MARCA: Scheyern
MODELO: Scheyern Poculator
ESTILO: Doppelbock (7'6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania
CARACTERÍSTICAS: A pesar de que han pasado más de 10 años, todavía me acuerdo lo impresionado que me quedé la primera vez que probé la Helles de Scheyern, y desde entonces cojo todo lo que veo de esta marca. Estos últimos meses hay algunas de sus cervezas circulando por la Península, y yo no he perdido de probar esta Doppelbock de nombre desafortunado. Esta, al igual que otras de la marca Scheyern, se elabora fuera del monasterio en colaboración con la cervecera Tucher, de Nuremberg, al amparo de la sociedad Klosterbrauerei Vertriebs, con el director general de Tucher, Heinz Christ, y el bodeguero de Scheyern, el padre Lukas Christoph Wirth, que se encarga del control de calidad. La verdad es que es un gusto que esta información se proporcione de forma tan clara, en estos aspectos los alemanes tienden a ser poco amigos de la ambigüedad y el engaño.
Muy oscura, casi negra, aunque si se mira al trasluz se vuelve claramente rubí. Espuma no demasiado abundante, de color beige, con burbujas de distintos tamaños. El aroma es todo malta dulce y caramelo, acompañadas por también intensas notas de ciruelas, uvas pasas, chocolate y bizcocho. Otros matices habituales como los tostados o notas minerales del lúpulo noble quedan ocultos por este conjunto frutal y acaramelado, lo que sugiere que se va a posicionar entre los ejemplos más contundentes del estilo.
Sin embargo en boca cambia el enfoque, y esa golosidad exuberante detectada en nariz se corrige y queda una cerveza de trago muy limpio y equilibrado, aunque quizá no tan redondo como otras Doppelbock. Tiene de todo, entra con malta de tostado firme, pan negro y abundantes frutos secos, sobretodo nueces, que parecen caramelizadas gracias a un delicado fondo dulce de toffee, bizcocho de chocolate y té inglés. También hay frutas oscuras, no tan prominentes como en el aroma. El dulzor crece progresivamente, y al final se junta con marcados tostados e incluso notas de café sólo que sugieren que pueda haber algo de torrefacto, creando un amargor mineral, terroso, ligeramente cítrico y herbal, con un ligerísimo calor alcohólico. Muy buena Doppelbock, quizá no sea mi favorita pero el nivel es innegable, y por su equilibrio parece un buen ejemplo para iniciarse en el estilo.
NOTA: