no, es una cerveza ámbar. La verdad es que es muy aromática, con mucha presencia de fruta de hueso en nariz, que sin embargo en boca se ve desplazada por el lúpulo, herbal, cítrico y resinoso, ganando en frescor. Mucha influencia de la Costa Oeste veo aquí, y no precisamente de la de Bélgica.

- Bar Bippa: mucha levadura belga y lúpulo americano en aroma, aunque este último tiende a atenuarse un poco en el sabor y el amargor queda más limitado. Al final queda una cerveza redonda, más bien dulzona y con mucha fruta tropical, está rica pero me costaría considerarla una IPA.

- Bar Blanche: de trago largo y bien cargada de cítricos, lo que la hace muy refrescante. No es una Witbier excepcional, y de hecho deja al final del regusto una nota sulfurosa que hace arquear una ceja, pero cumple su cometido holgadamente.

- Bar Brutal: es difícil competir con las referencias clásicas de este estilo, por supuesto me estoy refiriendo a Duvel, tanto en calidad como en precio. En mi opinión esta es un buen ejemplo de las Ale Dorada Fuerte, aunque con un enfoque moderno y donde el lúpulo tiene un papel más relevante que en otras. No obstante creo que mejoraría con más presencia de malta para compensar el alcohol.


La sensación general es algo agridulce; no cabe duda de que son buenas cervezas y cumplen su cometido, pero tampoco aportan nada especial respecto a otras cervezas belgas del mismo estilo. Si un amigo por casualidad saca una botella la tomaría de buena gana, pero no encuentro motivos para volver a comprarlas.

jueves, 27 de abril de 2023

Monográfico Bliksem

Bliksem, que significa "relámpago", es el nombre de una cervecera neerlandesa fuertemente ligada a la música, y en concreto al metal . Este amor por la música más pesada les lleva a elaborar cervezas muy contundentes, y entre sus cervezas habituales la menos alcohólica es una Tripel de 9º, Hemel Vuur. 

Fue fundada en el año 2014 en Breda por Merijn Dietvorst y Sebastiaan van Fessem, aunque la idea surgió en el 2013 durante un concierto de Iron Maiden en Londres. Su primera cerveza salió al mercado en junio de 2015 bajo el nombre "Saison in the Abyss", e inicialmente tan sólo elaboraban 750 litros al mes en otras fábricas locales: De 3 Horne, Ramses, Vandeoirsprong y Breda. 

Desde el año 2020 cuenta con un proyecto conjunto con la cervecera Ramses al que han llamado Brack, y que se financió por crownfunding. Se trata de un local de restauración con 34 tiradores donde se pueden probar las elaboraciones de ambas fábricas, y ocasionalmente disfrutar de algún evento musical. Tiene además una microcervecera de 600 litros que les permite sacar 2-3 nuevas cervezas al mes que venden mayoritariamente en el local.

Como ya comenté en una entrada anterior, cada cerveza viene con una recomendación musical. Sin embargo, además de describirlas me ha parecido divertido hacer una propuesta alternativa, así que allá va:

- Bliksem Abyss: Blonde de aroma seductor, trago especialmente redondo y acaramelado, tan densa como una Weizen alemana. Quizá por el estilo habría sido de las últimas que habría comprado, y sin embargo es una de las que más me ha gustado de la fábrica. Eso sí, Slayer es afilado y rápido (aunque quizá si elección de Seasons in the Abyss lo sea menos), esto necesita algo un poco más reposado y a la vez contundente. ¿Qué tal Heavy Lies The Crown de Orange Goblin

- Bliksem Grom: significa "trueno" en ruso. Es una Imperial Stout de corte dulzón, con abundancia de frutas del bosque, chocolate y vainilla que predominan sobre los tostados. Cálida y golosa, 12.5º de alcohol bien integrados aunque presentes. Lo único que no me encaja es la recomendación musical, para el Black Metal sucio de los primeros discos de Behemoth me pega más una cerveza más áspera. Propongo algo más melódico, por ejemplo la maravillosa Colossus de Borknagar.

- Bliksem Hemel Vuur: Tripel redonda y maltosa, bien cargada de frutas maduras y repostería. Se acerca peligrosamente a un licor aunque no pierde el control ni un minuto... eso sí, los 9º de alcohol se notan, eso no cabe duda. AC/DC me sabe a poco para esta cerveza, yo pensaría en Havukruunu y su gran disco Kelle Surut Soi.

- Bliksem Winter Sabbath: Quadrupel navideña repleta de especias, casi más parecida a un vino dulce o un licor que a una cerveza. De todas formas tiene un sabor profundo, cálido y reconfortante, perfecto para el invierno y, como ya dije, para acompañar el excelente debut de Batuhska: Litourgiya

La verdad es que esta fábrica me ha dado muy buena sensación. Es todo cañero pero bien hecho, no se pierde de vista el equilibrio, y el que sean amantes del metal es un añadido. Se escapa de la tradicionalidad que tanto busco últimamente pero no hay que ser cerrado, lo que es bueno es bueno.

domingo, 26 de junio de 2022

Monográfico Kondaira

La cervecera Kondaira inició su actividad en el año 2016 en Mendavia, en la Ribera Alta de Navarra, que es además del pueblo de España con más denominaciones de origen, 11 en total. Sus responsables son el matrimonio formado por Aroa Martínez García, al cargo de gestión y área comercial, y Sebastián Martínez Karczewski, de origen francés, con formación de ingeniero agrónomo y que ejerce como maestro cervecero.

Antes de abrir oficialmente la fábrica estuvieron dos años puliendo las recetas, con las que también pretenden poner en valor el vínculo con su región. Para algunas de sus cervezas utilizan ingredientes locales como las endrinas de Viana o manzanilla de Urbasa, e incluso dicen haberse inspirado en la historia de Doña Blanca de Navarra.


Su presencia en los comercios especializados de Navarra es cada día mayor, y son también asiduos de ferias y eventos de alimentación. La mayor parte de las que comento hoy me llegaron gracias a la generosidad de un amigo, pero otras las pude comprar en una feria de Navidad en Pamplona.

- Kondaira Abadía: Tripel peligrosa dentro de un estilo que ya entraña cierto riesgo, al tratarse de cervezas rubias de alta graduación alcohólica. Esta es especialmente exuberante en sabores, incluso juega con los límites del equilibrio, pero al final consigue salir airosa manteniendo su fuerte personalidad.

- Kondaira D-Txiripa: todo lúpulo americano en nariz, algo más de malta en boca. No soy muy amigo de las Session IPA, me suelen parecer IPAs aguadas, y sin embargo esta me da lo que busco: menos alcohol y amargor con mucho sabor.

- Kondaira Especial: el estilo no queda bien definido, pero al final resulta una lager sabrosa, con un punto de maltas caramelizadas que marcan la diferencia con las clásicas rubias. Al principio ha sido de las que menos me ha llamado la atención, pero después se le coge el punto y engancha.

- Kondaira NAIPA: todas las frutas tropicales del mundo metidas en una botella, pero con una base de malta y caramelo. Muy sabrosa, fácil de beber y, por lo tanto, peligrosa, porque los 7º de alcohol no se los quita nadie.

- Kondaira Negra: dentro de que las Schwarzbier suelen ser cervezas más bien con poco cuerpo, esta la verdad es que es bastante redonda. Por supuesto mucho torrefacto, se nota claramente el regaliz, con un final mineral y herbal claro. Me ha gustado mucho, una interpretación muy apropiada del estilo.

- Kondaira Tostada: de las mejores Lager nacionales que he probado. Muy centrada en el cereal, es potente, compleja y está perfectamente equilibrada, parece salida de Baviera. A esta no le perderé la pista, me encantaría poderla beber a menudo.


Cualquiera que lea este blog con frecuencia habrá anticipado que la marca me iba a gustar, dado que la mayoría de sus cervezas tienen dos características que para mí son fundamentales: fidelidad a los estilos clásicos y equilibrio. Me sorprendió especialmente el nivel de las lager, no son muchas las fábricas que hacen cervezas de este tipo, y menos todavía las que se ponen a la altura de referencias alemanas.

miércoles, 6 de octubre de 2021

Monográfico Bird Brewery

Rik van den Berg y Ralph van Bemmel se conocieron en un curso de la certificación StiBON, un equivalente al famoso Ciccerone, en Amsterdam. En aquel entonces Rik formaba parte de la junta de la asociación cervecera 't Nieuweland, mientras que Ralph era el responsable de la tienda de cerveza online Bierlab.

De forma un poco espontánea, una noche de juega terminó con la decisión de que iban a hacer un crowdfunding para elaborar su primera cerveza, Rumoerige Roodborst. Esta convocatoria fue un auténtico éxito, habiendo vendido más de la mitad de la cerveza antes de que terminase el crowdfunding, lo que les animó a continuar con la elaboración de cerveza. Y así nacio Bird Brewery.

Los primeros lotes se produjeron en Kees Brouwerij, pero por falta de capacidad de esta fábrica pasaron a elaborar en Jopen Browerij. Cada cerveza está representada por un pájaro distinto, el nombre es siempre un juego de palabras (divertidísimo según aseguran sus responsables), y en sus coloridas etiquetas está escondido el logo de la fábrica, aunque a veces hay que buscar bien. Del diseño de las etiquetas se encarga el hermano de Ralph van Bemmel.

Ahora mismo trabajan 6 personas en la fábrica, y producen un buen número de cervezas distintas: 9 regulares, 3 estacionales, un montón de elaboraciones especiales, 3 envejecidas en barrica y algunas colaboraciones. Tienen además un compromiso con la sostenibilidad y el medio ambiente bastante curioso, y es que por cada 100 litros de cerveza que elaboran plantan un árbol... y han superado ya ampliamente los 60000.


Solo he podido probar algunas de sus cervezas regulares, pero me han bastado para tener una imagen bastante completa de la fábrica:

- Datisandere Koekoek: a pesar de los experimentos e innovaciones que diferentes fábricas vienen haciendo con este estilo en estos últimos años, esta se mantiene fiel al patrón clásico y consigue una Saison resultona, muy sabrosa, fresca, frutal y perfectamente equilibrada.

- Nog Eendje: por el "funky" me esperaba  algo ácidamente descompensado pero no es así en absoluto. Se trata más bien de una Blonde belga bien hecha, con un ligero toque de acidez que no sé si encontraría en si la etiqueta no me avisase, y que destaca sobretodo al vaciar la botella.

- Nognietar Huismus: una Brown Ale, la gran olvidada tanto de las fábricas clásicas como de las modernas. Por suerte hay algunas honrosas excepciones, como puede ser la de Samuel Smith, la de Anchor o esta. Muy elegante y sobria, todo frutos secos y cereal, aunque con un punto moderno que refuerza el carácter.

- Rumoerige Roodborst: más maltosa en aroma, con intensas notas de cereza picota, mientras que en el sabor se evidencia el perfil norteamericano, aunque más orientado hacia la Costa Este con frutas tropicales, y quizá algo de resina. Me ha encantado, me tomaría dos pintas bien a gusto.

- Zwaan Zinnig: una Wit impecable. Es refrescante y a la vez muy sabrosa, cargada de cítricos y con un buen soporte de malta. A la altura de referencias clásicas como Hoegaarden o St Bernardus.

La verdad es que es una fábrica que ha cosechado un  éxito más que considerable en los World Beer Awards, sin embargo la impresión que tengo es que en España es una gran desconocida. A mí me ha gustado mucho; hacen cervezas de estilos en su mayoría tradicionales y, aunque alguna vez transgreden esta tendencia, cuando esto sucede no pierden de vista el equilibrio como principal indicador de calidad. De precios, estupendo: alrededor de 2.5 euros. Repetiría, y repetiré.

viernes, 16 de abril de 2021

Monográfico Compañía de Cervezas Valle del Kahs

La Compañía de Cerveza Valle del Kahs (en adelante CCVK) situada en pleno Puente de Vallecas, es la primera fábrica de cerveza de este famoso barrio madrileño. Fue fundada en el año 2016 por Daniel De Julián, vallecano de nacimiento, junto con familiares y amigos cercanos, siendo más de 20 socios. Las instalaciones se encuentran en el mismo edificio donde antes estaba la fábrica de lejías Sili-Jabón, propiedad de su familia, que cerró en el año 2002 tras 99 años en funcionamiento.

Se trata de una cervecera muy ligada al barrio, con nombres de cervezas que hacen referencia al código postal de Vallecas, al Cerro del Tío Pío, etc, e incluso lo mismo sucede con los nombres de los fermentadores como Entrevías o Palomeras. Buscan en los vecinos sus principales clientes, y todos los días abren al público una zona de la fábrica preparada para disfrutar de grifo las 6 cervezas fijas (28038, Dark-SideKahs, RedKahs, RedPlus, VII Tits y Villana) y otras 4 que van variando en función de lo que estén elaborando en ese momento, donde también se pueden comprar sus diferentes referencias. Además elaboraron una cerveza para el grupo de heavy metal Obús, orgullosos vallecanos, y patrocinan al equipo de rugby Vallecas Rugby Unión. 

Las cervezas que he podido probar, cortesía de mi hermano, han sido las siguientes:

- CCVK 28038: una IPA engañosa, con mucha malta y fruta tropical al principio que la hace parecer amable, para que después el lúpulo deje huella con un amargor marcado, cítrico, herbal y muy especiado. Como traída de la Costa Este, me ha impresionado.

- CCVK Crazy Hazy: sin ser muy amigo de las Hazy / New England IPA (menos todavía sin llevan pulpa de frutas), esta me pareció más cercana a los matices esperables de una IPA: acidez, amargor, y una cierta frutalidad sin ser empalagosa. Muy llamativo el aroma a mandarina que se junta con las frutas tropicales, una cerveza muy rica.

- CCVK RedKahs: las Red Ale son siempre una sorpresa en el mundo de la cerveza artesana. En este caso tiene cierto parecido con referencias como Smithwick's u O'Hara's. Como aspecto negativo, va pasada de carbonatación; como parte buena, tiene un lúpulo fresco y aromático que le da un poco de vidilla a un estilo que no me entusiasma. Pero el caso es que se bebe con gusto.

CCVK RedPlus: cerveza potente donde las haya, cargada de tostados, muy compleja, y sin embargo todo está perfectamente integrado y en armonía. Es para tomarla poco a poco, disfrutando cada matiz, y con precaución si se decide tomar una pinta entera.

- CCVK VII Tits: cuando me hablan de una APA siempre pienso en una cerveza cargada de frutas tropicales, sin embargo esta está más inclinada hacia los cítricos. De todas maneras agradable, de trago largo y refrescante.

- CCVK Villana: el color pálido parece de Witbier, el aroma dulzón y levaduroso de Weizen. Sin embargo al final resulta ser una cerveza de trigo de corte moderno, muy afilada y bien cargada de lúpulo.

- Rocksteady (colaboración con Blackstorms): pocas cervezas de centeno he probado donde este cereal tenga un papel tan prominente y sea fácil de identificar. Si a esto le sumamos buen cuerpo y una carga contundente de lúpulo, el resultado es una IPA muy atractiva y original.

- Tercer Tiempo (colaboración con Albufera): una cerveza sencilla, relajada, fácil de beber. Bien cogida la sobriedad de las Ale británicas, tiene el habitual punto medicinal y, si bien no es excepcional, cumple su papel más que holgadamente. Eso sí, me gustaría más en botella de 50 cl.

Creo que CCVK cumple algo fundamental para una cervecera, y es que su catálogo abarca tanto las apetencias del consumidor medio, que puede tener RedKahs como su cerveza de diario o Villana si quiere algo más fresco, pero también ofrece productos más complejos e innovadores que para paladares más experimentados. La verdad es que, algunas más y otras menos, pero todas me han gustado, y si paso por la fábrica bien a gusto me tomaría un par de pintas... quizá una de 28038 para abrir boca y RedPlus para rematar (literalmente).

lunes, 7 de septiembre de 2020

Monográfico Laugar

Laugar es ahora mismo una de las cerveceras más reputadas del panorama nacional, aunque fue fundada en Gordexola (Bizkaia) por 5 amigos de Barakaldo hace tan solo 6 años, en el 2014. Es una de esas cerveceras que tuvieron bastante aceptación y renombre ya desde sus inicios, en parte gracias al apoyo que se les brindó desde algunos blogs de cerveza de aquel entonces, pero sin duda el factor fundamental es el nivel de sus elaboraciones. Además siempre se han caracterizado por una actitud un tanto irreverente y mucho sentido del humor, lo que evidentemente despierta simpatías e interés por sus productos. 
 
Su primera elaboración fue EPA (Euskadiko Pale Ale), y desde entonces se han sumado varias decenas de referencias nuevas que han organizado en 5 grupos: ClassicsHoppy SideDark Side, Rebel Collabs y Zombie Series. Como buen amante del Doom Metal, quiero además destacar la saga Doom Series, con recetas que hacen alusión a grandes bandas del estilo como Electric Wizard o Black Sabbath.

Uno de los grandes hitos de Laugar fue que fueron invitados a participar en el prestigioso festival Borefts del 2014, el mismo año en que empezaron su actividad comercial, y también en la edición siguiente, algo de lo que pocas cerveceras pueden presumir. Además de esto han realizado colaboraciones con otros referentes internacionales: Klompen & Txapela y Wet & Wild con De Molen, Viking Wizard con North Brewing Co, Starless Milky Way con Dry & Bitter, Cloud Fever con Kees Brewing, y un largo etcétera. Tampoco han olvidado a los productores de la Península y han hecho elaboraciones conjuntas con grandes como Naparbier, La Quince, La Pirata, Gross...




Curiosamente sus cervezas no se ven demasiado por Navarra así que me ha costado familiarizarme con la marca. No obstante estos últimos meses he hecho un acopio importante de sus referencias, y estas han sido mis impresiones generales:

- Aupa Tovarisch: De textura muy densa, oscura a más no poder y extremadamente compleja; cacao, frutas del bosque, caramelo, café, regaliz, humo, tiene todo lo que quieras encontrar. Una de las mejores Imperial Stout que he probado, para degustar con calma y atención.
- Aurrera Stanitsa: nunca había notado tantas notas de chocolate en una cerveza, y curiosamente no lleva este ingrediente. Dulce, densa, oleosa y cálida, pero con golpe de lúpulo, café y alcohol al final que pueden hacerte saltar de la silla. 
- Basurde: una Amber Ale muy fresca, bien cargada de un lúpulo resinoso y cítrico. Inspiración americana, está claro, parece recién salida de San Diego. Para tomar varias una tarde.
- Braskadi (colaboración con Perro Libre): para tomar con calma, mucho más áspera y seca que Aupa Tovarisch, pero aun así deliciosa. Las pasas y el cacao le dan un toque muy especial.
- Euskal Pale Ale: APA con máscara de IPA. Muy cítrica y resinosa, bastante dura, toda una declaración de intenciones si tenemos en cuenta que fue la primera elaboración de la fábrica.
- Kiskale: mezcla clásico-moderna de un estilo que no suele estar en la mente de los elaboradores, generosa tanto en malta como en lúpulo pero bien equilibrada.
- Ostadar: IPA afilada, cítrica y resinosa, aunque también con soporte de malta. Podría pasar por cualquiera de las grandes referencias de la Costa Oeste de Estados Unidos. Los amantes del estilo la disfrutarán seguro e incluso yo, que no soy demasiado entusiasta, he sabido apreciar sus virtudes.
- Viking Wizard (colaboración con North Brewing Co): Una IPA americana rebosante de lúpulo, repartido por igual entre frutas tropicales y notas resinosas, y con una base melosa de malta. Muy redonda, me ha encantado.

La impresión general la verdad es que ha sido muy buena, aunque no creo que sea una sorpresa para aquellos que hayan visto las reseñas más completas que he publicado en los últimos meses. El estilo moderno de las cervezas es indudable, con altas cargas de lúpulo y alcohol, e incluso me atrevería a afinar que tienden a dar más papel a lúpulos americanos de carácter cítrico y resinoso en vez de a variedades con más matices tropicales y frutales.  Por cuestión de gustos personales he disfrutado más las elaboraciones oscuras, de hecho Aupa Tovarisch me ha parecido una de las mejores Imperial Stout que he podido probar hasta la fecha, no obstante todo me ha parecido de un nivel altísimo; está claro que su fama y éxito son merecidos.

domingo, 7 de junio de 2020

Monográfico Rondadora

Aprovechando que mediante los pedidos que he hecho recientemente a fábricas nacionales he recibido un número considerable de referencias de una misma marca, he decidido crear una nueva sección en el blog a la que he llamado "monográfico". Puesto que es imposible comentar todas las cervezas, y que muchas veces la que reseño no es la mejor representante de la fábrica, mi intención es hacer dar una impresión general de la cervecera en cuestión y hacer un breve comentario de cada una de sus elaboraciones.

La marca que va a inaugurar esta sección es Rondadora. Como ya comenté en un artículo anterior, se trata de una fábrica fundada en el año 2014 por 6 amigos, Alejandro Lanau, Gonzalo Fernández, Guillermo Brun, Miguel Puyalto, Nicolás Brun y Víctor Lanau, en La Cabezonada, una localidad de 33 habitantes en la bella comarca del Sobrarbe aragonés.

La primera receta que salió al mercado fue Rondadora Blanca, una cerveza de trigo que en principio era habitual ver en unas botellas de 50 cl de tipo achampanado, aunque últimamente se ven sólo las de 33 cl. Pronto se sumaron otras dos a las referencias habituales: Tronzadora, que destina parte del dinero recaudado para la recuperación de caminos antiguos en la comarca, y la Porter Onso. Por último en el 2019 lanzaron a la venta la última incorporación, una India Pale Ale fabricada de propio para el Festival Rondadora que celebraron en junio de ese mismo año.


Este año, debido al importante acúmulo de stock que se ha producido en muchas cerveceras nacionales debido al cierre de la hostelería motivado por la crisis del COVID-19, han decidido sacar a la venta un lote de cata con todas las elaboraciones de la fábrica desde su fundación, y además a un precio muy ajustado. Por si fuera poco, lo han hecho coincidir con una serie de videos que han publicado en YouTube en los que comentaban una por una cada una de las cervezas de forma amena e informal, no centrándose únicamente en los aspectos organolépticos sino tocando también todo lo que rodea a cada cerveza. Propuestas así son de agradecer, así que me hice con uno de estos pack y hoy comento las sensaciones que me ha producido:

- Rondadora Blanca: muy refrescante pero con carácter. Bien cargada de cítricos, el lúpulo herbal es también evidente, me da la impresión de que se ha ajustado ligeramente la receta y sin duda ha mejorado. Nada que ver con una Weizen alemana, eso sí, para que no haya confusiones.
- English Barley Wine: a decir verdad sí que es muy inglesa. Firme, con mucho fruto seco, áspera pero a la vez bien equilibrada. Perfecta para beber lentamente en un tarde fría y lluviosa... o cuando apetezca.
- Grapple: colaboración con Cierzo Brewing, una lager con uva Moristel, autóctona del Somontano, y manzana fuji. Sin duda no es el tipo de cervezas que suelo consumir, lo que no quita para que me haya parecido una cerveza muy refrescante, bien equilibrada y con un punto de acidez que evoca claramente al vino blanco.
- India Pale Ale: la sorpresa del lote. Una IPA perfectamente equilibrada, con toneladas de fruta y buen soporte de malta. Nada que envidiar a los grandes referentes norteamericanos de la Costa Este.
- Ixordiga: carbonatación algo excesiva y el lúpulo un poco punzante, pero de un nivel aceptable para un estilo en el que los maestros alemanes han puesto los estándares muy, muy altos.
- Italian Grape Ale 2021: curiosa curiosidad, en nariz es evidente el dulzor del mosto de uva y en boca es más punzante, más fresca, y recuerda más al vino. Posiblemente no sea una cerveza que repita, no es en absoluto mi estilo, pero me ha gustado probarla.
- Koma: el aspecto no es muy apetitoso porque la espuma desaparece por completo. Sin embargo al final queda una Dunkel robusta, con buena carga de tostados y chocolate pero bastante fresco gracias a la ayuda del lúpulo.
- Milk Stout: cerveza bien hecha pero muy cargada de lúpulo, creo que demasiado para el estilo. Como se comenta en el propio video de la cata de Rondadora, un tiempo de reposo en la botella la puede hacer más redonda.
- Mora de Nuei: lúpulos americanos en cantidad moderada pero muy aromáticos como nota de distinción de una Lager bien hecha. Una de sus cervezas más refrescantes y fáciles de beber, me ha sorprendido positivamente.
- Onso: cacao, café, regaliz, todo esto perfectamente ensemblado como núcleo de una Porter británica excelente. De las mejores cervezas nacionales, y no es la primera vez que lo digo.
- Quebrantahuesos: golosa al principio, más sobria y seca al final. Un ejemplo bastante bueno de un estilo que no abunda en la península, las Wee Heavy. Sólo le falta que la espuma sea algo más resistente.
- Tronzadora: agradable punto acaramelado, muy redonda, directa y sin grandes complicaciones. Puede sustituir perfectamente a la rubia del día a día aportando más sabor.
- Umalas: es fácil que se vaya la mano con el jengibre pero no es el caso, se fusiona a la perfección con el lúpulo americano y queda una cerveza muy refrescante a la par que original. Alcohol imperceptible, y son 8º.

Rondadora es una fábrica que se ha posicionado muy bien a nivel local, con 3 cervezas bastante asequibles para todos los paladares, que además han ido puliendo con el tiempo habiendo alcanzado un nivel altísimo. Con ese punto de apoyo, ahora están en plena efervescencia de novedades tocando muchos estilos distintos, y yo creo que con mucho acierto. La verdad es que siempre me ha gustado su filosofía, su apoyo y dependencia del consumo local, y el relativo clasicismo que mantienen en las elaboraciones, espero poder seguir disfrutando de sus cervezas muchos años (y a ver si se empiezan a ver más en la comarca vecina).