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viernes, 11 de agosto de 2023

De Molen Heen & Weer

MARCA: De Molen
MODELO: De Molen Heen & Weer
ESTILO: Tripel (9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: Las cervezas de De Molen las tengo bastante descuidadas a pesar de que hubo una época en la que las bebía con frecuencia. Es curioso porque además no necesitaba novedades y rotando entre Vuur & Vlam, Rasputin y Hel & Verdoemenis estaba más que satisfecho. Casi por nostalgia últimamente he decidido repasar su catálogo, y este verano le ha tocado el turno a esta cerveza cuyo nombre significa "Atrás y Adelante".

Es una Tripel algo oscura, de un color ambar anaranjado, y totalmente cristalina. Al servirla surge una buena capa de espuma blanca y con el paso del tiempo persiste medio dedo sin dificultad. Aroma de intensidad media, predomina el dulzor, con malta, galleta y frutas de hueso infiltradas por lúpulo herbal y tropical, dejando en un segundo plano azúcar candy y levadura belga.

En boca es una cerveza redonda y golosa, con mucha malta, caramelo, galleta, melocotón en almíbar y naranja confitada, con algún deje tropical. Hacia el final aparece un amargor marcado, verde, cítrico, pero que sin embargo la malta es capaz de dominar e integrar, con una buena carga de lúpulo americano que resalta la fruta. Alcohol perceptible pero no molesto, salpicado de pimienta y clavo, que le da un carácter licoroso al largo regusto. Independientemente de a quién pertenezca De Molen ahora mismo creo que esta es una buena receta para una Tripel con un punto de modernidad.

NOTA:

jueves, 10 de febrero de 2022

De Molen Keulen & Aken

MARCA: De Molen
MODELO: De Molen Keulen & Aken
ESTILO: Weizenbock (9'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: Aunque ahora ya nos hemos acostumbrado a su existencia, hace no tantos años De Molen era un referente a nivel mundial del fenómeno de la cerveza artesana. Esta fábrica, que debe su nombre al molino De Arkduif en el que se encontraban sus instalaciones originales, fue fundada por Menno Olivier en el año 2004. Su popularidad fue creciendo gracias a cervezas de excelente reputación como Hel & Verdoemenis, Vuur & Vlam, Amarillo o Rasputin, posicionándose entre las mejores cerveceras del mundo en diferentes listados, mientras algunas de sus elaboraciones recibían premios de reconocido prestigio. En el momento actual forma parte del gigante empresarial Swinkels, antes conocido como Bavaria, quien adquirió el 35% de la compañía en 2015 y el resto en el 2019, aunque según el equipo de De Molen sin forzar ningún cambio en el funcionamiento de sus instalaciones ni, por supuesto, en la calidad de las cervezas.

He bebido unas cuantas De Molen en mi vida, algunas repito con frecuencia, pero esta no la conocía hasta la fecha. Se trata de una Weizenbock, estilo que me gusta mucho, con unos respetables 9.2º de alcohol, y que tiene alguna versión envejecida en barrica tanto de vino como de bourbon. Es de un color oro brillante, más cercana a Weizenbock más claras como Vitus, casi totalmente opaca y con 2 dedos de una espuma blanca cremosa. En nariz no es excesivamente expresiva, se presenta sobretodo con malta cruda y toffee, y también son claras las notas de plátano y levadura. Más de fondo está manzana golden, un punto cítrico y delicado lúpulo terroso y herbal. No está mal pero tampoco es que acabe de definir del todo, y cuando la abrí empecé a temerme un intento fallido de emular un estilo alemán.

Nada más lejos de la realidad, en boca sale airosa del lance, siendo una cerveza bastante fiel al estilo aunque algo subida de potencia. Es de cuerpo más bien alto, con una textura cremosa, en parte gracias al trigo malteado. Igual que el aroma, empieza con abundante malta y caramelos de toffee, también destacan frutas muy maduras, entre ellas dulce de membrillo, plátano, manzana golden y algo de pera. Hacia el final salen notas de melocotón y miel, se potencia el plátano, y surge un amargor con el calor del alcohol, una acidez de naranja madura, especia picante, suaves minerales y hierba, quedando la fruta en el larguísimo regusto. Una cerveza de mucho nivel, quizá algo menos delicada que referencias alemanas, pero a cambio de ello es directa y potente, sin transgredir el equilibrio.

NOTA:

viernes, 29 de mayo de 2015

FFdA #7: De Molen Mühle & Bahnhof Barrel Aged

MARCA: De Molen
MODELO: De Molen Mühle & Bahnhof Barrel Aged
ESTILO: Gose (9'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: Me resulta fascinante cómo el #FFdA se consiguió establecer como un evento clásico desde su primera edición, con más participantes en cada convocatoria, habiendo llegado hasta el punto de que ya varios meses antes de la fecha correspondiente mi cabeza empieza a plantear cuál de las cervezas que llevan más tiempo en mi despensa va a ser la candidata para la ocasión. Por eso, y antes de desarrollar mi aportación a esta séptima edición, quiero agradecer a Joan Birraire su propuesta y desear una larga vida a esta divertida (y útil) iniciativa.

Las últimas cervezas que he presentado al #FFdA han tenido la mayoría origen norteamericano, o al menos un marcado carácter de este país, así que tenía la intención de cambiar esta vez de orientación y centrarme en el viejo continente. Al final me decidí por una botella de Gose, una variedad de cervezas originarias de Goslar, al noroeste de Leipzig, que se caracterizan por estar elaboradas con el agua salada que ocupaba los acuíferos de la región, además de cilantro. Inicialmente parece que el proceso de fermentación se llevaba a cabo con levaduras salvajes, pero posteriormente los elaboradores pasaron a emplear levaduras de fermentación alta y bacterias lácticas para conseguir el sabor ácido característico.

Mühle & Bahnhof es la versión añejada en barrica de Matthias & Menno, una Gose fruto de la colaboración entre los neerlandeses de De Molen y Matthias Richter, maestro cervecero de una de las pocas fábricas que producen este estilo en la actualidad, Bayerischer Bahnhof. Es una cerveza muy turbia, de color marrón rojizo, parduzca, y apenas genera espuma al servirla, únicamente quedan burbujas gruesas en periferia. Su aroma es rarísimo; recuerda al Pedro Ximénez, es dulzón, se nota denso caramelo, malta tostada, melaza y algo más suave almíbar y frutas oscuras, y sin embargo, dentro de esta mezcla propia de un Barley Wine se oculta una acidez láctica, con notas de manzana verde, leve naranja, siendo incluso algo salada.

Y si para el olfato era desconcertante, su sabor no tiene nombre. Aparece una chispa de caramelo y malta, y después domina una acidez láctica, cítrica, con aspereza de la madera y algo de lúpulo herbal. Por último irrumpe la sal, mucho más potente de lo que esperaba, y dirige el final del trago, limitada por un amargor y acidez más secundarias, y rodeada de notas de madera, naranja, limón, especia picante y recuerdos de brandy. Regusto largo, ácido y salado por igual, y con un medido calor alcohólico que se agarra a la garganta y el estómago. Más allá de que el estilo es raro, esta cerveza me ha resultado excesivamente estridente y los diferentes matices no demasiado bien ensamblados, no tendría ningún interés en repetir. No obstante, como candidata al #FFdA creo que ha jugado un buen papel.

NOTA:

domingo, 20 de octubre de 2013

De Molen Vuur & Vlam

MARCA: De Molen
MODELO: De Molen Vuur & Vlam
ESTILO: India Pale Ale americana(6'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: Hemos hablado en un par de ocasiones de la holandesa De Molen, una de las fábricas más valoradas y respetadas de la actualidad, responsables de la creación de varias decenas de cervezas distintas. Curiosamente, las dos referencias de esta fábrica que hemos valorado han sido dos de sus rarezas creadas en colaboración con otras empresas, sin haber dedicado hasta el momento ninguna atención a sus elaboraciones clásicas. Hoy vamos a romper esta racha con Vuur & Vlam, "Fuego y Llama", una IPA elaborada con 5 tipos de lúpulo y que está tan firmemente establecida como para que varias fábricas hayan su propia versión, entre ellas los inconmensurables noruegos de Haandbryggeriet o los británicos Marble.

El Domingo pasado, habiendo decidido dedicarme únicamente al ocio tras una semana bastante cargada en el ámbito laboral, me pareció un momento perfecto para volver a exponerme a esta cerveza. Viendo su color naranja con pinceladas de amarillo, bajo una espuma del color de una camisa ajada y densa como el cemento, empecé a recordar a qué me iba a someter. Pocas cervezas he conocido que desprendan un aroma de tanta intensidad como esta, especialmente refrescante gracias a la combinación de limón, naranja y hierba, con algún toque de menta, y en un segundo plano frutas tropicales con dejes de resina. De soporte sirve la malta dulce, disimulada por la acción de los lúpulos, que aportan también afilados toques de especias.

Prácticamente no me hacía falta ni probarla, pero nada del mundo, salvo quizá un Tyrannosaurus con un rifle, iba a impedir que la disfrutase como un enano. Era tan cremosa como la recordaba, a un nivel muy similar a la Pale Ale de Nøgne Ø o a una buena cerveza de cask. La malta dulce es mucho más clara en boca, junto con caramelo, albaricoque, nueces, toques de almendra, aunque eso sí, siempre está envuelta por el lúpulo americano, que durante la primera mitad del trago se mantiene algo aletargado.Y si mientras está en calma es de todas maneras imposible no detectarlo, cuando arranca deja en el fondo todos los demás sabores, inundando las papilas de intensas notas de cítricos, hierba, pino y algo más suaves frutas tropicales y especias. Queda al final algo de alcohol en un regusto de amargor marcado, aunque moderado por el dulzor de la fruta tropical. Cerveza fundamental donde las haya, bien encajada dentro del estilo pero lejos de las bombas de lúpulo que tan de moda están. Ya estoy pensando en cuándo la voy a poder volver a tomar.

NOTA:

sábado, 11 de mayo de 2013

De Molen / Zombier Hierba & Tierra

MARCA: De Molen / Zombier
MODELO: De Molen / Zombier Hierba & Tierra
ESTILO: Double IPA con romero (9'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: De la colaboración entre la fantástica cervecera De Molen y Zombier, una de las distribuidoras más activas de España, nació este año una IPA doble elaborada con romero. Su nombre, muy distinto a los impronunciables títulos a los que nos tiene acostumbrados esta fábrica holandesa, se decidió a finales de Julio mediante votación popular de entre una preselección de nombres en castellano, como homenaje a esta especia tan habitual en la cocina mediterránea. Salieron pocas unidades a la venta, pero tuve la suerte de tener hueco para un pedido a la tienda online justo cuando aún tenían unas botellas en stock, así que felizmente me lleve a botella a casa para probarla.

De un bello color marrón, con trazas de amarillo y naranja, revela una leve turbidez al trasluz, consiguiendo junto con su espuma beige, de burbuja pequeña y compacta, un aspecto perfecto, como es habitual en las cervezas de esta fábrica. Al acercar la copa irrumpen en la nariz aromas frutales a más no poder, mezcla de naranja dulce y un toque de limón con mango y maracuyá, sobre un lecho de malta, caramelo suave y un deje de miel. No falta el lúpulo, cargado de flores y clavo, que se junta con un perfume muy llamativo, supongo que aportado por el romero, que recuerda a jengibre más que a otra cosa. La verdad es que resulta curioso, jamás habría sospechado que esta planta pudiese dar esta clase de matices.

En boca es tan explosiva como en el aroma, la intensidad es máxima. No cabe duda de que las frutas tropicales están ahí, pero parecen derrotadas por los cítricos, con especial énfasis en naranja y limón, y el sabor del romero/jengibre, que colabora con ese toque tan curioso que hace de esta una IPA muy diferente a cualquier otra. Sin embargo es esta originalidad la que me acaba cansando y la segunda mitad de la botella se me hace un poco cuesta arriba; reconozco que no tengo mucho aguante para el jengibre. Durante el trago mantiene de fondo, incluso más sutil, malta dulce, pan y toffee, para terminar en un final de amargor marcado, aunque quizá no tan extremo como esperaba. Durante este libera notas de cítricos, hierba y especias, antes de dejar un leve recuerdo del romero, que queda en la boca durante largo tiempo adherido a la sequedad de rigor. Sin detectar ningún error grosero en la cerveza, y pese a no haberme desagradado, no encuentro nada que me enganche como para repetir. No me ha convencido del todo, la verdad.

NOTA:
 

jueves, 28 de marzo de 2013

De Molen / Revelation Cat Milk Mild

MARCA: De Molen / Revelation Cat
MODELO: De Molen / Revelation Cat Milk Mild
ESTILO: Mild Ale con lactosa (3'5 % ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: Las Mild son estilo tradicional de "Ale" británica, cuyo origen se remonta hasta hace varios siglos. Originalmente se trataban de cervezas frescas, en contraste con aquellas maduradas en barrica, y gozaban de una gran popularidad; sin embargo en la actualidad están mucho menos extendidas y se caracterizan más bien por ser "ales" oscuras, con mucha presencia de tostados y  baja graduación alcohólica, con frecuencia inferior a 4º. Hacía un par de años que no tomaba una Mild, concretamente desde que probé Black Cat de Moorhouse's en The Gunmaker's de Clerkenwell, y la verdad es que tenía muchas ganas de repetir porque entonces me fascinó.

Esta, sin embargo, no es tan tradicional. Nace de la colaboración de Alex Liberati de la italiana Brasserie 4:20 y Menno Olivier de De Molen, y tiene la peculiaridad de contar con unos 10 g de lactosa en cada botella que, gracias a que no es un azúcar fermentable, aporta un dulzor poco habitual en este estilo. Luce un color marrón roble, muy oscuro y turbio, con reflejos rojizos, generando al servirla una espuma beige, fugaz, que deja una membrana en la superficie. El aroma es fácil de detectar desde la distancia, curiosamente al acercar la nariz parece volverse más sobrio, compuesto por malta muy tostada, almendra caramelizada, nuez y avellana. Se adorna con un toque afilado de café negro, té y sirope, sobre un fondo de frutos rojos, dando como resultado un perfume de dulzor muy moderado, que podría recordar a una versión gentil de una Old Ale.

El sabor es muy similar, una mezcla de café, malta muy tostada incluso con algún resquicio de torrefacto, y un punto de caramelo, rodeada por una delicada envoltura de frutos secos, cerezas, ciruelas y moras. El final es bastante menos amargo de lo esperado, con un dulce carácter lácteo que no sé si tiene algo de sugestión, y que se acompaña de malta, suave chocolate con leche, frutas maduras, recuerdos terrosos y herbales, y un mínimo punto ahumado, perfecto para terminar de redondear una cerveza muy conseguida. Echaba de menos este tipo de cervezas, y a pesar de la originalidad esta no me ha defraudado en absoluto, aunque posiblemente habría agradecido botella de medio litro. Sabrosa, delicada y bastante compleja, como para buscarla de propio.

NOTA: