MODELO: Ebulum Elderberry Black Ale
ESTILO: Gruit elaborada con bayas de sauco (6'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Escocia
CARACTERÍSTICAS: Por el momento he comentado 2 de las 5 "Historic Ales" que elaboran William Bros y puesto que, debido a lo interesantes que me resultan, tengo la intención de reseñarlas todas, he decidido continuar con esta tarea antes de mi escapada a Polonia destapando su Ebulum. Este tipo de Ale fue introducida en la cultura céltica por los druidas galeses y en su elaboración se emplean bayas de sauco, una planta de importante toxicidad a la que se le atribuyen propiedades tanto medicinales como mágicas, proceso que la William Bros Brewing Co. desarrolla siguiendo una receta recuperada del siglo XVI.
Es de color negro opaco, con escasos destellos rubí, coronada por una compacta espuma beige que curiosamente resulta mucho menos resistente de lo que aparenta, dejando en pocos minutos al líquido sin protección. En el aroma es muy prominente y domina con facilidad el torrefacto, con notas de cacao y café, aunque se ve obligado a enfrentarse a un dulzor de frutas del bosque y uva negra, probablemente aportado por las bayas, el cual poco a poco avanza hasta equipararse en intensidad al primero. En esta agradable disputa se funde lúpulo herbal y un punto firme de tabaco y ahumados, dando así un complejo e interesante perfume.
En boca también hay mucha presencia de las maltas oscuras, aportando un pronunciado gusto a café solo, ligeramente ahumado, en torno al cual se extienden recuerdos de bayas, moras, uvas y cacao, con pasas y ciruelas negras más de fondo, cuya función es endulzar el trago. Da la impresión de que el torrefacto va ganando fuerza, y sin embargo al final resulta ser la baya de sauco la que asciende y junto con el lúpulo herbal conducen el amargor final, acompañados de un intenso picante y una ligera calidez alcohólica, para quedar la baya copando el regusto, teñida por un suave deje de humo. Por supuesto es una cerveza original, de eso no cabe la menor duda, pero es también sabrosa y potente, demostrando así que a esta fábrica no les basta con hacer rarezas, sino que encima las hacen bien.
Es de color negro opaco, con escasos destellos rubí, coronada por una compacta espuma beige que curiosamente resulta mucho menos resistente de lo que aparenta, dejando en pocos minutos al líquido sin protección. En el aroma es muy prominente y domina con facilidad el torrefacto, con notas de cacao y café, aunque se ve obligado a enfrentarse a un dulzor de frutas del bosque y uva negra, probablemente aportado por las bayas, el cual poco a poco avanza hasta equipararse en intensidad al primero. En esta agradable disputa se funde lúpulo herbal y un punto firme de tabaco y ahumados, dando así un complejo e interesante perfume.
En boca también hay mucha presencia de las maltas oscuras, aportando un pronunciado gusto a café solo, ligeramente ahumado, en torno al cual se extienden recuerdos de bayas, moras, uvas y cacao, con pasas y ciruelas negras más de fondo, cuya función es endulzar el trago. Da la impresión de que el torrefacto va ganando fuerza, y sin embargo al final resulta ser la baya de sauco la que asciende y junto con el lúpulo herbal conducen el amargor final, acompañados de un intenso picante y una ligera calidez alcohólica, para quedar la baya copando el regusto, teñida por un suave deje de humo. Por supuesto es una cerveza original, de eso no cabe la menor duda, pero es también sabrosa y potente, demostrando así que a esta fábrica no les basta con hacer rarezas, sino que encima las hacen bien.