jueves, 6 de enero de 2011

St. Feuillien Cuvée de Noël

MARCA: St. Feuillien
MODELO: St. Feuillien Cuvée de Noël
ESTILO: Brune de Navidad (9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Esta cervecera debe su nombre a Feuillien, un monje irlandés que en el siglo VII fue a Europa a predicar el Evangelio, y que tuvo la mala fortuna de ser apresado en la zona en la que ahora está emplazada la localidad de Le Roeulx, torturado y decapitado. Sus discípulos construyeron en el lugar de su martirio una capilla, que en el año 1125 dio lugar a la abadía de Prémontrés, posteriormente conocida como Abadía de St. Feuillien de Roeulx. Durante siglos, los monjes de esta abadía han elaborado cerveza y, siguiendo su tradición, en 1873 la familia Friart comenzó a hacerlo, lo que dio lugar al nacimiento de varias marcas, entre ellas St. Feuillien.

Con esta cerveza comencé el 2011, y ojalá que mantenga el nivel, porque de las pocas cervezas navideñas que he cazado este año esta ha sido la que más me ha gustado. El aroma es impresionante, una mezcla redonda de malta tostada y caramelo con plátano maduro, pera y frutas oscuras, moderados recuerdos cítricos de curaçao, un toque importante de canela y picante, y mínimo de levadura. Pese a lo empalagosa que podría parecer toda esta mezcolanza, lo cierto es que está muy bien equilibrada y parece prometer una profundidad que cumple en el trago.

Su sabor es dulce, picante, similar al olfato, dominada por malta tostada, más leve caramelo y las mismas frutas maduras que menciono antes (especial énfasis de nuevo en pera y plátano, este último me sugirió que la cerveza pudiese llevar algo de trigo pero no era el caso), sin embargo este dulzor es compensado con maestría por el lúpulo herbal, que le suma además cierta acidez que recuerda algo al limón. Deriva todo esto en un final de amargor cítrico con un marcado carácter especiado, durante el cual el alcohol calienta el trago sin saturarlo, dejando un largo regusto donde se mezcla con fruta, hierba y notas de canela, dando una sensación cálida y reconfortante. De trago denso, cremosa a su paso por la garganta, para mi gusto una cerveza muy entretenida y que gustosamente volveré a disfrutar el año que viene.

NOTA:

martes, 4 de enero de 2011

Tienda en Madrid: La Maison Belge

Estas Navidades las he pasado en Madrid, aprovechando que ahora tengo un piso donde quedarme, sin embargo un par de semanas antes de salir de casa me asalto una duda, ¿habrá alguna tienda de cerveza interesante por allá, aparte de las estanterías del Corte Inglés? Porque cargar con más peso del que ya llevaba solo por beber cervezas distintas a las habituales me parecía un poco absurdo. Bastó unos minutos en la red para descubrir que acababan de abrir otro establecimiento de la Maison Belge en la capital, además muy cerca de mi casa, así que en cuanto me hube instalado no perdí un instante y me fui a echar un vistazo.

Ya había estado anteriormente en una de las tiendas de esta franquicia, concretamente en la que estaba en Pamplona y que llevaba Iker, actualmente al cargo de la cervecería Manneken Beer, por lo que más o menos sabía lo que me iba a encontrar: un local repleto de estupendas cervezas belgas, algo de alimentación de ese país y cantidades industriales de vajilla de las diferentes marcas... y fue exactamente lo que me encontré, la verdad es que es un gustazo cuando apuestas sobre seguro. Eso sí, también estaba en esa tienda esperandome una agradable sorpresa, una rica Pannepot que decidí llevarme en cuanto la vi, pues es una cerveza que no encuentro con facilidad.

Yo sobretodo iba en busca de cervezas navideñas pero el dependiente me avisó de que llegaba un poco tarde puesto que hacía ya un par de semanas que habían arrasado con casi todo. Solo quedaban varias botellas de 75cl, que para beberlas yo solo me resultan un poco excesivas (si hay que hacer un esfuerzo se hace, todo sea por la libertad de los pueblos oprimidos), y una St. Feuillien Cuvée de Noël, que gustosamente adquirí. No obstante tenía ganas de más, así que acabé por llevarme una Nostradamus, cerveza a la que todavía soy adicto, y su compañera de fábrica Caracole, una cavernosa Grottenbier por probar algo nuevo, y a la hora de elegir una Lambic el amable dueño me recomendó que me llevase una Cuvée René de Lindemans, y como las recomendaciones me gustan bastante eso hice.

Tras haber sido tratado realmente bien, con el dependiente dispuesto a ayudar todo lo posible y conociendo suficientemente los productos que vende como para poder aconsejar a cualquiera, me dispuse a pagar y me enteré de que existe la posibilidad de recibir una botella gratis cuando has comprado un total de 45 euros, suma de todas las visitas que hayas hecho al establecimiento en un periodo de tiempo indeterminado (creo). Y poco más puedo añadir, por supuesto pasaré más veces por allí cuando vuelva a la ciudad.


TIENDA: La Maison Belge
DIRECCIÓN: Paseo Santa María de la Cabeza, 42 Bis
POBLACIÓN: Madrid
PROVINCIA: Madrid

domingo, 2 de enero de 2011

Westmalle Trappist Dubbel

MARCA: Westmalle
MODELO: Westmalle Trappist Dubbel
ESTILO: Dubbel (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS:
El 22 de abril de 1836 el monasterio de Westmalle se convirtió en una abadía trapense. Desde entonces, los monjes han sido capaces de elaborar la bebida popular de la región, que bebían con sus comidas. Y en Flandes esto es... cerveza.
En 1921, los monjes decidieron dar a conocer su cerveza al mundo del comercio, por lo que las ventas aumentaron aún más. A principios de los '30s, una nueva sala de elaboración de cerveza entró en uso. Algunos edificios de la actual fábrica de cerveza fechan a partir de este período.
Durante casi 170 años, la cervecería ha utilizado sólo puros ingredientes: agua, malta, lúpulo, levadura y azúcar. Todo este tiempo se ha elaborado una cerveza 100% natural.

La Westmalle Dubbel es una cerveza Trapense de color marrón rojizo oscuro, que tiene una segunda fermentación en botella. Tras abrirla y oler un poco el interior de la botella me recordó a una cerveza tipo, como las estándar españolas (ambar, águila...), pero mi impresión cambió al probarla. Noté un sabor dulce e intenso, como a castaña. El sabor afrutado desemboca en un amargor final bastante interesante, dejando a la espuma, de un color como de café, deslizarse suavemente en el vaso. Tiene un 7% de concentración de alcohol, que no se notan demasiado, por lo que puede empezar a ser peligrosa, en caso de tener sed y unas cuantas Westmalle a mano...
Esta la compré junto con el señor Embracing, que se pilló otra, en el Corte Inglés de Zaragoza, y sale a 1 Euro con algo, por lo que es una cerveza que merece la pena en cuanto a calidad/precio.

Recomiendan dejar sin servir alrededor de un centímetro de cerveza en la botella que luego se puede beber, ya que es la base de la levadura, rica en vitamina B, y por lo que dicen limpia la sangre.

NOTA:





CARACTERÍSTICAS: Esta fue una de las primeras reseñas que hicimos en Hipos, cuando todavía rondábamos los 20 años, y además la comenzamos practicamente a la vez pues compramos la botella en el Corte Inglés un día que Sir Asf andaba por Zaragoza, no recuerdo ahora mismo con qué malvados propósitos. Llevaba un tiempo pensando en revisarla porque creía que entonces no había sabido apreciar la calidad de esta cerveza, a tenor de todas las alabanzas sobre ella que se pueden encontrar por Internet, y así de paso cambiar la horrible foto que puse.

Me gusta especialmente su aroma, con malta dulce, ciruelas y otras frutas oscuras como base, a lo que se suma manzanas, peras y chocolate con leche más secundario, y mínimos recuerdos de plátano y té. Está bastante lupulada, y esto se manifiesta con un frescor herbal que contrarresta magistralmente el dulzor, mientras un leve toque picante da el toque final necesario.

Malta tostada, caramelo y ciruelas forman de nuevo la base del gusto, pero ni de lejos tan dulce como suele ser habitual en una Dubbel, con bastantes matices ácidos. Van pasando por la boca distintos sabores con menor relevancia en el trago, manzana verde, chocolate, y al final se evidencia el alcohol, acompañado de una considerable dosis de picante, mientras un amargor marcado se introduce sin demasiados miramientos. Para mi gusto es de las Trapenses más flojas junto con Achel Bruin, juegan bien con el lúpulo para controlar el dulzor, pero les falta profundidad y cuerpo.

NOTA:

viernes, 31 de diciembre de 2010

Cervecería en Zaragoza: La Cebada

No son pocas las veces que en los comentarios de alguna reseña nos han recomendado La Cebada, una cervecería situada en la márgen izquierda del Ebro, en el 24 de la calle Caminos del Norte, aludiendo a la gran variedad de marcas que en este establecimiento ofrecen. Por desgracia yo vivo al otro lado del río por lo que muy a mano no me pilla, así que por falta de tiempo, aunque para ser sincero la pereza también tuvo algo que ver, todavía no había pasado por allí a explorar (se sobreentiende que con una cerveza en la mano). Sin embargo, bastó terminar examenes el 17 de Diciembre para estar allí el 18 por la noche, libro en mano y sediento tras un largo trayecto en bicicleta, dispuesto a comprobar las tan ensalzadas virtudes del local.

Con toda probabilidad no escogí el mejor dia para visitar el local puesto que nada más tomar asiento me percaté de que me había situado entre dos parejas que estaban entablando agrias discusiones (supongo que sobre la batalla de Waterloo) sin ninguna pinta de ir a resolverse en un corto periodo de tiempo, mientras un grupo cantaba canciones a coro en una de las mesas del fondo (cosa que por otra parte no me molesta en absoluto, de hecho me parece bastante lógico en un Sábado por la noche en España). No obstante esto no me impidió apreciar la maravillosa decoración del local, que es sin exagerar la mejor que he visto nunca en una cervecería, con estanterías repletas de botellas antiguas de todos los países, decenas de jarras de cerámica y multitud de artículos relacionados con el mundo cervecil; ni tampoco más adelante concentrarme en mi libro mientras disfrutaba de rica cerveza. Tampoco podría pasar sin mencionar las 3 o 4 neveras repletas de botellas de distintas marcas, desde Anchor, Flying Dog o Saranac pasando por De Molen, IV Saison, De Dolle y un larguísimo etcétera, que hicieron que se me iluminasen los ojos nada más verlas, infinitas copas de todo tipo, y una zona con una veintena de mesas donde se puede cenar cualquiera de los platos que se ofrecen.

En seguida me atendió el camarero, cuyo servicio y trato es en mi opinión uno de los puntos más fuertes de La Cebada por su amabilidad y su accesibilidad, y me preguntó qué quería tomar, tras lo cual me sugirió una cerveza de Navidad, a lo cual accedí sin pensármelo demasiado. La cerveza en cuestión fue Tongerlo Christmas, muy normalita y bastante ligera, pero aún y todo más que aceptable, que me sirvió para pasar un agradable rato enfrascado en Guerra y Paz (sí, todavía) Cuando la terminé el ambiente se había calmado por completo, pagué en torno a 4 euros por la cerveza y antes de irme charlé un rato con el dueño, que me comentó, entre otras cosas, que abrieron hace unos 3 años y que son varias las distribuidoras que les suministran, una de ellas La Maison Belge, la misma empresa que trabaja con la cervecería Manneken Beer de Pamplona.

En resumen, un local muy bien cuidado con una variedad de cervezas difícil de igualar, un servicio impecable y unos precios que, sin ser baratos, son los habituales para este tipo de cervezas. Tuve la mala suerte de escoger un día algo agitado, pero eso no empaña en absoluto la imagen del local, que bajo mi punto de vista es posiblemente el mejor de este estilo que existe en este momento en Zaragoza. Lo único malo que podría señalar es que la carta de cervezas no estaba del todo actualizada, cosa que no es demasiado grave, y que está permitido fumar, pero como esto último cambia en un par de días deja de ser un inconveniente. Con toda probabilidad volveré a visitarlo varias veces durante este nuevo año que comienza en apenas 5 horas, puesto que a pesar de la distancia merece la pena.

Por último, pido disculpas por las espantosas fotografías pero de todas las que tomé estas son las dos únicas medianamente aceptables, no estuve nada diestro con la cámara. En otra ocasión tomaré mejores, y así además mostraré algo más del interior de la cervecería.

CERVECERÍA: La Cebada
DIRECCIÓN: Calle Caminos del Norte, 24
POBLACIÓN: Zaragoza
PROVINCIA: Zaragoza

martes, 28 de diciembre de 2010

St. Georgen Bräu Fest Bier Fränkisch

MARCA: St. Georgen Bräu
MODELO: St. Georgen Bräu Fest Bier Fränkisch
ESTILO: Märzen de Oktoberfest (5'6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania


CARACTERÍSTICAS: Fastuoso regalo navideño del compañero de blog Embracing, consistente en un grupo de tres cervezas de distinta índole (St. Georgen Bräu, Old Foghorn y Saison Dupont) ante el cual no pude hacer nada salvo sonreir, pues su regalo, también consistente en cervezas, había sido consumido el día anterior en una alocada noche de celebración. Pero barajo nuevas opciones de compra que seguro repondrán su inocencia navideña perdida. O eso espero.

La primera de las cervezas que abrí en una de las cenas más copiosas, se trataba de St. Georgen Bräu Fest Bier Fränkisch, una oktoberfest. Desarrollada por la cervecera que lleva su nombre, St. Georgen Bräu, se dice que conserva el mismo proceso de elaboración desde 1624. Una cervecera que tiene una gran variedad de cervezas de todos los estilos.

La Fest Bier Fränkisch es de un limpio color dorado y cristalino, en el que se ven infinidad de burbujas que se aferran a las paredes del vaso y suben a la superficie, apresuradamente, formando una capa fina y burbujeante de espuma blanca. Su aroma es bastante floral, con presencia del lúpulo sobre todo y malta. En el trago entra con intensidad, denotando el sabor amargo, con base leve de malta y caramelo. Tiene un final seco y ágrio, sin pérdida de intensidad.

Me ha sabido correcta, sin grandes pretensiones, una cerveza disfrutable.

NOTA:

lunes, 27 de diciembre de 2010

Samichlaus Classic

MARCA: Samichlaus
MODELO: Samichlaus Classic
ESTILO: Doppelbock de Navidad (14% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Austria

CARACTERÍSTICAS: Si hay una cerveza navideña por excelencia esa es Samichlaus, la cerveza de San Nicolás, que se produce únicamente durante el día de este santo, el 6 de Diciembre, y se madura durante 10 meses antes de embotellarla. La encargada de esta labor es Eggenberg, la cervecera emplazada en el castillo austriaco que le da nombre, en activo desde el siglo XVII. Por si estas peculiaridades no fuesen ya suficientes, posee además una altísima graduación, llegando a alcanzar un ABV de 14%, lo que la convierte en una auténtica bomba.

No soy demasiado partidario de cervezas de tan alta graduación, quizá por malas experiencias anteriores, no obstante no había oído más que elogios acerca de Samichlaus, lo cual, junto a su curiosa historia, me hizo decidirme a adquirirla. Supongo que es por la cantidad de alcohol, pero nada más servirla la espuma desaparece por completo y por el líquido marrón rojizo no se ven casi burbujas, lo que le da un aspecto algo terrorífico, sin embargo el aroma, al ser bastante más ligero de lo esperado, tranquiliza bastante. Consiste en una mezcla de malta tostada dulcísima y mucho caramelo, con notas muy intensas de pasas y dátiles, azúcar moreno y té inglés más secundario, y un soplo importante de alcohol, muy evidente.

Me temía ya que mucho no me iba a gustar y así fue, aunque me esperaban algunas sorpresas. En boca es también extremadamente dulce, con malta dulce, dátiles, ciruelas pasas, azúcar quemado y caramelo desde el primer instante y con mucha fuerza, acentuando sobretodo las frutas, pero sin ser tan pesada y compleja como suponía, al contrario se bebe con relativa facilidad. El alcohol se va introduciendo de forma progresiva, curiosamente sin ser demasiado prominente en ningún momento, y forma un intenso regusto junto con dátiles, abundante picante y fruta madura, calentando la garganta. Para mi gusto es demasiado dulce y junto con la falta de carbonatación hace que parezca sirope, por otro lado controla bien el alcohol y pasa con facilidad... no repetiría, aunque tampoco me parece una mala cerveza.

NOTA:

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Oxit Blonde

MARCA: Oxit
MODELO: Oxit Blonde
ESTILO: Bière de Garde Blonde (5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia

CARACTERÍSTICAS: Y finalmente la tercera de las Oxit, la última cerveza que quedaba de las que me traje del país vecino. Con alegría puedo decir que no será la última francesa que tome en mucho tiempo, pues la amiga Jara vuelve por Navidad cargada de espumosas, de su estancia en Rennes.

He de decir que estoy completamente encantado con esta marca francesa. Esta última variedad, Oxit Blonde, ha sido la que menos me ha sorprendido, aunque no se ha quedado muy atrás. He de decir que las tres cervezas se mostraron impacientes a la hora de ser abiertas, pues todas se comenzaron a sobrar de manera espumosa un par de segundos después de entrar en contacto con el aire. Por suerte, eso no mermó su calidad. Como dije en la anterior, ya hablamos un poco de la historia de esta marca en el post de la Oxit Ambrée.

Esta cerveza de trigo tiene un color ambar claro bastante turbio, con espuma blanca no muy abundante pero que no llega a desaparecer, dejando una capa esponjosa en la superficie. Un aspecto muy habitual en estas cervezas de trigo. El habitual aroma afrutado a plátano, muy trigal, penetra en la nariz enseguida. Su sabor deja un matiz más ácido de lo habitual, con recuerdo de manzana y plátano, malta y caramelo. Pero no llega a un final apoteósico, como viene siendo habitual en cervezas de la talla de Franziskaner o Paulaner. Se queda un poco en camino, sin desmerecer los matices trigales que le confieren al sabor.

Es una buena cerveza, pero sin duda sufre el eclipse de las otras dos.

NOTA: