MODELO: Carlsberg Elephant
ESTILO: Strong Lager (7'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Dinamarca
CARACTERÍSTICAS: Llevaba un tiempo con curiosidad por esta botella, desde que ví esta entrada en Etiquetas de Cerveza, y por desgracia en España es difícil encontrar otra Carlsberg aparte de la original, así que cuando vi esta botella en Alemania no me lo pensé ni un segundo. Me conquistó además la elefantástica etiqueta, en referencia a la Torre del Elefante que hay en la fábrica, aunque no sé muy bien por qué yo le daba un significado algo más absurdo.
Es de color dorado oscuro, con gran cantidad de burbujas gruesas que forman una capa de espuma escasa. El modelo más famoso de esta marca nunca me ha parecido del todo malo, así que con bastante confianza fui a probarla, pensando "a ver cómo se las arreglan estos daneses para vigilar 2'5º de alcohol más en su cerveza", y al acercar la nariz me pareció que no demasiado bien. Despide un aroma casi inexistente, compuesto por malta dulce y alcohol y metal a partes iguales, que calificaría como cuanto menos curioso.
A la hora de beberla, sin embargo, no me costó demasiado esfuerzo terminarla, aunque tampoco puedo decir que disfrutase haciéndolo, de hecho no me habría molestado sustituirla por agua. Los tragos son un tanto huecos, malta suave marcando un ritmo que no parece llevar a ninguna parte, una serie de matices herbales de lúpulo, también leves, que se enquistan en la nariz, y alcohol. Este último no se presenta con una intensidad excesiva, aunque está claro que aparece fuera de lugar, y luego va ganando fuerza para ser barrido con un golpe de lúpulo, disimulándose así bastante bien, aunque parece evidente que el equilibrio es algo en lo que ni siquiera se ha pensado al elaborar esta cerveza. El regusto es seco, herbal, de amargor moderado, con un sablr algo mineral. Desacompasada según mi punto de vista, pero por algún misterioso motivo se deja beber.
Es de color dorado oscuro, con gran cantidad de burbujas gruesas que forman una capa de espuma escasa. El modelo más famoso de esta marca nunca me ha parecido del todo malo, así que con bastante confianza fui a probarla, pensando "a ver cómo se las arreglan estos daneses para vigilar 2'5º de alcohol más en su cerveza", y al acercar la nariz me pareció que no demasiado bien. Despide un aroma casi inexistente, compuesto por malta dulce y alcohol y metal a partes iguales, que calificaría como cuanto menos curioso.
A la hora de beberla, sin embargo, no me costó demasiado esfuerzo terminarla, aunque tampoco puedo decir que disfrutase haciéndolo, de hecho no me habría molestado sustituirla por agua. Los tragos son un tanto huecos, malta suave marcando un ritmo que no parece llevar a ninguna parte, una serie de matices herbales de lúpulo, también leves, que se enquistan en la nariz, y alcohol. Este último no se presenta con una intensidad excesiva, aunque está claro que aparece fuera de lugar, y luego va ganando fuerza para ser barrido con un golpe de lúpulo, disimulándose así bastante bien, aunque parece evidente que el equilibrio es algo en lo que ni siquiera se ha pensado al elaborar esta cerveza. El regusto es seco, herbal, de amargor moderado, con un sablr algo mineral. Desacompasada según mi punto de vista, pero por algún misterioso motivo se deja beber.