MODELO: Etxeandia Mari
ESTILO: Pale Lager con avena (5'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España
CARACTERÍSTICAS: Puesto que llevaba tiempo sin probar ninguna marca de la Península, en vísperas de un viaje a Bilbao me pareció buena idea intentar traerme alguna cerveza elaborada en la zona. Para ello consulté una de las páginas más útiles para esta tarea, Localbier, que me sirvió para poder localizar algunas botellas de Etxeandia, marca desconocida para mí hasta el momento, cerca de mi hotel. Esta empresa fue fundada por Jon Etxeandia, un guipuzcoano que afirma poseer una experiencia de más de 10 años en la elaboración de cerveza. Produce desde el 2011 en sus instalaciones de Urduliz, unos kilómetros al Norte de Bilbao, hasta 11 referencias distintas, entre ellas algunas tan originales Libe, con endrinas, o la Pumpkin Ale llamada Jean Laffita. Sin embargo, yo preferí empezar por lo sencillo y opté por Mari, una lager, y Lauaxeta, una negra.
De Mari, la que comento hoy, lo que más me sorprendió antes de abrirla es que se tratase de una Pale Lager y sin embargo contase con avena entre sus ingredientes. Al servirla se observa que es bastante turbia, y luce un color miel anaranjado protegido por una abundante espuma jabonosa. La mezcla de estos atributos la hace incluso parecida a una Weizen, aunque basta explorar su aroma para comprobar que no pertenece a este estilo. Este es particularmente frutal, cuenta con toneladas de naranja dulce, mandarina madura, algo más suave melocotón, pinceladas de fruta tropical e incluso algún toque de coriandro; e integrados en toda esta fruta están caramelo y malta dulce. Envuelve el conjunto de forma superficial lúpulo floral y leves recuerdos de miel, como broche de un perfume que no podía ser más prometedor.
Por desgracia la continuación en boca no mantiene, ni mucho menos, el nivel esperado. Lo primero que llama la atención es la carbonatación; desde el inicio y hasta casi el último instante un torrente de burbujas hacen casi imposible disfrutar del sabor por la potente efervescencia que provocan. Los escasos matices que escapan de esa marabunta gaseosa tampoco son especialmente apetitosos, se nota en un inicio frutas, con una importante carga de limón y más tenue albaricoque, especias y suave malta. Termina en un final bastante amargo y ácido, donde se detectan cítricos, hierba y un marcado carácter medicinal, incluso sulfuroso. A pesar de lo mucho que prometía al principio el resultado final no ha sido de mi gusto, el gas está totalmente descontrolado y el sabor no consigue alcanzar un volumen suficiente como para llenar el trago y resulta plano, quedando al final incluso algo vacío. En mi opinión, todavía les queda bastante camino hasta tener un producto bien afianzado, y posiblemente este debería haber sido el primer paso antes de lanzarse a elaborar tantos estilos distintos.
NOTA: