miércoles, 4 de noviembre de 2015

La Choulette Ambrée

MARCA: La Choulette
MODELO: La Choulette Ambrée
ESTILO: Bière de Garde Ambrée (8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia

CARACTERÍSTICAS: Otra de las cerveceras de Bière de Garde clásicas de la región Nord-Pas-de-Calais es la Brasserie La Choulette, situada en el pequeño pueblo de Hordain, dentro del distrito de Valenciennes. Fue fundada en 1885 por Jules Dhaussy, un agricultor que decidió compatibilizar su oficio con el de maestro cervecero, apoyándose para ello en la experiencia que había conseguido trabajando como obrero en la cervecera Derieux. A pesar de la destrucción de las instalaciones durante la 1º Guerra Mundial la actividad de esta empresa se mantuvo gracias a la participación de su primogénito Alphonse Dhaussy y la mujer de este, Berthe Collet, y posteriormente de la ayuda de los hijos de esta pareja, Alphonse, Jeanne, Jules y Maria, hasta que finalmente cerraron en 1951. Por suerte esto no supuso el fin definitivo de la empresa sino que, 26 años después, Alphonse Dhaussy retomó el negocio familiar y, con la colaboración de su hijo Alain, comenzó a elaborar Bière de Garde. Cuatro años después, en 1981, lanzaron la cerveza que voy a probar ahora: La Choulette.

Se trata de una cerveza oscura, de color marrón pardo, como de hoja seca, con una turbidez moderada. Está cubierta por una capa de espuma de burbuja fina con un grosor de un par de dedos, que se reduce rapidamente a una cuarta parte. (si las matemáticas digitales no fallan, medio dedo) Su aroma es intenso, y evoca los matices que podrían esperar en una Brune belga. Rebosa caramelo y malta tostada, con clara tendencia al dulce, acompañado de frutas muy maduras como ciruelas, higos, pasas, alcanzando sin dificultad los dátiles. Para no empalagar compensa con firmes notas de frutos secos, perfectamente combinados con el caramelo, pan integral, y el aporte del lúpulo, muy floral y con un agradable punto cítrico.

En boca se evidencia el proceso de guarda en frío; pasa limpia, fluida. Desembarcan al instante toneladas de dulce malta tostada y chocolate, algo más suave toffee, azúcar moreno y las frutas antes mencionadas, con una presencia tremenda de dátil. Concluye más áspera, salen nueces, algo de grano de café, té negro, que queda en el largo regusto, y avellanas, antes de que el lúpulo genere el amargor final, floral, especiado y con un toque de miel. Cuando se deja reposar emergen algo más los tostados, y para mi gusto se hace incluso más apetecible. Es una cerveza cremosa, cálida y delicada, al comienzo más dulce y pesada pero poco a poco va liberando el trago e introduciendo complejidad. Una opción buenísima, a la altura de 3 Monts.

NOTA:

domingo, 1 de noviembre de 2015

Cata "Mèter Bier" en La Vinoteca: IPA

El fin del verano para la mayoría de la gente suele tener consecuencias negativas, al venir de la mano de la vuelta al trabajo y asociar además de un clima algo más incómodo. A mí, sin embargo, también me supone una parte positiva, y es el reinicio de las catas de los diferentes clubes de La Vinoteca, a las que suelo asistir. Así fue hace un par de semanas con el Club Bier, quienes estrenaron el pasado día 15 de Octubre el nuevo ciclo "Mèter Bier" con una cata del estilo que parece estar más de moda ahora mismo, las India Pale Ale.

Los encargados de dirigir este evento fueron Mikel Garrues y Ana Murillo, responsables del blog y página web "El Retrogusto es Mío", quienes además ese mismo día recogieron el 1º premio del III Concurso de Maestría Cervecera organizado por La Vinoteca por su clon de Final Frontier de To Øl, al que llamaron Iron Maiden. En cuanto a las cervezas protagonistas, estas fueron:

- Les Trois Mousquetaires Série Signature Hopfen Weisse (Canadá, 6% ABV)
- Beavertown Neck-Oil Session IPA (Inglaterra, 4'3% ABV)
- Poperings Hommel Bier (Bélgica, 7'5% ABV)
- Fuller's India Pale Ale (Inglaterra, 4'9% ABV)
- To Øl Nelson Survin (Dinamarca, 9% ABV)
- Alesmith Yule Smith (Estados Unidos, 8'5% ABV)
- Dunham Black IPA (Canadá, 5'7% ABV)

La verdad es que la selección me pareció buena; eran cervezas muy distintas entre sí, con lo que dieron mucho juego a la hora de probarlas durante las dos horas que duró la cata. 

Había entre ellas algunas viejas conocidas, como la fantástica IPA de Fuller's, que para mi gusto fue una de las que salió más airosa, o Hommel Bier, a la que siempre me negaré a llamar IPA belga. (más que nada porque no lo es, simplemente es una deliciosa Ale belga con algo más de lúpulo del habitual) De las fábricas más modernas me gustó bastante Hopfen Weisse de Les Trois Mousquetaires, aunque casi parecía inspirarse más en las cervezas de trigo belgas que en las alemanas; por su parte Alesmith demostró que su popularidad es bien merecida pero no obstante, aunque su IPA doble me gustó mucho, mi sensación es que no merece la pena pagar el dineral que cuestan las botellas de esta marca, que no son ni mejores ni peores que elaboraciones mucho más asequibles de otras fábricas. La otra cara de la moneda la representó Neck-Oil de Beavertown, una cerveza que en mi opinión sólo tiene lúpulo y se queda corta en todo lo demás: cuerpo, malta y sabor.

La noche transcurrió con calma aunque de forma fluida. La voz cantante la llevaba Mikel Garrues quien, si bien al principio estuvo un poco condicionado por los nervios de enfrentarse a más de 50 asistentes, supo salir airoso gracias a su capacidad de diseccionar las cervezas con rigurosidad y certeza. Le apoyaba con sus comentarios Ana Murillo, en los que se evidenciaba su mayor experiencia en el mundo del vino y daba una perspectiva interesante a las cervezas. También Rubén Fernández, uno de los responsables de La Vinoteca, intervino con algunas aportaciones especialmente acertadas que dieron mucho ritmo a la cata. Y así, antes de que nos diésemos cuenta, concluyó una jornada amena y cargada de buena cerveza, aperitivo de las que probablemente nos esperan a lo largo del año. ¿Qué mas se puede pedir?

lunes, 26 de octubre de 2015

Gavroche

MARCA: Gavroche
MODELO: Gavroche
ESTILO: Bière de Garde Ambrée (8'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia

CARACTERÍSTICAS: La Brasserie de Saint-Sylvestre es propiedad de la familia Ricour desde 1920, cuando el abuelo de los actuales dueños la compró por 400.000 francos, y sin embargo tuvieron que pasar 65 años hasta que se empezó a producciones la cerveza que a la que debe su popularidad, 3 Monts. Aún más tiempo fue necesario para que viese la luz otra de sus producciones, una bière de garde que lleva el nombre de uno de los personajes de Los Miserables de Victor Hugo, Gavroche, que se vendió por primera vez en 1997. Siguiendo el ritmo de trabajo de esta fábrica, yo también me tomé mi tiempo para abrir la botella que compré hace unos meses y decidí esperar a que hiciese un tiempo algo más frío, que es cuando mejor me sientan las cervezas de este estilo.

Se trata de una cerveza de un color rubí, anaranjada al trasluz, totalmente cristalina, en la que se observan miles de burbujas que ascienden rápidamente hacia 2 dedos de espuma beige fina y cremosa. En nariz se presenta con gran cantidad de malta y tostados, aunque apoyándose sobretodo en su vertiente dulce, bien cargada de caramelo y frutas oscuras. Tiene de fondo una parte algo más áspera, compuesta por suaves notas de frutos secos, pan de centeno y cereales, con un mínimo deje de óxido. Esta equilibrada combinación de dulce y tostados acaba de ser armonizada por el lúpulo noble, herbal, terroso y con un punto de cítrico y especia, quedando una mezcla muy bien compensada.

En cuanto al sabor, es potente pero a la vez rebosa sobriedad. Comienza con un intenso gusto a malta dulce, con mucho sirope de caramelo, un toque de azúcar moreno y frutas oscuras como ciruelas, pasas y suaves higos. En seguida, y casi sin que uno se pueda dar cuenta, toman el relevo los tostados y pasan a dirigir el trago, cargados de cereal, nueces, almendras, un marcado punto cítrico y leves recuerdos de té inglés. Final de amargor acentuado, el grano tostado termina de romper sobre una base dulce, llegándose a detectar algo de torrefacto, mientras el lúpulo desprende notas de hierba, naranja, algo de miel y especia picante. Regusto prolongado, con una reconfortante calidez frutal y ligeramente alcohólica. Cerveza compleja y de cuerpo contundente, ensambla a la perfección dos facetas muy distintas y consigue que transcurran con fluidez. Quizá no tan espectacular como 3 Monts, pero es no obstante una elaboración de nivel.

NOTA:

domingo, 18 de octubre de 2015

Bretaña

Una de las regiones del mundo que más ganas tenía de visitar, sobretodo desde que una amiga me contó hace años lo experimentado durante los meses que estuvo viviendo allí gracias a una beca Erasmus, era la Bretaña francesa. Por si fuera poco, la detallada descripción que hizo Pau a la vuelta de su viaje por aquella zona (1, 2, 3, 4, 5 y 6) alimentó todavía más mis ansias, y ya al principio del verano tomamos la decisión de que nuestras vacaciones de Septiembre iban a transcurrir allí.

Nuestro plan era sencillo: alquilamos un pequeño apartamento en el centro de Lorient, tomamos prestado un coche, cargamos nuestras bicicletas, y nos preparamos para disfrutar durante una semana de las ciudades, los paisajes y la gastronomía bretona, incluyendo también su sidra, hidromiel y, por supuesto, sus cervezas. De todas formas no tenía la intención de que esta última bebida fuese la protagonista de las vacaciones, por lo que tampoco preparé una ruta por las diferentes fábricas que hay en esta región (que no son pocas) ni por tiendas especializadas que no pillasen de camino, sino que simplemente me iba a ir adaptando a lo que encontrase.

A pesar de esta cómoda estrategia la verdad es que no puedo decir que la buena cerveza escaseara, más bien al contrario, porque si hay algo que es llamativo de esta región es cómo la bebida local se ha extendido hasta formar parte del día a día. No es infrecuente ver marcas bretonas en los tiradores de los bares, principalmente Brasserie de Bretagne y Lancelot, aunque se puede encontrar de cuando en cuando alguna otra; también en los pequeños comercios se pueden ver botellas de fábricas artesanales, e incluso en prácticamente todas las grandes superficies hay botellas sueltas o packs con varias referencias distintas de la cervecera en cuestión, además a precios que harían sonrojarse a más de un elaborador nacional.

Por la zona de Lorient son habituales de las estanterías de los supermercados las botellas de las infalibles Lancelot y Brasserie de Bretagne, a alrededor de 1'5 euros la botella de 33 cl o 3-4 euros la de 75 cl, también he visto en algunos lugares las Mor Braz con agua salada a un precio similar, y algo más caras las Coreff. En pequeñas tiendas de alimentación se podía encontrar alguna referencia de La BorDée, Tri Martolod, An Alarc'h o St. Georges, normalmente rondando los 3 euros. Por último, también pasé por varias tiendas especializadas en bebidas como Vini Gusto, con un reducido espacio en el que se encontraban apenas 10-15 cervezas distintas, entre ellas alguna bretona fácil de ver en los supermercados y rarezas de países exóticos posiblemente de calidad cuestionable, y una tienda/cervecería llamada Vin & Bière, con varios locales repartidos por el país, y que si bien parecen estar centrados en Ale belga también tienen hueco para marcas de cualquier punto de Francia, además a precio razonable. (aunque bastante más caras que en supermercado)

Ya para concluir, entre las cervezas que pude tomar durante los días que estuve por ahí rondando guardo un recuerdo especialmente bueno de las Lancelot de barril, sobretodo de su Tripel Duchesse Anne; disfruté mucho con el reencuentro con las Britt, especialmente de su rica Witbier; sin que me pareciesen cervezas para el día a día aluciné con el sabor salado de Mor Braz; repetí alguna elaboración con base de chouchenn, aunque ninguna le llegó a la suela del zapato a las de Diaouligs que me regaló Pau hace algunos años; y por último también pude hacerme con alguna cerveza de estilos modernos, casi más por curiosidad que otra cosa.

Y con esto termino mi breve experiencia cervecil por Bretaña. Lo único que puedo decir es que, independientemente de si gusta o no la cerveza, es una región volcada por completo con el turismo, y si al buen trato que se le dispensa al visitante se le suma poder visitar hermosas ciudades como Rennes o St. Malo, espectaculares costas como las de Morbihan o Finistère (sin contar con el Mont Sant Michel), y tranquilos bosques con vías ciclistas interminables, el éxito en las vacaciones está casi asegurado.

sábado, 17 de octubre de 2015

Hitachino Nest Red Rice Ale

MARCA: Hitachino Nest
MODELO: Hitachino Nest Red Rice Ale
ESTILO: Blonde elaborada con arroz rojo (Sekihan) (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Japón

CARACTERÍSTICAS: En la ciudad japonesa de Naka, en la región de Kanto, se encuentra la empresa Kiuchi Shuzou, fundada en el año 1823 por Kiuchi Gihei. La principal actividad de la empresa siempre ha sido la elaboración del sake Kikusakari, sin embargo desde 1996 también producen las cervezas Hitachino, fácilmente reconocibles por el buho de su etiqueta. Tienen en su catálogo un importante número de cervezas distintas, muchas de ellas con ingredientes poco habituales como pueden ser cereales foráneos, especias, levadura de sake, etc. Es el caso de la cerveza que comento hoy, una ale de estilo belga elaborada con Sekihan, un arroz rojo japonés que se suele servir en eventos especiales.

Es de un color rosa anaranjado, más amarillenta en su base, con una leve turbidez. Algunas burbujas ascienden con tranquilidad hasta un anillo de espuma de burbuja fina, bastante escasa. Resulta un poco difícil describir su aroma por la singularidad del mismo; tiene un dulzor como de chicle o caramelo, dominado por cereza picota, arándono rojo e intensos recuerdos de yogur de fresa sobre una base de malta dulce, pan de bollo y suave mantenquilla. Adornan el conjunto notas de arroz salvaje, sesamo, un mínimo ahumado y toques levadurosos.

Sigue con las sorpresas en boca, comienza con una ligera efervescencia en lengua y a continuación desembarcan los sabores. Da la entrada algo de malta dulce, arroz salvaje y sésamo, tras lo cual aparecen los frutos rojos, con mucha intensidad, que se empapan en la malta y la trasladan a un segundo plano. Se distribuyen por la boca fresa madura marcada, más suave arándanos, cerezas, y algún punto de plátano y cítricos. Final de amargor medio con frutos secos, arroz tostado y una medida sequedad cítrica y herbal, ligeramente especiada, quedando un delicado regusto medicinal por el alcohol. Es una de esas cervezas rarísimas pero que invitan a repetir; está bien equilibrada y no satura en absoluto. La verdad es que me ha gustado mucho.

NOTA:

domingo, 11 de octubre de 2015

Mor Braz Blanche

MARCA: Mor Braz
MODELO: Mor Braz Blanche
ESTILO: Witbier con agua marina (4% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia

CARACTERÍSTICAS: Reconozco que la Ambrée de Mor Braz se me hizo un poco cuesta arriba, la combinación de tanta malta y tanta sal al final me acabaron saturando, y pensé que quizá con sus referencias más ligeras quedaría más satisfecho. Así fue con su Blonde Bio, una cerveza rubia refrescante con un toque salado bastante más moderado y que disfruté como un enano, con su Blonde, y tenía la esperanza de que me sucediese lo mismo con su Blanche, así que decidí reservarla para comentarla en este blog. Por desgracia al final no ha sido así y tampoco me ha terminado de convencer, lo cual no quita que recomiende a todo no-hipertenso atacar estas cervezas tan curiosas.

Mor Braz Blanche es algo más oscura de lo habitual en su estilo, aunque adquiere el tono pajizo habitual al mirarla al trasluz. Tiene una carbonatación constante y generosa, que alimenta una abundante espuma blanca, muy cremosa. Su perfume es fresco, natural y muy agradable. Tiene un leve dulzor aportado por la malta y suave caramelo, los cítricos esperables de las Wit, con limón maduro, naranja y quizá algo de miel y albaricoque, y un punto lácteo. Lo que rompe la corriente habitual de este estilo es la sal, sin embargo lejos de molestar incluye al resto de aromas de forma bastante efectiva. 

En boca es igual de rara, pero al menos mi impresión es que integra peor la sal, queda muy estridente. La entrada es de la malta, que forma un leve dulzor con recuerdos de pan, crema y manzana madura. Progresivamente van apareciendo los cítricos y a la vez las intensas notas saladas. Este conjunto, con un respaldo de cereal en el fondo, conduce a un final de amargor moderado, dominado por la sal, un punto cítrico y un deje de especia picante. Sí que creo que es como para probarla pero personalmente no repetiría, el sabor salado no es lo que busco cuando tomo una cerveza y en esta es demasiado intenso como para centrarse en otros aspectos.

NOTA:

domingo, 27 de septiembre de 2015

Mor Braz Ambrée

MARCA: Mor Braz
MODELO: Mor Braz Ambrée
ESTILO: Ambrée con agua marina (6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia

CARACTERÍSTICAS: Además de una bahía de la región de Morbihan, Mor Braz, cuya traducción literal del bretón sería "Gran Mar", es también el nombre de una cervecera situada en Theix, muy cerca de la ciudad francesa de Vannes. Esta fábrica tiene la peculiaridad de que para la producción de sus cervezas utilizan agua marina recogida a 15 metros de profundidad, a la que someten a un filtrado en el barco antes de comenzar con la elaboración, siendo en la actualidad una de las pocas que llevan a cabo un proceso semejante. 

Me enteré de su existencia poco antes de que comenzasen mis vacaciones de Septiembre en Bretaña y decidí hacer el esfuerzo de buscar alguna botella durante el viaje, con la suerte de que en el primer supermercado en el que paré a hacer la compra encontré un pack que incluía 6 botellas. Esta fue la primera que abrí, una cerveza de estilo belga de un color marrón mate levemente anaranjado, tan turbia como una Weizen. Deja una isla de espuma gris en el centro de la copa, de donde emana un aroma dulce y acaramelado, con una base de malta de tueste ligero, cereal oscuro y algo de chocolate con leche sobrepasada por gran cantidad de fruta madura, principalmente ciruelas, manzana asada, suaves higos y naranja dulce. Se percibe además un deje salado y mineral bastante peculiar, y un toque de lúpulo floral.

Muy viva la entrada en boca, con una efervescencia llamativa que aumenta progresivamente. Sabor dulce y frutal, similar al aroma, se combinan malta, caramelo y más suave chocolate con leche con fruta madura, ciruela sobretodo, algo de manzana y mínima naranja. Se trataría una Brune muy normal, si no fuese por el intenso sabor a mar que poco a poco pasa a dominar el conjunto, limitando mucho el amargor final del trago, en el que queda únicamente algo de fruta, leves recuerdos florales y especiados junto con las marcadas notas saladas y minerales que arrastran a la malta. Al principio me resultó muy interesante por ser tan distinta de cualquier otra cerveza que hubiese probado antes, pero para ser sincero con apenas media copa me encontraba bastante saturado y sin demasiadas ganas de seguir. No creo que haya ningún error con esta elaboración, al menos yo no detecté ningún defecto en el sabor, pero sí que es verdad que el agua tan salada puede resultar algo estridente y hacer que la cerveza no sea fácil de beber. No obstante creo que merece la pena probarla.

NOTA:

jueves, 24 de septiembre de 2015

To Øl Final Frontier

MARCA: To Øl
MODELO: To Øl Final Frontier
ESTILO: Double IPA (9% ABV) 
PAÍS DE ORIGEN: Dinamarca

CARACTERÍSTICAS: Una de las referencias de To Øl que casi podríamos considerar ya como un clásico moderno es First Frontier, una excelente IPA de inspiración norteamericana con un marcado perfil frutal. Esta es posiblemente la cerveza de este estilo que más veces he bebido y desde hace un tiempo tenía ganas de comentarla en el blog, sin embargo la reciente convocatoria del III Concurso de Maestría Cervecera de La Vinoteca me ha animado a dedicar un hueco a la protagonista de este evento: Final Frontier. Como los propios responsables de la marca explican, Final Frontier no es otra cosa que una secuela de First Frontier; mantienen los mismos ingredientes (bueno, cambian el lúpulo Warrior por Columbus) pero aumentan las cantidades de los mismos, consiguiendo mayor cuerpo, mayor grado alcohólico y más amargor.

Luce un bonito color rojizo velado, anaranjado si se expone a la luz, con una densa y cremosa capa de espuma de un beige limpio que llena la copa hasta el borde. A distancia se detecta un perfume en el que predomina, además con diferencia, el intenso aroma del lúpulo, que llega incluso a resultar oleoso. Las frutas tropicales inundan las fosas nasales, con toneladas de mango, maracuyá, melocotón maduro y recuerdos de refresco de naranja. Por debajo de tanto lúpulo queda un buen remanente de malta, notas de masa de pan, almíbar y profundos toques de miel, mientras flores, canela y clavo terminan de redondear el conjunto. Sorprende cómo se ha conseguido mantener la importancia de la malta a pesar de las grandes cantidades de lúpulo empleadas, es digno de elogio.

Al primer sorbo llama atención su textura cremosa, y apenas toca la lengua irrumpe el sabor, con mucha malta dulce, toffee y algo más suave almíbar. Progresivamente este último crece, salpicado de miel, y se mezcla con una avalancha de frutas tropicales muy maduras: mango, naranja, etc. Al final el lúpulo estalla y se vuelve verde, y junto con con la gran cantidad de fruta se sitúan potentes notas de pino, cítricos y resina. Concluye en un amargor intenso, frutal, herbal y con un agradable calor alcohólico, dejando a su paso la garganta áspera, llena de recuerdos de clavo, naranja y más suave pimienta. Dentro de las Double IPA esta es una de las más completas para mi gusto, no dejan ningún aspecto descuidado y consiguen una cerveza redonda. Cuerpo, fragancia y sabor a raudales, sin embargo con suficiente equilibrio como para no saturar; es de las pocas cervezas de este estilo que sería capaz de tomarme varias seguidas. Suerte a los que se atrevan a intentar clonar esta maravilla en el concurso, la vais a necesitar.

NOTA:

sábado, 19 de septiembre de 2015

Mélmor Bière au Chouchen

MARCA: Mélmor
MODELO: Mélmor Bière au Chouchen
ESTILO: Blonde de chouchen (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia

CARACTERÍSTICAS: Esta fue la primera cerveza que bebí durante mi viaje a Bretaña, una rubia a la hidromiel elaborada por Warenghem, una destilería emplazada en Lannion, en el Norte de la región. Esta empresa comenzó sus andanzas a finales del siglo XIX produciendo Elixir d'Armorique, un licor obtenido a partir de la destilación de múltiples hierbas que ha sido galardonado en repetidas ocasiones. Posteriormente en 1967 la familia Warenghem se asoció con Yves Leizour, de origen bretón, y fue uno de sus descendientes, Gilles Leizour, quien tras tomar el mando de la destilería diversificó su negocio introduciendo nuevos productos, entre ellos chouchen, los primeros whisky bretones y cervezas.

Mélmor es una cerveza de un color dorado cristalino (si dijese "color miel" me vería obligado a suicidarme de forma inmediata), con una carbonatación bastante limitada que condiciona una espuma escasa, alimentada por 4 o 5 burbujas despistadas. Esperaba un aroma mucho más llamativo, pero la verdad es que su intensidad es bastante moderada, al igual que su dulzor. Se combinan en él malta sin tostar, bizcocho o galleta, suave mantequilla y recuerdos de manzana asada junto con evidentes notas de miel, como no podía ser de otra manera, bien integradas en el conjunto, y un delicado manto de lúpulo floral.

La entrada en boca es un poco despistada al principio por un exceso de efervescencia pero en pocos minutos se calma. El dominio en el sabor es sin duda de la miel y dulce malta, sin empalagar en ningún momento, y de nuevo aparecen recuerdos de bizcocho, algo más discretas galletas y frutas maduras, entre las cuales además de la manzana golden me parece distinguir membrillo. El final es cálido, de mínimo amargor, y con un punto de alcohol claro pero bien controlado. La hidromiel se hace más patente, e incluso a medida que se calienta la cerveza esto se acentúa todavía más, aunque a mí no me llegó a molestar en ningún momento. Esperaba las agradables notas ahumadas de la cerveza de chouchenn de Diaouligs que me regaló Pau y no las he encontrado, pero aún así me he quedado satisfecho con una cerveza original, quizá algo sencilla, pero bien hecha.

NOTA:

sábado, 12 de septiembre de 2015

To Øl Sur Amarillo

MARCA: To Øl
MODELO: To Øl Sur Amarillo
ESTILO: American Wild Ale (7'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Dinamarca

CARACTERÍSTICAS: Las Wild Ale americanas, también conocidas como Sour Ale, son cervezas de alta fermentación con un sabor marcadamente ácido, conseguido gracias al empleo de levaduras o bacterias como pueden ser Lactobacillus o Brettanomyces durante algún punto del proceso de elaboración. No es raro ver como se tiende a confundir o a agrupar incorrectamente estas cervezas junto con estilos clásicos en los que el sabor ácido también es frecuente, como pueden ser las Lambic y sus subtipos, las Berliner Weisse, las Gose o las Flanders Red Ale y Oud Bruin, pero hay que tener claro que tanto por su historia como por su método de elaboración y tipo de fermentación no existe ningún tipo de relación.

En los últimos meses/años este tipo de cervezas han conseguido una importante popularidad, gracias principalmente al tirón de las cerveceras norteamericanas, y gozan ahora mismo de un fiel séquito de seguidores, aunque es verdad que tampoco son pocos los detractores. Para la primera incursión del blog en este estilo he decidido optar por una de las fábricas modernas que habitualmente más satisfacciones me aportan, y que no son otros que los daneses de To Øl, y he elegido una de sus cervezas de la linea Sur ("ácido" en danés) en la que emplean el lúpulo Amarillo.

Es naranja amarillenta, algo velada al trasluz, con varias columnas de burbujas diminutas que ascienden con velocidad. Genera una tonelada de espuma esponjosa que se reduce casi dos tercios de su volumen en los primeros minutos, no obstante quedando una cantidad más que suficiente. En nariz se combina la alta intensidad aromática del lúpulo, dominado por hierba y fruta, esta última orientada con claridad hacia notas tropicales como mango o melocotón, con las especias picantes y la afilada acidez de las levaduras, que evocan al limón, suave pomelo y algún deje de madera, y notas cítricas algo más templadas del trigo crudo. De fondo queda un dulzor acaramelado que consigue modular un poco el conjunto.

El sabor comienza con una acidez moderada, relativamente frutal y con un punto lácteo, mientras de fondo quedan malta, cereal cocido y suave caramelo. A medida que avanza el trago la levadura gana presencia, emergen notas herbales, de granja y ligeramente terrosas, y se potencian cáscara de limón, pomelo, y más suaves uva blanca y manzana verde. Final amargo y astringente, lleno de levadura, lúpulo herbal y cítricos, con un medido toque de alcohol y especia picante. Es una buena cerveza, es refrescante y consigue un equilibrio muy bien ajustado entre el lúpulo y la acidez, sin estar este último sabor descontrolado en absoluto. De todas maneras no acaba de ser un tipo de cervezas que me apasione, no le encuentro la complejidad que caracteriza a algunos de los estilos tradicionales con sabores ácidos.

NOTA:

domingo, 30 de agosto de 2015

Bellerose Bière Blonde Extra

MARCA: Bellerose
MODELO: Bellerose Bière Blonde Extra
ESTILO: Bière de Garde (6'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia

CARACTERÍSTICAS: La Brasserie des Amis Réunis fue fundada en 1996 por el director de cine Claude Berri y varios actores franceses, entre ellos Gerard Depardieu, como agradecimiento a la ciudad de Saint-Amand-les-Eaux por su acogida durante el rodaje de la película Germinal, en la que todos participaron. Posteriormente, en el año 2002 pasó a denominarse Brasserie Saint-Amand-les-Eaux y finalmente, tras una breve interrupción de su actividad, adoptó su nombre actual: Brasserie des Sources. Son varias las cervezas que tienen en su repertorio, la verdad es que la mayoría no demasiado conocidas, con la excepción de la que voy a comentar hoy, que ha sido merecedora de varios galardones, entre ellos la medalla de oro de los World Beer Awards en la categoría de Bière de Garde.

Este estilo propio de la región Nord-Pas-de-Calais siempre me ha resultado muy interesante, y de hecho una de sus principales representantes, 3 Monts, se encuentra entre mis cervezas favoritas. Bellerose, sin embargo, es diferente a esta en bastantes aspectos y, pese a ello, me ha gustado bastante... y eso que odio todo lo diferente. Se viste de oro algo ambarino, con una gorro de espuma blanca de burbuja fina, cremosa como la espuma de un capuccino y potenciada por una marabunta de microburbujas. Su perfume es rico, variado e intenso. El primer golpe es de malta dulce y cereal, y poco a poco se evidencia un denso caramelo, untuoso, el cual se combina con recuerdos de azúcar candy y fruta madura, entre ellas pera, manzana golden y suave albaricoque. Al final es el lúpulo noble el que pasa a escena, herbal, ligeramente cítrico y frutal, potenciando el albaricoque y dando cabida a leves notas de clavo y canela.

En boca cambia la dirección a la que apuntaba el aroma, es mucho más sobria y seca de lo que esperaba, pese a lo cual tiene un pase agradable por boca y deja huella. El comienzo lo dirige un núcleo de cereal, frutos secos y malta sin tostar de dulzor muy limitado, rodeado de limón maduro, lichi y algún toque de naranja. La generosidad en el uso del lúpulo se hace patente a medida que avanza el trago, concluyendo con un amargor final cargado de este ingrediente, de carácter muy herbal, cítrico y con un importante deje mineral; la hierba se queda en su largo regusto, formando parte de una sequedad que incita a continuar bebiendo. La verdad es que es una elaboración muy peculiar: más fácil de beber, menos alcohólica y más lupulada de lo que acostumbran las Bière de Garde, me ha resultado interesante probarla y no me importaría repetir.

NOTA:

viernes, 21 de agosto de 2015

Olbea Helles


MARCA: Olbea Pilsner
MODELO: Olbea Pilsner Helles
ESTILO: Münchner Hell
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Durante el pasado 2014 vio la luz la cerveza Olbea, cuyo nombre hace referencia a los hermosos porches que se pueden encontrar en el centro de Salvatierra/Agurain, localidad en la que está emplazada la fábrica de esta marca. Se trata de una pequeña cervecera que se diferencia de la mayoría de las que han surgido durante estos estos últimos años en que producen, al menos por el momento, únicamente cervezas de fermentación baja. Actualmente elaboran dos distintas, una Bock y una Helles de inspiración bávara, siendo esta última a la que le voy a dedicar la entrada de hoy.

No sorprende su color, dorado brillante con algún matiz anaranjado, ni tampoco su ausencia de turbidez, indicativa de que ha sido sometida a filtrado. Hay últimamente cierta manía persecutoria con este proceso, pero a mí en principio me supone ningún problema: en este estilo es la norma y asegura estabilidad a una cerveza delicada por definición. De su espuma blanca alimentada por una carbonatación viva emana un intenso aroma que a mí me dejó de piedra pero en el buen sentido, puesto que es una copia de las mejores Helles de Múnich. Dulce malta, masa de pan y algo de bizcocho junto con toneladas de manzana golden, suave naranja madura y fruta tropical dirigen el olfato, añadiéndose un sutil toque de miel y el perfume floral del lúpulo.

En boca es sabrosa, no le falta cuerpo en absoluto, y la efervescencia está en el límite pero no llega a molestar. Comienza con malta, cereal marcado y suave masa de pan, aunque menos dulce que en el aroma. También son evidentes las frutas maduras pero su intensidad es menor, quedando la cerveza un poco menos redonda. A medida que avanza el trago aparece un sabor relativamente habitual en las cervezas artesanales nacionales que desluce la impresión definitiva, aunque tras dejarla reposar este parece camuflarse. Al final entra el lúpulo noble, floral y levemente terroso y herbal, el cual desencadena un amargor muy moderado, frutal, con un suave punto cítrico, y un toque de especia picante y alcohol un poco llamativos para el estilo. Se bebe rápido y disfrutando cada trago, y parece una buena compañera para charlas con colegas. No es perfecta, tiene sus limitaciones y se puede afinar más, pero el nivel es más que aceptable y el precio, inferior a los 2 euros, razonable. En cierto sentido me ha recordado a las primeras elaboraciones de Naparbier (y 2), y con lo joven que es esta fábrica pueden acabar haciendo cosas muy interesantes.

NOTA:

martes, 11 de agosto de 2015

La Corne du Bois des Pendus La Triple 10º

MARCA: La Corne du Bois des Pendus
MODELO: La Corne du Bois des Pendus La Triple 10º
ESTILO: Tripel (10% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: En el siglo XVII vivía Cornelius, un productor de cerveza que había alcanzado una gran popularidad gracias a una de sus elaboraciones, la cual nadie había sido capaz de imitar. Por desgracia su población fue atacada por bandidos, los habitantes huyeron al bosque y allí fueron ahorcados muchos de ellos, entre ellos él mismo. Sin embargo, antes de que esto sucediese Cornelius fue capaz de enterrar la receta debajo de un castaño, donde todavía sigue, y la leyenda cuenta que su espíritu sigue vagando por el bosque con la soga al cuello mientras repite que quien beba su cerveza recitando "Gloire à la corne, à Cornelius et a tous les pendus du bois, santé sans pitié" obtendrá la vida eterna. Me ha parecido llamativo tomar esta referencia para dar nombre a una marca actual, ya que este relato no es sino un adorno de la masacre de hombres, mujeres y niños llevada a cabo por tropas polacas, croatas y húngaras en el bosque de Anlier durante la Guerra de los Treinta Años, pensando que estaban en territorio francés.

Posiblemente no le habría hecho demasiado caso a esta cerveza en condiciones normales, pero la ultima vez que estuve en La Maison Belge de Madrid fue una de las recomendaciones que me hizo su amable dueño, así que decidí darle una oportunidad. Es de un color dorado brillante con una gran cantidad de espuma blanca esponjosa. Por su líquido ascienden en columna infinitas burbujas microscópicas hasta la superficie, de la que emana un perfume intenso y variado. En este se combinan toneladas de dulce malta sin tostar, masa de pan, suave cereal y frutos secos, junto con frutas maduras, destacando manzana golden y pera, aunque con otras como piña madura, naranja y leve limón en un segundo plano. Al final destaca el lúpulo floral, muy aromático, envuelto en marcada especia picante, cítricos y un toque de alcohol.

Lo que queda claro con esta presentación es que nos vamos a encontrar con una Tripel potente, y eso que, según sus responsables afirman, la han elaborado sin emplear azúcar candy sino sólo con malta. Esto se nota en el paso por boca, es especialmente densa y cremosa. Desde el inicio la dulce malta se presenta arrolladora, acompañada por masa de pan, cereal cocido y algo de miel, aunque en seguida es apoyada por intensas notas de manzana asada, naranja dulce, pera y suave piña, llegando a recordar al Cointreau gracias a la ayuda del picante y el alcohol. Final semidulce y de amargor claro, impregnado de flores, miel, fruta y un agradable calor alcohólico, y salpicado de pimienta y naranja. Si bien al principio puede resultar un poco dura, con algunos minutos de reposo los diferentes matices se integran, las estridencias se modulan y queda al final una cerveza compleja pero también muy delicada. Fascinante también conseguir esa fuerza y ese grado alcohólico sin utilizar azúcar. Una recomendación que comparto totalmente.

NOTA:
 

miércoles, 29 de julio de 2015

Rodenbach Grand Cru

MARCA: Rodenbach
MODELO: Rodenbach Grand Cru
ESTILO: Flanders Red Ale (6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Últimamente las cervezas de fábricas clásicas están ganando mucho protagonismo en mi despensa (además de en nuestro blog, como seguro habréis comprobado),  y de las dos cervezas que me tomo cada semana por lo menos una pertenece a este grupo, e incluso a veces ambas. No significa esto que lo nuevo no me guste, disfruto como un enano de cervezas de fábricas como Naparbier, De Molen, Nøgne, De Struise o Hitachino, pero cada día aprecio más la experiencia y el afinamiento que los años dan a las recetas. Brouwerij Rodenbach es una clara representante de esto que comento: cervezas respaldadas por casi 200 años de tradición, de un nivel inalcanzable para la mayoría de los productores. Y dentro de sus elaboraciones habituales posiblemente el mejor ejemplo para ilustrarlo sea la excelente Flanders Red Ale que voy a comentar hoy, fruto de la combinación de una cerveza joven con otra madurada durante 2 años en barrica de roble en una proporción 1:2.

Rodenbach Grand Cru es de color marrón roble con reflejos pardo-rojizos, siendo algo más oscura que la estándar de la marca. Forma una abundante espuma beige de burbuja fina, compacta a más no poder, aunque no aguanta demasiado tiempo. En nariz exhibe un aroma inconfundible, malta tostada y caramelo formando un núcleo, y a su alrededor gran cantidad de frutas rojas maduras, entre las que destacan cereza picota, caramelo de fresa, más suave frambuesas y bayas, y algún toque de uva negra madura. De fondo, presentes pero sin molestar, quedan las ásperas notas de la madera, una medida acidez cítrica con limón y arándanos, y leves recuerdos de vino rosado. (cómo se nota que me he navarrizado, esta comparación nunca la habría sacado antes) Un perfume muy fino, delicado, y terriblemente original. 

El comienzo en boca es ácido, bastante más de lo que sugería el aroma, aunque está bien respaldado por un cuerpo consistente y una importante cantidad de malta que se presenta en forma de frutos secos, principalmente avellana y nuez. Mandarina y limón son evidentes, pero están claramente superados por  cereza salvaje, fresa silvestre y más suave frambuesa y arándanos. A medida que avanza el trago se potencia la acidez y de esta amalgama de frutas emerge la madera, que seca la boca, y taninos, que se adhieren a las encías, mientras claros recuerdos de vino tinto y vinagre balsámico anegan el sabor. Al final, antes del afilado amargor, la fruta se libera y junto a la madera, notas herbales y especia se reafirman la cereza y los cítricos, apoyados en el tenue calor del alcohol y un deje de caramelo.Acidez marcada, potente en la garganta, pero que no le quita a esta elaboración ni un ápice de su equilibrio y la hace impresionantemente fácil de beber. Una cerveza muy completa y de una complejidad impactante, forma parte del grupo de elaboraciones clásicas que es necesario conocer para comprender un estilo, en este caso las Flanders Red Ale.

NOTA: