Oude Gewurztraminer Tilquin À l'Ancienne

MARCA: Tilquin

MODELO: Oude Gewurztraminer Tilquin À l'Ancienne

ESTILO: Gueuze con uva gewürztraminer (8'2% ABV)

PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Tilquin es la única Gueuzerie (o Geuzestekerij en flamenco) localizada en Valonia, más concretamente en la localidad de Rebecq, muy cerca del límite con Flandes. Fue fundada en el año 2009 por Pierre Tilquin, un bioingeniero que adquirió experiencia en Huygue, 3 Fonteinen y Cantillon, y goza ahora mismo de una gran reputación. Comercializa una variedad de cervezas inabarcable que incluyen todo tipo de ingredientes, lo que dificulta enormemente la elección, pero mi reciente pasión por los vinos de uva Gewürztraminer me hizo decantarme por esta. Fermenta con 250 g de esta fruta por litro, y posteriormente sufre una segunda fermentación en botella, alcanzando una graduación alcohólica elevada para este estilo de cervezas.

Luce un bonito color miel con reflejos cobrizos, de leve turbidez por la ausencia de filtrado, y con una membrana de espuma blanca, bastante abundante para lo habitual en el estilo. El aroma es potente, tiene malta, cereal crudo, algo de bollería, y mucha fruta. Entre estas la uva por supuesto tiene un papel relevante pero está junto con cítricos, bayas blancas y recuerdos de frutas de hueso y tropicales, estos últimos no tan habituales en las Lambic. Por último, también tiene bastante presencia la levadura salvaje y la madera, con los clásicos aromas de Brett y henoo, bastante afilados.

En boca tiene bastante efervescencia, también llamativo. La entrada la protagoniza el cereal crudo, algo de malta y, por supuesto, tiene también una acidez considerable desde el primer momento, en la que se detecta la uva blanca, con recuerdos de fruta de hueso y un deje tropical. Con el avance se refuerza la acidez, surgen afiladas notas de grosella y cáscara de limón, aparece también la barrica, de levadura salvaje y de granero, para concluir en un largo regusto mineral. Una cerveza excelente aunque, sobretodo en el sabor, hace falta estar fino para detectar la Gewürztraminer, que al final se puede confundir con los matices propios de las Lambic.

NOTA:

Barbãr Bok

MARCA: Barbãr

MODELO: Barbãr Bok

ESTILO: Brune (8% ABV)

PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Barbãr fue una de las primeras cervezas de importación que conocimos Alberto y yo hace ya un par de décadas, y recuerdo como si fuese ayer las botellas que bebimos, todas ellas venidas de Burgos. Tenía especial encanto el diseño, la jarra en la que se servía, y el dulzor era un atractivo más, en esa época en la que las belgas eran las reinas indiscutibles del mundo cervecil. Esta nostalgia, y no el convencimiento de que me fuese a gustar, fue la que me llevó a comprar esta Barbãr Bok, que salió a la venta por primera vez como cerveza de invierno en 1998, bajo el nombre Barbãr Winter Bok, aunque desde 2017 se comercializa todo el año.

No la había probado bajo ninguno de sus dos nombres. Me encontré una cerveza de aspecto elegante, con un bonito color marrón oscuro con reflejos granate, muy turbia, con medio centímetro de espuma beige grisácea, muy fina. El aroma es exuberante, rebosa malta, sirope de caramelo y chocolate, con notas de ciruelas y uvas pasas acompañando, quizá un tanto pasado de dulce.

Por desgracia son pocas las cosas positivas que puedo decir sobre el sabor. El trago empieza con un exceso de carbonatación que retrasa la entrada del sabor unos segundos. Cuando este entra lo hace en forma de malta dulce, caramelo y suaves tostados, aunque sin demasiada presencia. El amargor final es áspero, con hierba, notas quemadas y un punto de café, y es en el regusto donde la miel está más presente, aunque no me ha resultado demasiado agradable. No pude terminarla, no esperaba que me gustase tan poco.

NOTA:

Monográfico Bakalář

Bakalář es una marca muy conocida en República Checa (o Chequia, nunca me queda claro cuál es el nombre correcto), y que sin embargo fuera de sus fronteras se encuentra con cuentagotas. Se elabora en Pivovar Rakovník, en la ciudad del mismo nombre, que se encuentra en la región checa de Bohemia, de gran importancia en el mundo cervecero. La elaboración de cerveza en esta ciudad se remonta al siglo XV, cuando Ladislav Pohrobek o Holec, rey de Hungría y Bohemia y Duque de Austria, otorgó a la ciudad el "Mílové Právo" (Derecho de Milla), que garantizaba a los artesanos gremiales el monopolio de venta de sus productos en un radio de una milla alrededor de la localidad.

Tras la II Guerra Mundial fue nacionalizada y formó parte de varias empresas nacionales, hasta que en 1991, con la disolución de la URSS, fue privatizada. Esto tuvo un fuerte impacto en el negocio, teniendo que cerrar en 1997, y hasta 2004 no se volvió a elaborar cerveza en Rakovník, tras su adquisición por NT-Retex. En esta década cambió de manos entre grupos internacionales en varias ocasiones, sin que quede muy claro quienes son los actuales propietarios, y sin embargo afirman ser una de las pocas cerveceras industriales independientes que quedan en este país, afirmación un tanto cuestionable.

Su lema es "Unus papa Romae, unus portus Anconae, una turris Cremonae, una ceres Raconae" (Un Papa en roma, un puerto en Ancona, una torre en Cremona, una cerveza en Rakovník). En la actualidad se producen 4 marcas en esta fábrica: Bakalář, con 9 referencias distintas, Černovar Světlé y Černé, Pražačka, destinada a la exportación, y Staročeské. Y aquí presento unas cuantas:

- Bakalář Medový Speciál: Pilsner con miel de los bosques de Krivoklat añadida, que es capaz de dar un rol importante a este ingrediente pero sin eliminar el resto del conjunto. Es intensa, predomina el dulce pero el cereal está también muy presente, tiene bastante cuerpo y da una sensación oleosa. Una Märzen un tanto especial.

- Bakalář Světlý Ležák: sabrosa, bien cargada de cereal, pero fresca y de trago fácil. Gracias a una carga de lúpulo generosa termina en un amargor herbal y mineral bastante marcado. Perfecta compañera para el final de una tarde de primavera, a ser posible al aire libre.

- Bakalář Tmavá Desítka: de trago ligero pero con un sabor muy potente, en el que rebosa el torrefacto y el regaliz negro, llegando a coquetear con el ahumado. Una cerveza muy curiosa, hacía tiempo que no probaba nada que se le pareciese, y que me ha gustado mucho.

- Bakalář Za Studena Chmelený: cerveza estupenda, dry-hopping de Saaz a partir de una lager checa. Buena base de malta, cuerpo contundente, y una intensa mineralidad, envuelta en hierba recién cortada, que el aporta el lúpulo. Fresca, afilada, si alguien quiere saber exactamente como sabe el lúpulo Saaz, no hay mejor oportunidad. 

- Pražačka: poca espuma, poco aroma, y un dulzor artificial como de sirope que se acompaña a una ración de lúpulo sorprendentemente generosa. Está claro que es la línea modesta de la fábrica, no la recomiendo en absoluto. 

Por supuesto que hay mejores marcas en República Checa, no hay más que leer el blog de Pivní Filosof para asomarse a ese mundo inabarcable. Sin embargo, creo que Bakalář es una buena representante de las cervezas de este país que permite que los más neófitos nos hagamos a la idea de sus estilos.

Rothaus Tannen Zäpfle

MARCA: Rothaus

MODELO: Rothaus Tannen Zäpfle

ESTILO: Pilsener (5'1% ABV)

PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Ahora sí, última cerveza de Rothaus que me quedaba por comentar (exceptuando su Radler, que no tengo intención de probarla), la mítica Tannen Zäpfle, que podríamos traducir como "pequeña piña de pino", casi tan difícil de pronunciar como en alemán. Se comenzó a elaborar en 1956 y siempre se ha comercializado en formato de 33 cl, una medida poco habitual en esa región por aquellos años, lo que sin embargo no le impedió cosechar una gran popularidad. Además fue a partir de ella que Biergit, la mujer que sale en la etiqueta, se convirtió en el símbolo de todas las cervezas de esta fábrica.

Cerveza de color amarillo limón, cristalina, más pálida de lo que esperaba. La espuma es estupenda, blanca inmaculada, con una cantidad razonable y muy buena retención, alimentada por una carbonatación constante. En nariz es intensa, dulce y muy maltosa, con notas de cereal, masa de pan, bollería, galleta y algún recuerdo meloso. Por encima tiene un delicado aroma de lúpulo, herbal y especiado

En boca representa a la perfección lo que son las Pils alemanas, con una entrada con mucho cereal y malta. Al principio predomina el dulce, pero este se rompe por un amargor firme, que aporta notas herbales y de cáscaras de cítricos. Es una cerveza sabrosa, de trago fácil y generosa en el lúpulo, cuyo principal defecto es el no estar disponible en botella de medio litro.

NOTA:

Tensina Peña Telera

MARCA: Tensina

MODELO: Tensina Peña Telera

ESTILO: India Pale Ale americana (6'4% ABV)

PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Retomo las cervezas de esta fábrica del turístico (demasiado) valle de Tena con esta cerveza, que lleva el nombre de una popular cima pirenaica de algo más de 2700 metros situada al Oeste del embalse de Búbal. Se trata de una IPA de estilo americano elaborada con 6 variedades de lúpulo (Ahtanum, Cascade, Citra, Columbus, Mosaic y Simcoe), y que incluye además avena y centeno.

Luce un color entre miel y dorado, brillante, con bastante turbidez, posiblemente reforzada por la avena. Tiene una buena capa de espuma, cremosa como un merengue, ligeramente beige. Muy resultona en nariz, por supuesto también potente, tiene una base de malta, galleta y caramelo de toffee, pero lo que predomina es el lúpulo. Se combina la fruta, representada por naranja, albaricoque, piña y maracuyá, más suave melocotón y mango, con intensas notas de hierba fresca, pino y resina. Frescor máximo, los adictos al lúpulo estarán en su salsa.

En boca también funciona, la única pega que le veo es que la carbonatación es algo excesiva y al principio no deja expresarse del todo al cereal, con una efervescencia que a veces me resulta molesta. En seguida el lúpulo va al rescate y empieza a liberar frutas tropicales y de hueso, para en un segundo paso dejar hueco a los cítricos, la hierba y la resina. Amargor marcado, seco, verde y algo mineral, que apunta a Costa Oeste, y persiste varios segundos después de terminar el trago. Agradecería un poco más de presencia de la malta pero creo que en días de verano, quizá después de subir a Peña Telera, disfrutaría como un enano una jarra de esto.

NOTA:

Volfas Engelman Jubilienjinis

MARCA: Volfas Engelman

MODELO: Volfas Engelman Jubilienjinis

ESTILO: Pale Lager (5% ABV)

PAÍS DE ORIGEN: Lituania

CARACTERÍSTICAS: La cervecera lituana Volfas Engelman fue fundada en 1853 por Rafailas Volfas en Vilijampolé, un barrio de la ciudad de Kaunas. Durante la ocupación soviética de este país la empresa fue nacionalizada y posteriormente volvió a pasar a manos privadas, de igual manera que tantas cerveceras de esta zona. Producen en la actualidad varias decenas de cervezas distintas bajo marcas diferentes, entre ellas Volfas Engelman, Horn o 1410. Esta botella la compré en una tienda de alimentación del Este de Europa por pura curiosidad, simplemente porque ni me sonaba, y se trata de una conmemoración del 165 aniversario de la fábrica. La botella cuenta con la forma y los grabados que caracterizaban a las botellas de esta marca en los años 1927-1940.

El color sorprende y no para bien, es de un amarillo apagado, verdoso, aunque la capa de espuma no está mal, es blanca y mantiene medio centímetro. En nariz es casi imperceptible, tiene algo de malta, algo de cereal, un leve dulzor, y poco más. Podría llenar este párrafo con paja pero no, es lo que hay.

El sabor es igualmente neutro, de nuevo malta y cereal como principales notas. Amargor final artificial, nada estructurado, con recuerdos de mantequilla y agua sucia. Sensación acuosa, corta duración en boca. Una cerveza terrible, hacía tiempo que no caía ninguna así.

NOTA:

Sierra Nevada Big Little Thing

MARCA: Sierra Nevada

MODELO: Sierra Nevada Big Little Thing

ESTILO: Double IPA (9% ABV)

PAÍS DE ORIGEN: Estados Unidos

CARACTERÍSTICAS: En este blog siempre hemos tenido debilidad por Sierra Nevada desde que su Pale Ale nos volvió la cabeza del revés, allá por la prehistoria, y pese a que no es la fábrica que más de moda ahora mismo, casi todo lo que elaboran me suele gustar bastante. Hace poco tuve la suerte de poder pasarme por el outlet de Cervebel en Casetas de Ciriza, a unos 30 minutos de Pamplona, con la intención de arrasar con sus ofertas de Spencer Imperial Stout y Schneider Weisse Aventinus a menos de 1 euro la botella, y cuando Erik Coene me comentó que las cervezas que tienen de Sierra Nevada no han salido de cámara desde su producción me apeteció probar el frescor del lúpulo de esta IPA doble, así que me llevé una.

Está elaborada con un amplio repertorio de lúpulos, concretamente Cascade, Chinook, Columbus, Crystal, Idaho 7, Magnum y Mosaic, y tiene la peculiaridad de que el molido del cereal es especialmente intenso para aumentar la proporción de azúcares fermentables. De color dorado intenso, con un tono algo más oscuro que sugiere que la carga de malta va a ser importante, con una capa de espuma blanca de burbuja microscópica, con dedo y medio de grosor que se reduce a la mitad pero mantiene un aspecto bastante bueno. Sin sorpresas en nariz, aroma muy intenso con una buena base de malta, caramelo de toffee, gominola de corazón de melocotón, y sobre esta todo el lúpulo del mundo, resinoso, cítrico, destacando la mandarina, y sobretodo tropical.

En boca se presenta sedosa, con bastante cuerpo. La entrada es de malta dulce, masa de galleta y caramelo de toffee. Poco a poco aparecen intensos recuerdos tropicales, gominola de melocotón, refresco de naranja, chicle de maracuyá, antes de terminar en un final amplio, amargo, licoroso, con notas de pino, hierba recién cortada y resina, que se mantienen en el largo regusto, confirmando el frescor del lúpulo que me habían prometido en Cervebel. Me ha gustado mucho, una IPA de las de siempre con el sello de calidad de Sierra Nevada.

NOTA: