MODELO: Asahi Super Dry
ESTILO: Pale Lager (5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Japón
CARACTERÍSTICAS: El otro día retorné a la tienda de alimentación asiática donde creí haber visto una importante cantidad de cervezas japonesas, con motivo de aprender algo de la cultura gastronómica oriental tratando de preparar algún plato. Contemplé que tan solo había tres o cuatro ejemplares distintos de cerveza japonesa, así que me hice con un ejemplar de Saporo y otro de Asahi, los dos pesos pesados del Japón.
Asahi, que hoy es la mayor cervecería del país, se fundó en 1889 con el nombre de Osaka Beer Brewing Company. Esta marca que en un comienzo recibió el nombre de Kuronama, se elabora en Osaka. La más vendida es la Asahi Super Dry, que ha dominado por asalto el mercado comercial japonés. Pero es de lejos el mejor producto de la fábrica.
En el vaso tiene una presencia impoluta: color dorado y cristalino lleno de burbujas con una corona de espuma blanquecina, cremosa y bastante duradera. Lamentablemente este quizás sea su mayor atractivo, ya que apenas desprende aroma, que se presenta timidamente maltoso con alguna nota lupulizada y una presencia no muy prometedora que supongo será del arroz, aunque más bien me pareció jabón.
El trago es suave y muy ligero, sin apenas matices. Deja entrever malta, maíz y un amargor final bastante seco, de ahí el nombre. No ha dado buen resultado, aunque también diré que el plato que traté de cocinar (usando yuca y fideos chinos) no salió nada bien. Qué se le va a hacer.
Asahi, que hoy es la mayor cervecería del país, se fundó en 1889 con el nombre de Osaka Beer Brewing Company. Esta marca que en un comienzo recibió el nombre de Kuronama, se elabora en Osaka. La más vendida es la Asahi Super Dry, que ha dominado por asalto el mercado comercial japonés. Pero es de lejos el mejor producto de la fábrica.
En el vaso tiene una presencia impoluta: color dorado y cristalino lleno de burbujas con una corona de espuma blanquecina, cremosa y bastante duradera. Lamentablemente este quizás sea su mayor atractivo, ya que apenas desprende aroma, que se presenta timidamente maltoso con alguna nota lupulizada y una presencia no muy prometedora que supongo será del arroz, aunque más bien me pareció jabón.
El trago es suave y muy ligero, sin apenas matices. Deja entrever malta, maíz y un amargor final bastante seco, de ahí el nombre. No ha dado buen resultado, aunque también diré que el plato que traté de cocinar (usando yuca y fideos chinos) no salió nada bien. Qué se le va a hacer.
NOTA: