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sábado, 14 de mayo de 2016

Caulier 28 Brett Edition 2013

MARCA: Caulier
MODELO: Caulier 28 Brett Edition 2013
ESTILO: Blonde con Brettanomyces (7'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Caulier es una marca belga fabricada en De Proef Brouwerij, al igual que To Øl, y que hace gala de tener una larga tradición a sus espaldas. Parece que los inicios se remontan a 1842, cuando se fundó en Neufvilles, en el Oeste de Bélgica, la "Brasserie Du Pont de Londres". Cuando el dueño falleció y pasó a manos de sus hijos, en 1895, el nombre se sustituyó por Brasserie Caulier... y luego en su página web cuentan un montón de historias que terminan en una quiebra a finales del siglo XX, con lo que no me acaba de quedar claro cuál es la relación de todo este lio con la marca actual. 
Elaboran en el momento actual alrededor de 12 cervezas, 5 dentro de su serie Caulier 28, y se enorgullecen de que sus cervezas no tengan azúcar y un 30% menos de calorías que otras. Ya era hora de que alguien diese respuesta a la principal preocupación de todos los amantes de esta bebida, que me reserven 10 putos palés.

Caulier 28 es una ale belga a la que se le ha añadido Brettanomyces, siguiendo las modas actuales. Es de un color marrón pardo, rojizo al trasluz, de turbidez media. Al chocar con el vidrio desata una gran cantidad de espuma beige amarillenta, cremosa y muy compacta, que no deja duda del origen de la cerveza. Su aroma es muy frutal, irrumpe un torrente de manzana golden, fresa y algo de pera y albaricoque, con una lactosidad que evoca al yogur. En el fondo se detecta toffee, pan y levadura belga, mientras que el lúpulo cítrico y el Brett ocupan una posición más inestable, apareciendo y desapareciendo a golpes.

En boca entra con una textura cremosa y sedosa, con bastante malta, masa de pan y algún deje de caramelo. Al principio la fruta sigue un patrón similar al del perfume, con manzana, frutas rojas, plátano, pero a medida que avanza el Brett refuerza los cítricos y el sabor a establo o hierba, aunque con moderación, quedando una sensación agridulce. El final es amargo y especiado, con levadura belga láctea, lúpulo cítrico y un curioso toque salado. El contraste entre el dulzor propio de los belgas y el Brett es llamativo; quizá funcionaría mejor con una cerveza algo más ligera, pero el resultado es bueno. No obstante tampoco me parece nada especialmente interesante.

NOTA: