Tucher Original Nürnberger Rotbier

MARCA: Tucher

MODELO: Tucher Original Nürnberger Rotbier

ESTILO: Nürnberger Rotbier

PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Tucher es actualmente una de las grandes cerveceras de Nuremberg, y su publicidad es fácil de ver por toda la ciudad. Fue fundada en el año 1672 y durante varios siglos fue propiedad estatal, llevando el nombre de "Städtische Weizenbräuhaus" o "Königliches Bräuhaus". En el año 1855 fue vendida a la fundación Dr. Lorenz Tucher, se rebautizó como Freiherrlich von Tucher'sche Brauerei, y fue entonces cuando la marca incorporó el escudo de armas de la familia Tucher. En las siguientes décadas la empresa fue objeto de múltiples fusiones y compras, hasta acabar en manos de sus actuales dueños: el grupo Radeberger, parte del gigante Oetker. A pesar de pertenecer a una gran empresa, esta fábrica es la responsable de la elaboración de varias marcas de buena reputación además de Tucher, entre ellas Scheyern, Zirndorfer o Lederer.

Fieles a sus raíces tienen en su catálogo esta Rotbier, estilo propio de Nuremberg y casi exclusivo de la zona, que cuenta además con un cierto envejecimiento en barrica de roble. No es tan roja como en los anuncios de la marca pero no cabe duda de que este es el color que predomina, más bien mate, con una espuma impecable, cremosa, homogénea y resistente, tirando hacia el beige. En nariz es elegante, calmada, dulce pero comedida, con predominio de malta y masa de pan, más suave toffee y galleta, dejando manzana y cereza picota en un segundo plano. Lúpulo tiene (aparentemente) pero cuesta encontrarlo.

La sensación en boca es similar, de tranquilidad y relax. De cuerpo medio, la baja carbonatación potencia su redondez y da una textura sedosa, casi oleosa. Similar al aroma, predomina una malta de tueste ligero con notas de pan, grano, manzana golden y algo de bollería, inclinando la balanza hacia el dulce. Se nota un poco de grano de café de fondo, y esto enlaza con un final algo más abierto, de amargor delicado con notas minerales y cítricas, que abre un regusto largo, levemente astringente. Gran equilibrio para una cerveza que, a pesar de estar producida por un gran grupo, sugiere mucha tradición detrás.

NOTA:

Rittmayer Hallendorfer Rauchbier

MARCA: Rittmayer
MODELO: Rittmayer Hallerndorfer Rauchbier
ESTILO: Dunkel Lager ahumada (5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Lo reconozco: soy adicto al humo, y por ese motivo Rauchbier que veo, Rauchbier que pruebo. En este caso además la marca responsable era la francona Ritmmayer, que tantas alegrías me ha dado este año, por lo que la compra era obligatoria. Las referencias de este estilo que llegan a España son principalmente las de Schlenkerla y algunas interpretaciones de fábricas modernas, con lo que la intensidad del ahumado suele ser muy alta. Sin embargo, a medida que uno va conociendo más marcas tradicionales se da cuenta de que, como es habitual en la cerveza alemana, se busque el equilibrio por encima de todo y el ahumado tienda a ser delicado y perfectamente integrado, como es el caso de esta.

Es una Dunkel de un bonito color marrón roble, brillante, con un dedo de espuma grisácea. En nariz es golosa, con malta, caramelo de toffee y un punto de galleta, a lo que se unen frutas oscuras, principalmente ciruelas. Envolviendo todo, aunque sin saturarlo, se encuentra un ahumado como de brasa, que transporta inmediatamente a una habitación con chimenea, donde por otro lado me habría encantado beberme esta cerveza.

En boca es más ligera que otras referencias, chispeante, invita al trago largo. Se presenta con un tostado no demasiado intenso, malta, pan integral y cereales. El dulzor es mucho más discreto, apenas representado por un punto de galleta y manzana golden. Amargor final marcado en el que el lúpulo noble imprime un carácter mineral, ligeramente cítrico, y es aquí donde se nota principalmente el delicado ahumado, que se prolonga hasta el regusto. Buena Rauchbier, quizá el humo tenga menos presencia de lo que me gustaría pero es cuestión de gusto personal. El caso es que hacen de maravilla el tipo de cerveza que quieren hacer.

NOTA:

Chimay 150

MARCA: Chimay

MODELO: Chimay 150

ESTILO: Ale Dorada Fuerte Trapense (10% ABV)

PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Cuando empezamos este blog éramos unos fieles consumidores de Chimay, y desfilaron por aquí todas las cervezas de la fábrica que estaban a la venta por aquel entonces, que eran tan sólo tres. Han pasado desde entonces 10 años, y en este tiempo Chimay ha sacado a la venta 3 referencias más, que hasta ahora no había encontrado el momento de reseñar aunque sí que he podido probar alguna. La protagonista de hoy es Chimay 150, que salió a la venta en el año 2012 y cuyo nombre hace referencia al 150 aniversario de la fábrica que se cumplió ese año.

De estilo de otras rubias fuertes belgas como Duvel o Judas, es de un color dorado mate y completamente turbia. con la espuma esperable para este tipo de cervezas: blanca, abundante, cremosa, compacta y con un firme agarre al vidrio. El aroma me dejó claro que tenía un poco olvidado cómo son las cervezas belgas, puesto que no podía dejar de prestar atención a la levadura, con mucha más presencia que en cervezas de otras regiones. Esta se entrelaza con la malta dulce, pan, galleta y frutas como manzana golden, plátano y más suave pera. El lúpulo, con sus notas florales y melosas, termina de construir una estructura compleja pero equilibrada, predominantemente dulce.

En boca anda bien provista tanto de cuerpo como de gas, y su sabor no deja un milímetro de la boca libre. Entrada de malta, cereal crudo, grano y masa de pan, todo ello envuelto en frutas como las mencionadas antes, aunque con un punto de acidez de cítricos, manzana verde y un punto de grosella. Poco a poco se va notando como se empieza a formar el final, de amargor marcado, con notas de pimienta, clavo, flores blancas, mucha levadura y un punto de alcohol claro pero bien integrado. Regusto cítrico, mineral, floral, queda largo rato en boca y empuja hacia el siguiente trago. Tan buena como acostumbran en Chimay, recomiendo no enfriarla demasiado y echar la levadura desde el principio, esto ayuda a apaciguar el alcohol y que presente el equilibrio que describo.

NOTA:

Günther-Bräu Fränkisches Landbier Dunkel

MARCA: Günther-Bräu

MODELO: Günther-Bräu Fränkisches Landbier Dunkel

ESTILO: Dunkel Lager (5'2% ABV)

PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Günther es una pequeña cervecera familiar de la Alta Franconia fundada en el año 1840 por los hermanos Johann y Georg Günther, quienes empezaron a elaborar cerveza en la fábrica comunal para su propia posada, que todavía sigue en funcionamiento. Se encuentra en Burgkunstadt, una localidad de unos 6000 habitantes a pocos kilómetros de Turingia. Cuenta con un repertorio de 8 cervezas fijas y 2 estacionales, y dado que las Dunkel son especialmente buenas en Franconia, decidí que mi primer contacto con esta fábrica fuese a través de este estilo.

El aspecto es más bien de Doppelbock, es una de estas Dunkel muy oscuras, de un color ébano, con una espuma beige cremosa y persistente. Bastante aromática, predomina el dulce en forma de malta tostada, caramelo, toffee, ciruelas y frutas del bosque. Queda de fondo chocolate con leche y un toque de café, mientras que el lúpulo apenas se intuye.

En boca es contundente, redonda, como me gustan las de este estilo. La entrada es más sobria de lo que apuntaba el aroma, caminan con paso firme los tostados, el pan integral, los cereales, e incluso suaves notas de café y cacao... el dulce es un mero espejismo. Hacia el final surge un amargor medio donde destaca el carácter herbal y mineral del lúpulo, con un punto de acidez cítrica y un recuerdo de hoja de té, que se diluyen en el regusto junto con algún deje de café. Dunkel de libro, suficientemente robusta pese a la baja graduación alcohólica como para ser apetecible días fríos. De las de tomar varias.

NOTA:

Frauendorfer Naturtrüb

MARCA: Frauendorfer

MODELO: Frauendorfer Naturtrüb

ESTILO: Kellerbier (4.9% ABV)

PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Los Hetzel llevan desde el año 1867 elaborando cerveza en su fábrica de Frauendorf, un distrito de 100 habitantes de Bad Staffelstein, localidad de la Alta Franconia en la que está también Staffelberg-Bräu. En esta cervecera familiar se producen actualmente 7 referencias distintas, todas fieles a los estilos tradicionales, y la única que se ha puesto al alcance hasta la fecha ha sido esta Kellerbier... lo que tampoco es una tragedia porque me suelen gustar mucho este tipo de cervezas.

La verdad es que sorprende que al servirla no genere nada de espuma, choca con el impecable aspecto habitual de las cervezas bávaras. De color es pardo, algo anaranjado al trasluz, y diría que más bien mate. El aroma es interesante, de intensidad media/alta, con malta dulce, masa de pan, toffee, con frutas de hueso, naranja y un punto de miel y flores de fondo. Directo, no demasiado complejo pero igualmente muy atractivo.

Mi sensación en boca es que no mantiene tan buen nivel. Con el primer sorbo la burbuja molesta un poco, quizá en parte debido a que el cuerpo es ligero. La entrada es de malta tostada, cereal y pan integral, con un dulzor suave representado por el toffee y una delicada frutalidad de naranja y albaricoque. El trago avanza suave, pausado, hasta un final de amargor medio, bastante minera, con recuerdos de cáscara de naranja y hierba. Es una cerveza buena aunque para mi gusto se queda un poco hueca, le falta la redondez a las que nos tienen acostumbrados los francones.

NOTA:

Oliba The Original One

MARCA: Oliba

MODELO: Oliba The Original One

ESTILO: Pale Lager con olivas (5% ABV)

PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: No soy muy amigo de los experimentos con cerveza, pero hace unas semanas me pudo la curiosidad y el hecho de que estaba a poco más de un euro la botella y acabé llevándome esta cerveza con olivas de un supermercado de Pamplona. Es una colaboración entre la fábrica ilerdense Click & Brew, donde se producen entre muchas otras CachoBeer o Artillera, y los elaboradores de aceite de oliva Erm, en el valle de Barcedana del Pirineo Catalán. Se trata de una lager rubia a la que se le ha añadido extracto de oliva, infusión de olivas y hojas de olivo.

Creo que es hasta la fecha la primera cerveza de color verde que me bebo, y sin necesidad de currármelo mucho diría que es verde oliva. De turbidez media, genera algunos milímetros de espuma con burbujas de tamaño mediado y distribución homogénea. En nariz es fresca, las notas de malta y cereal están pero son sutiles, y lo que más llama la atención es la oliva, que aporta un perfume vegetal que, además de al aceite, recuerda al té verde.

El trago es ligero, es fácil de beber, con una carbonatación potente pero que no llega a ser molesta. Al principio es más neutra, con malta, cereal y pan blanco. A medida que avanza se empieza a notar de nuevo la oliva, y es esta la clara protagonista del final, aportándole un cierto dulzor y una profundidad, con recuerdos de oliva, hojas y tierra. No está mal pero acaba empalagando, el sabor a oliva se queda en el regusto y cuesta un poco hasta que apetece dar otro trago. Quizá con un estilo un poco más robusto se conseguiría una mejor integración de este ingrediente. De todas maneras me lo he pasado bien probándola.

NOTA:

Aufsesser Dunkel

MARCA: Aufsesser

MODELO: Aufsesser Dunkel

ESTILO: Dunkel Lager (4'7% ABV)

PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: En la Alta Franconia, entre Bamberg y Bayreuth, se encuentra el municipio de Aufseß, que da nombre a la marca de cerveza Aufsesser. La fábrica fue inaugurada en 1886 por Johann Rothenbach y, dado que el equipamiento fue adquirido a un monasterio Franciscano en Gößweinstein, el primer lote se elaboró con ayuda de un monje. Actualmente es la sexta generación de esta familia la que se encuentra al cargo tanto de la cervecera como de la taberna vinculada a la misma. Comercializan 9 cervezas distintas de estilos tradicionales, y yo, por culpa de mi adicción a las Dunkel, opté por ese estilo para estrenarme con esta marca.

Además de oscura, con un color marrón roble y algún reflejo pardo, es una cerveza muy turbia, con una capa de 2-3 mm de crema de burbuja microscópica. La malta tostada protagoniza el aroma, y además se acompaña de media panadería: masa, pan blanco, bollería y galleta. Notas de ciruelas compensan un poco la parte más sobria del trago, aportando notas dulces que buscan redondear el conjunto.

En boca al principio pasa desapercibida, pero poco a poco se posiciona y acaba siendo una Dunkel más que resultona. Se mantiene la relevancia del grano, con una entrada con mucho tostado, malta, pan integral, generoso cacao frutos secos, más suave café y un mínimo toque de caramelo. De cuerpo medio, el final lo protagoniza un amargor herbal y muy mineral, donde el lúpulo noble es el rey. Es curioso, tiene el frescor de una Pils pero permitiendo que los tostados se expresen en plenitud, cualquier época del año le viene bien a esta cerveza.

NOTA: