MODELO: Pinta Jak W Dym
ESTILO: Bock ahumada (6'9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Polonia
CARACTERÍSTICAS: La cervecera polaca Pinta, fundada por Grzegorza Zwierzynę y Marka Semlę en el 2011, comenzó, al igual que muchas otras marcas, llevando a cabo la elaboración en las instalaciones de otra empresa, en su caso en las de Browar Na Jurze, una pequeña fábrica situada en Zawiercie, en el Sur del país. No cabe duda de que una trayectoria que ni siquiera alcanza el año es extremadamente corta, sin embargo esta falta de recorrido no les ha impedido arrasar en los premios de la cerveza polaca del pasado año ganando 7 de las 10 categorías, además de los premios a la "Mejor Cerveza" y la "Mejor Fábrica", hecho muy significativo incluso aunque se trate de un país con una tradición cervecil no tan extendida como otros.
Toda esta información la he recopilado estando ya en España y, puesto que la cerveza la tomé en Polonia, antes de atacar lo único que conocía era su aspecto, negro con reflejos rubí, cubierto por una espuma compacta pero poco persistente. El aroma resulta rarísimo, sobretodo si no sabes por donde van los tiros: sobre la dulce base de malta surgen intensas notas de moras, pasas y cerezas negras, con un suave punto de hierba y madera, pero acompañadas por un perfume algo desconcertante que recuerda al bacon, levemente teñido de humo. A estas alturas, quedaba claro que no podía ser otra cosa que una interpretación de una Rauch, aunque con el ahumado no tan potente como el de una Schlenkerla.
En boca es igualmente peculiar, a su paso resulta densa y cremosa, claramente inclinada hacia el dulce aunque sin desequilibrar la balanza, dominada de nuevo por malta tostada y frutas oscuras, con azúcar quemado, café y ahumados expresandose también con fuerza pero en un segundo plano. Termina con un final relajado de amargor ligero, bien provisto de humo, dejando un regusto mínimamente herbal y alcohólico. Es una cerveza a todas luces sorprendente, quizá un poco pasada de dulce pero no obstante suficientemente agradable como para no cansarse con la botella de medio litro. (lo cual no es poco)
Toda esta información la he recopilado estando ya en España y, puesto que la cerveza la tomé en Polonia, antes de atacar lo único que conocía era su aspecto, negro con reflejos rubí, cubierto por una espuma compacta pero poco persistente. El aroma resulta rarísimo, sobretodo si no sabes por donde van los tiros: sobre la dulce base de malta surgen intensas notas de moras, pasas y cerezas negras, con un suave punto de hierba y madera, pero acompañadas por un perfume algo desconcertante que recuerda al bacon, levemente teñido de humo. A estas alturas, quedaba claro que no podía ser otra cosa que una interpretación de una Rauch, aunque con el ahumado no tan potente como el de una Schlenkerla.
En boca es igualmente peculiar, a su paso resulta densa y cremosa, claramente inclinada hacia el dulce aunque sin desequilibrar la balanza, dominada de nuevo por malta tostada y frutas oscuras, con azúcar quemado, café y ahumados expresandose también con fuerza pero en un segundo plano. Termina con un final relajado de amargor ligero, bien provisto de humo, dejando un regusto mínimamente herbal y alcohólico. Es una cerveza a todas luces sorprendente, quizá un poco pasada de dulce pero no obstante suficientemente agradable como para no cansarse con la botella de medio litro. (lo cual no es poco)
NOTA: