MODELO: La Trappe Tripel
ESTILO: Tripel Trapense (8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos
CARACTERÍSTICAS: Turno de una de esas cervezas de quedar bien, una riquísima ale trapense holandesa cuyo nombre tiene fama mundial: La Trappe Tripel. Creo que esta variedad es la más fácil de encontrar en algunas tiendas y supermercados, aunque la gama de La Trappe se extiende bastante. Sin dilación vamos a ver qué cuenta.
En vaso viste un color anaranjado levemente cristalino y carbonatación visible, que crea una espuma blanca, esponjosa, abundante y persistente durante un buen rato. Tiene un aspecto ligero, más transparente que lo habitual en este estilo. El aroma es una mezcla maltosa, floral, afrutada y tostada, con una base levemente ácida, como cítrica. Va preparando el trago, que es satisfactorio.
El sabor es muy agradable y ligera, aunque de igual manera intensa. No tiene tanta fuerza como la Quadrupel, pero presenta un torrente de matices que bien se hacen notar. Destacan notas afrutadas y cítricas, como a naranja y limón, con continuación de malta, lúpulo y caramelo. Es muy espumosa, quizás demasiado. El alcohol está presente durante el trago, aunque no demasiado. El retrogusto es vibrante y amargo.
Un gran ejemplo de buen hacer, aunque no me fascina completamente.
En vaso viste un color anaranjado levemente cristalino y carbonatación visible, que crea una espuma blanca, esponjosa, abundante y persistente durante un buen rato. Tiene un aspecto ligero, más transparente que lo habitual en este estilo. El aroma es una mezcla maltosa, floral, afrutada y tostada, con una base levemente ácida, como cítrica. Va preparando el trago, que es satisfactorio.
El sabor es muy agradable y ligera, aunque de igual manera intensa. No tiene tanta fuerza como la Quadrupel, pero presenta un torrente de matices que bien se hacen notar. Destacan notas afrutadas y cítricas, como a naranja y limón, con continuación de malta, lúpulo y caramelo. Es muy espumosa, quizás demasiado. El alcohol está presente durante el trago, aunque no demasiado. El retrogusto es vibrante y amargo.
Un gran ejemplo de buen hacer, aunque no me fascina completamente.
NOTA: