MODELO: Gulden Draak Imperial Stout
ESTILO: Quadrupel (12% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica
CARACTERÍSTICAS: Siempre pensé que nuestra pasión por Gulden Draak no se debía más que a una fijación adolescente, alimentada posiblemente por el interés que tanto Alberto como yo compartimos por el metal vikingo. Sin embargo han ido pasando los años, esta cerveza sigue inamovible en su pedestal y cada vez que la encuentro, o a cualquiera de sus variantes, las disfruto como el primer día. El lanzamiento de esta nueva edición me pilló bastante de sorpresa, y de hecho me enteré de pura casualidad... eso sí, cuando supe que estaba en La Vinoteca, apenas me costó unas horas presentarme en la puerta para coger alguna botella.
Al servirla tiñe la copa de negro, aunque al trasluz muestra un color marrón pardo, algo rojizo. La espuma es la esperable de una cerveza belga, densa y resistente. En nariz es muy potente, aunque no recuerda demasiado a una Imperial Stout. Irrumpen toneladas de malta tostada dulce, sirope de caramelo, y a la misma altura moras, higos y ciruelas negras maduras, con recuerdos licorosos. El torrefacto propio del estilo se nota de fondo, con notas de café solo, e incluso un leve recuerdo de humo y goma.
De cuerpo completo, se presenta con dulce malta tostada, mucho caramelo, frutas oscuras confitadas (mora, ciruelas, guindas, arrope), y más suave sirope de chocolate. De fondo quedan claras notas de torrefacto, licor café, y un toque de regaliz y cacao, acompañadas por un alcohol que no se esconde pero tampoco molesta, apaciguado por el azúcar candy. Una intensa carbonatación de burbuja fina le da ligereza, alivia el trago. Termina en un amargor leve y algo enólico que puede recordar a vinos dulces, con frutas oscuras, levadura belga y una generosa carga de especia picante, sobretodo pimienta y clavo, que atacan en la garganta. Al final queda un largo regusto que recuerda al brandy, cierre perfecto de una cerveza potente pero bien domesticada. Me parece imposible clasificarla como una Imperial Stout, me parece más una Quadrupel belga con algo de torrefacto, pero tanto da... lo que importa es que está francamente buena. Quizá no llega al nivel de la original o su Brewmasters Edition, pero repetiré encantado si la vuelven a sacar otro invierno.
NOTA: