viernes, 15 de septiembre de 2017

3º Feria de la Cerveza Artesana de Burgos - Villagonzalo Beer Festival

Nunca me han suscitado demasiado interés los festivales de cerveza, por lo general me suelen parecer caros, un poco pijos y con una laxitud excesiva en lo que respecta al nivel de las fábricas participantes. Sin embargo hace unos quince días me enteré por un compañero de trabajo que el fin de semana se celebraba en Villagonzalo la 3º edición de la Feria Artesana de Burgos, organizada por la Asociación de Cerveceros Caseros de Burgos, y me dio la impresión de que a este evento no le iba a poder atribuir ninguno de los 3 defectos que acabo de comentar... así que para allí que fui con un par de compinches.

Un punto muy favorable de este evento es que la organización había fletado un autobús gratuito para poder asistir a la feria sin tener que estar preocupado con el coche, con frecuencia horaria desde el mediodía hasta bien entrada la noche, y evidentemente aprovechamos este recurso. Nada más llegar compramos por 1 euro las jarritas de la feria para degustar las cervezas y empezamos a debatir con qué fábrica ibamos a estrenarlas. Mientras tanto yo miraba de reojo la vaca que se estaba acabando de asar, y que iba a ser la estrella de las raciones que se ofrecían de comida, junto con pinchos de morcilla y de chorizo.

El ambiente se animó en seguida, aunque no hubo agobios ni colas en ningún momento. Todo el mundo estaba relajado, sin ninguna prisa y con muchas ganas de probar cervezas de las diferentes fábricas. De estas recuerdo ahora mismo las siguientes: Abadía de Aribayos, Bizarra, Bresañ, Caleya, Dolina, DouGall's, Four Lions, Garriela, Hecatombe, La Grúa, Redneck Brewing, Sevebräu, Speranto. Goma 2 de Caleya fue la ganadora del premio popular, mientras que Garriela se llevó el del jurado con su IPA. En lo que a mí respecta, la marca que más me impactó fue una que no conocía: Redneck Brewing; todas y cada una de sus cervezas me parecieron excepcionales, desde su equilibrada IPA Kajun a su redonda Imperial Stout Brea, pasando por una APA más que destacable. También me pareció muy interesante la Altbier con chips de roble de Hecatombe, aunque evidentemente el parecido con el estilo de Düsseldorf era limitado. Cómo no, también hice las visitas de rigor por los stand de Caleya y DouGall's, tan satisfactorios como esperaba.

La verdad, una feria muy divertida y bien organizada, llena de actividades y con precios más que razonables. Fue un plan un poco improvisado el de ese sábado, pero el resultado fue inmejorable. ¡Gracias a la ACCB, y también a los cerveceros que nos permitieron disfrutar de sus cervezas! ¡Salud!


miércoles, 6 de septiembre de 2017

Arriaca IPA

MARCA: Arriaca
MODELO: Arriaca IPA
ESTILO: India Pale Ale (6'9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Arriaca es una marca española con fábrica en Yunquera de Henares, en la provincia de Guadalajara, que hace algo más de un año ganó mucha popularidad en nuestro país al ser la primera microcervecera en vender sus cervezas envasadas en lata. Si tenemos en cuenta que la historia de la empresa tan sólo se remonta al 2014, y que en este tiempo también han desarrollado un catálogo con 8 referencias de estilos muy variopintos que además han cosechado bastantes premios internacionales, nos queda claro que posiblemente estemos ante una de las micros con trayectoria más prometedora del país. Además el precio también estimula la compra, y al ver esta lata a 1'75 euros en un supermercado no me lo pensé ni un instante.

Es de color naranja pardo, como el de un melocotón, muy brillante y con una turbidez media. Genera una espuma beige amarillenta muy interesante, de burbuja fina, densa, compacta y resistente. Resulta muy agradable en nariz y, sin ser tan potente como otras IPAs que uno puede encontrar, la fuerza del aroma es más que suficiente. Abunda la fruta tropical con grandes cantidades de mango y maracuyá, sin dejar muy atrás melocotón en almíbar, naranja dulce o albaricoque maduro. Se apoya en una base de malta dulce, caramelo y algo de levadura, mientras que el lúpulo aporta marcadas notas florales y frutales

En boca comienza con buena presencia gracias a la combinación de un cuerpo consistente y mucho sabor. Con el respaldo de la dulce malta, el grano y algo de caramelo, surge un potente gusto a frutas tropicales como las antes mencionadas, destacando sobretodo el maracuyá. A medida que avanza el trago se va secando y se imponen los cítricos con intensas notas de mandarina y algo de naranja dulce. El amargor final es contundente pero está bien controlado, salen limón, hierba, suave pino y algo de especia picante, quedando un largo regusto a naranja. Muy sabrosa y equilibrada, quizá al final el cuerpo queda un poco ligero pero no cabe duda de que es una cerveza de alta calidad... y a un precio inmejorable. Me encantaría poder encontrar su Porter o su Centeno, seguro que no defraudan.

NOTA:

martes, 29 de agosto de 2017

Jopen Hoppenbier

MARCA: Jopen
MODELO: Joppen Hoppenbier
ESTILO: Blonde con cebada, trigo y avena (6'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Países Bajos

CARACTERÍSTICAS: En la primera reseña que hice de una cerveza de la fábrica Jopen ya comenté como, con la ayuda de un historiador y un arqueólogo, habían recuperado dos recetas con más de 500 años de antigüedad de los archivos municipales de Haarlem. Una de ellas es Hoppenbier, data de 1501, y se trata de una Blonde belga elaborada con malta de cebada, malta de trigo y avena, y con carga de lúpulo algo mayor de lo habitual.

Su color es dorado pálido, mate, casi tan turbia como una Weizen, con burbujas microscópicas ascendiendo en rosario. Tiene una generosa capa de espuma blanca, cremosa y compacta, con una firme adherencia al vidrio. El perfume es muy refrescante, se combinan naranja dulce, fruta tropical, ácidas notas de limón y algo de albaricoque con una dulce base de malta, cremosa y acaramelada, que incluso recuerda a gominolas. Hay también una carga importante de levadura láctea, e intensas notas florales del lúpulo, muy bien ensamblado. El resultado final es un aroma sosegado pero muy sólido, sin grietas.

Por boca pasa con calma, y es que tiene una textura verdaderamente densa. Desde el principio el cítrico está muy acentuado, con notas de lima, pomelo, limón y más suave naranja, con un deje medicinal. El núcleo está compuesto por cereal crudo y trigo, haciendo que el trago sea bastante seco en todo momento. Al final se suman piel de limón, hierba y especia picante, y son las principales protagonistas del amargor, astringente y con un punto terroso, mineral y quizá incluso algo salado que puede recordar a las Ale de Burton. Nada más servirla el sabor puede resultar un poco arisco, pero al añadir la levadura de la botella los matices se atemperan bastante, gana algo de dulzor y en mi opinión queda más redonda. Ha sido interesante beberse un trocito de historia cervecil y, además, por mucho que se trate de una curiosidad tampoco se queda corta en calidad.

NOTA:

domingo, 20 de agosto de 2017

Golan (הגולן) Bazelet Wheat (בזלת-חיטה)

MARCA: Golan (הגולן)
MODELO: Golan (הגולן) Bazelet Wheat (בזלת-חיטה)
ESTILO: Hefe-Weißbier (5'1% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Siria

CARACTERÍSTICAS: La cervecera Golan Brewery (מבשלת הגולן‎‎) fue fundada en el año 2006 por Naftali Pinchevsky y Haim Ahayon en la región siria ocupada de la meseta de los Altos del Golán, concretamente en el pueblo que se considera su capital, Katzrin. Es una de las microcerveceras más reputadas del estado ocupante de Palestina, centrada sobretodo en la elaboración de estilos alemanes. Esta que comento hoy llegó a mis manos gracias a la musculosa, que la trajo de sus vacaciones en Oriente Próximo, y es una Weizen con un 70% de trigo malteado, una proporción incluso más alta que la habitual en las cervezas tradicionales de este estilo.

Su color es dorado brillante, bastante turbia, aunque llama la atención la escasa carbonatación para el estilo. De hecho, si bien su espuma blanca es bastante densa, en cuestión de minutos se reduce a un grosor de milímetros, distribuida además de forma irregular por la superficie. El aroma sí que corresponde perfectamente al de una Weizen, con gran cantidad de plátano maduro, levadura y manzana golden sobre una base de malta, cereal crudo y suaves notas de naranja dulce. Aparece además algún toque cítrico más ácido, incluso recuerdos de frutas tropicales, y especias como clavo y canela en abundancia.

En boca es peculiar, aunque el resultado final es satisfactorio. Entra con bastante cítrico y mucha efervescencia, salen recuerdos de limón, naranja madura, incluso sidral, apoyándose en un potente fondo de malta, marcado plátano maduro, trigo malteado y algo de mantequilla. El final es de amargor medio, con canela, clavo, leve pimienta, y un deje de miel, quedando estos sabores junto con notas de plátano en el largo regusto. No es la mejor Weizen del mundo, y es que los estándares alemanes están por las nubes, pero es una cerveza resultona, refrescante y sin ningún fallo del que quejarse. Me ha gustado la verdad, mucho más que las cervezas de gran tirada de la Palestina Ocupada como Maccabee o Goldstar. ¡Gracias Rodríguez!

NOTA:
 

martes, 15 de agosto de 2017

Härtsfelder Ökokrone Premium Weisse Mehrkorn

MARCA: Härtsfelder
MODELO: Härtsfelder Ökokrone Premium Weisse Mehrkorn
ESTILO: Hefe-Weißbier biológica con espelta (5'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: La única vez que hemos hablado de la cervecera Härtsfelder fue hace ya 9 años, cuando los que dirigíamos este blog eramos apenas veinteañeros, con muy poca experiencia en el mundo de la cerveza... aunque muchas ganas de aprender. La verdad es que casi me había olvidado de esta marca, pero por pura casualidad vi esta botella en el escaparate de una tienda de productos Bio y me apeteció llevármela para reseñarla por dos motivos: de primeras, por rememorar los comienzos de Hipos Urinatum ahora que nos acercamos peligrosamente a los 10 años haciendo el panoli en Internet; en cuanto al segundo estímulo, fue puramente técnico y no tan sentimental, y es que una Weizen Bio de espelta no se prueba todos los días.

De color está a mitad de camino entre una Weißbier y una Dunkelweizen, aunque es poco turbia para cualquiera de los dos subestilos. La espuma es abundante pero poco compacta y resistente, y queda en superficie más o menos medio dedo, alimentado por veloces burbujas microscópìcas. Huele genial, se presenta con malta a raudales, plátano maduro, leves toques de nutella, y un fondo de manzana golden madura, membrillo, cítricos y un punto de miel.

En boca encaja dentro de las Hefe-Weißbier, aunque con algunos elementos que la hacen peculiar. La textura es muy sedosa y agradable, aunque queda algo corta de carbonatación. La malta vuelve a ser protagonista, con un importante punto acaramelado que entiendo que se debe a la espelta, cereal crudo, y al mismo nivel se pone la fruta con recuerdos de plátano, algo más suave manzana asada. Final largo, amable, con lúpulo floral, leve canela, clavo y puntualmente un deje especiado, para terminar en un regusto largo, cargado de fruta y caramelo. Una cerveza recomendable: nivel adecuado, buen precio, con un punto de originalidad interesante y, en mi caso, con un añadido de nostalgia que también le suma puntos.

NOTA:

sábado, 12 de agosto de 2017

Brasserie du Grand Paris IPA Citra Galactique

MARCA: Brasserie du Grand Paris
MODELO: Brasserie du Grand Paris IPA Citra Galactique
ESTILO: India Pale Ale americana (6'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia

CARACTERÍSTICAS: Al igual que la cervecera Deck & Donohue, de la que hablé hace algunos meses, Brasserie du Grand Paris también fue creada a partir de la colaboración de un francés y un estadounidense, llamados en este caso Fabrice y Anthony. Iniciaron su producción a muy pequeña escala en el 2011 en una vivienda en Levallois, muy cerca de París, lo que no les impidió ganar una Hoz de Plata en el Concurso de St Nicolas de Port del 2013 con su cerveza La Levalloise. Poco después empezaron a funcionar de forma nómada, elaborando en fábricas artesanales locales como Brasserie de la Vallée de Chevreuse, Parisis o Rabourdin y, puesto que la producción en Levallois pasó a ser anecdótica en comparación con la llevada a cabo en instalaciones ajenas, la interrumpieron en diciembre de ese mismo año.

Uno de los aspectos que me encantado de esta empresa es su transparencia respecto a la elaboración de las cervezas, gracias a lo cual sé que esta IPA se produjo en Rabourdin... alguna marca nacional que yo me sé podría tomar ejemplo. Servida en copa luce un color naranja amarillento, velada, con una espuma densa y esponjosa que ocupa todo el volumen del recipiente. Su entrada en nariz es inmejorable: arranca un torrente de lúpulo americano con cítricos, pino y resina al mismo nivel, dejando mango, albaricoque y naranja madura en un segundo plano. Se apoya además en una base de malta, galleta y algún toque de miel que, si bien es discreta, tiene la suficiente presencia como para dar mayor dimensión al aroma que estas IPA que son sólo lúpulo.

El cítrico también marca la entrada en boca, con mandarina, naranja y más suave pomelo y limón, aunque quedan de fondo malta y algo de cereal. El pino y la hierba se introducen poco a poco, y van secando el trago, aunque persiste una agradable textura cremosa. Final de amargor marcado, áspero, con mucha piel de cítricos, pino, un toque medicinal y bastante especia picante. A medida que se calienta la cerveza emergen frutas más dulces como mango maduro, melocotón, hace acto de presencia la levadura y se refuerzan en el final pimienta, clavo y un soplo de alcohol. Cada día soy más fiel a las cervezas clásicas, pero esto no quita que pueda disfrutar de las elaboraciones modernas bien hechas. Es el caso de esta IPA; es suficientemente compleja, y tiene estructura más que de sobras para aguantar la generosa carga de lúpulo Citra que se le ha metido. Repetiré con esta marca siempre que pueda, más todavía sabiendo que este mismo año estrenan sus propias instalaciones.

NOTA:

domingo, 30 de julio de 2017

Trzech Kumpli Pan IPAni


MARCA: Trzech Kumpli
MODELO: Trzech Kumpli Pan IPAni
ESTILO: Doble IPA de trigo (6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Polonia

CARACTERÍSTICAS: Trzech Kumpli parece ser el fruto de la pasión de un elaborador de cerveza en casa de Tarnów, la segunda ciudad más grande de la provincia de Małopolska después de Cracovia, al que su afición se le fue de las manos. A pesar de que el nombre significa "Tres Amigos", al final son 4 los que han acabado dirigiendo esta microcervecera polaca: Irmina, Tymek, Maciek y Adam; y han conseguido extender sus productos a varios países europeos, entre ellos el nuestro. La primera cerveza que probé de esta marca fue Native American, una IPA de corte norteamericano que me gustó mucho, así que pocas semanas después me llevé a casa Pan IPAni, una IPA doble de trigo cuyo nombre es un juego de palabras en polaco que quiere decir "Señor y Señora".

Es una cerveza de color amarillo limón algo pajizo, similar al de una Wit, ligeramente velada. Algunas burbujas perezosas suben por la columna de líquido para alimentar una espuma blanca bastante escasa. El aroma es lúpulo norteamericano al 100%, con fruta a raudales destacando mango, naranja dulce, uva blanca, y más suaves maracuyá y banana, acompañado por intensas notas de pino, resina y algo de hierba. La acidez cítrica del trigo, muy penetrante, combina muy bien con los distintos perfumes aportados por el lúpulo, mientras que de fondo queda malta acaramelada, aunque con escaso protagonismo.

La presentación en boca, sin embargo, conlleva un cambio importante y la frutalidad del lúpulo se vuelve sequedad. Comienza algo más tranquila, con una base de malta dulce y levadura, y progresivamente limón y pomelo van penetrando en el sabor y liberando una acidez muy importante. Esta se ve además estimulada por un importante golpe de pino y resina, que se hace incluso más pesado por la textura oleosa de la cerveza y su cuerpo contundente. Termina con un final áspero y seco, cargado de cítricos, pino y potente especia picante unida a una calidez alcohólica, dejando un regusto tropical. El sabor es agradable, pero por la alta carga de lúpulo a mí se me ha hecho monótona y me ha costado terminar el medio litro, cosa que no me sucedió con su Native American. Quizá a los incondicionales de las elaboraciones americanas le gustará, pero a mí me ha parecido que no aporta gran cosa.

NOTA:

miércoles, 26 de julio de 2017

Dolina Dubbel

MARCA: Dolina
MODELO: Dolina Dubbel
ESTILO: Dubbel (6'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Las andanzas de la cervecera Dolina comenzaron en el año 2013, cuando dos burgaleses decidieron iniciar este proyecto. Su nombre hace alusión a la Gran Dolina, uno de los yacimientos más importantes de la Sierra de Atapuerca, que como todo el mundo sabe se encuentra en la provincia de Burgos. También el diseño de sus dos referencias hace un pequeño homenaje a la Arqueología, puesto que al rascar la pintura dorada de la etiqueta se descubre el cráneo de un animal prehistórico. En el caso de su Dubbel, la cerveza que voy a comentar hoy, el cráneo es el de un oso de Deninger, un antecesor del oso de las cavernas.

Es de un bonito color rubí marronáceo, con algún reflejo amarillento. Su espuma beige no es demasiado abundante si muy resistente, y queda siempre alrededor de medio dedo protegiendo la superficie del líquido. En nariz es discreta pero agradable, con bastante grano tostado, nueces y algo de café sobre una medida base de malta dulce y suave toffee. Se suma al conjunto frutas, sobretodo naranja y albaricoque, también con moderación, y un toque de lúpulo floral con un deje cítrico. Quizá sea algo menos dulce de lo habitual para el estilo, pero tampoco se aleja demasiado de este.

En boca la entrada es maltosa y acaramelada, como corresponde, pero en seguida deja paso a grano tostado, frutos secos, leve cacao y un toque de café y azúcar candy. El paso por boca es bastante seco, con notas de nueces, recuerdos de té inglés y un deje terroso. Termina en un final de amargor bastante pronunciado, con un marcado carácter cítrico del lúpulo, y leves recuerdos herbales y medicinales. En el largo regusto quedan tostados y suave café, cerrando el trago de la misma forma que había empezado, con el cereal. En mi opinión es una cerveza bien hecha y bastante fiel al estilo, aunque quizá los ejemplos más conocidos son algo más redondos. Además de precio está bastante bien, pague 1'90 euros en una tienda de queso, así que no tendría inconveniente en repetir. De su Kölsch todavía no puedo decir nada, pero creo que la probaré en las próximas semanas.

NOTA:

sábado, 22 de julio de 2017

Kikusui Karakuchi

MARCA: Kikusui
MODELO: Kikusui Karakuchi
ESTILO: Saké Honjozo-shu (15% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Japón

CARACTERÍSTICAS: Hoy me animo con mi primera cata de sake, aunque lo único que pretendo es transmitir las sensaciones que me ha producido esta bebida, no soy capaz de valorar su calidad. Se trata de un sake de tipo Honjozo-shu (con alcohol añadido y pulido del 70%) elaborado en Kikusui, una fábrica muy popular de la zona de Niigata, que es a su vez la región de Japón donde hay mayor número de este tipo de negocios. Fue fundada en 1881 por la familia Takasawa, y sigue bajo su control en el momento actual. Su nombre viene de la combinación de dos palabras, "Kiku (菊)", que significa crisantemo, y "Sui (水)", que significa agua.

Por recomendación de Roger Ortuño (@comerJapones), la primera vez que lo probé lo hice muy frío, aunque después he ido experimentando con diferentes temperaturas, consiguiendo cambios muy llamativos. Es de color transparente, cristalino, con quizá algún reflejo amarillento. Es especialmente aromático, con un leve dulzor que recuerda a las nubes de golosina, sirviendo de apoyo para una gran cantidad de fruta, entre las que destacan ciruela blanca y melón maduro. Se suman suaves recuerdos de arroz cocido, y un agradable perfil floral.

En boca se presenta con cuerpo medio y una textura muy agradable, casi oleosa. El sabor me pareció de intensidad moderada y no demasiado complejo, aunque no por ello aburrido. Se combinan arroz fresco, ciruelas maduras, suave melón y algún punto de lichi. La sequedad del trago es bastante marcada, y el alcohol es evidente, pero sólo se nota en la tripa. Al calentar el tokkuri, mi impresión fue que los aromas se hacían más marcados y se reforzaba el sabor del arroz, aunque tendría que repetir unas cuantas veces para confirmar esto. Como ya he dicho no me veo capaz de valorarlo pero la experiencia ha sido divertida e interesante... eso sí, debo reconocer que la primera vez se me hizo un poco cuesta arriba, no es fácil acostumbrar al paladar a sabores tan distintos a los occidentales.

domingo, 9 de julio de 2017

Birrificio Italiano Bibock

MARCA: Birrificio Italiano
MODELO: Birrificio Italiano Bibock
ESTILO: Bock (6'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Italia

CARACTERÍSTICAS: Si hay algo que me gusta de Birrificio Italiano es su amor y respeto por los estilos tradicionales de cerveza, aunque siempre aportando su toque personal. Bibock sigue este patrón y, junto con la mezcla de maltas, combina lúpulo noble alemán y grandes cantidades de Styrian Golding, más propio de Ales británicas o belgas, para el aroma. La primera vez que probé esta cerveza fue de barril en Ruzanuvol, además con la buena compañía de un grande como el Lupuloadicto, y me pareció fantástica. El tomarla en botella me habría podido dar algo de inquietud, pero habiendo comprobado hace unos meses el nivel de Nigredo en este formato estaba convencido de que iba a quedar satisfecho también en esta ocasión

Es una cerveza de un color rojo anaranjado, algo amarillo en periferia. Estalla al servirla una densa espuma teñida de un beige tenue, apoyada evidentemente por una carbonatación potente. El aspecto es de 10, inmejorable, y también lo es en nariz, donde presume de un equilibrio perfecto. Abundante malta de tueste ligero, melosa y acaramelada, salpicada de puntos de frutos secos, se apoya en un fondo de fruta madura, sobretodo melocotón, manzana golden y algún toque de canela. El lúpulo, tan aromático como prometía, es muy floral y frutal y se integra a la perfección con el resto del conjunto.

Al probarla no cabe la menor duda de que el maestro cervecero sabe lo que hace, tiene esa entrada limpia que sólo se encuentra en las cervezas de los buenos elaboradores alemanes y checos. Rebosa malta, caramelo y algo de frutos secos, mientras la fruta se desplaza a registros más oscuros como higos, manzana asada, orejón de melocotón, acompañada por notas de azúcar moreno e incluso un toque de té negro. Final largo y elegante, lúpulo floral con un punto cítrico crea un amargor moderado que termina en un regusto que desaparece poco a poco. Muy sabrosa, equilibrada y fácil de beber, me dio pena que la botella no fuese de medio litro. Tan recomendable como todo lo de esta fábrica.

NOTA:

domingo, 2 de julio de 2017

Moriau Oude Geuze

MARCA: Moriau
MODELO: Moriau Oude Geuze
ESTILO: Gueuze (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: Moriau fue una bodega especializada en la mezcla de Lambic, fundada por Johannes Moriau en 1880 en Sint-Pieters-Leeuw, un municipio belga pegado a Anderlecht. Cerró sus puertas de forma oficial tras más de 100 años en funcionamiento, en 1983, aunque mantuvo cierta actividad hasta 10 años después. A pesar de este cierre, en el momento actual Moriau Geuze se sigue comercializando, pero los responsables de su producción son los dueños de la cervecera Boon, de la que ya he hablado con anterioridad cuando comenté su Kriek. Esta botella la encontré por casualidad en Be Hoppy de Madrid, y puesto que hasta ese momento no la conocía y que el dependiente me la recomendó fuertemente decidí llevármela.

Es una Gueuze de color dorado algo pálido, ligeramente velada, con mucha burbuja moviéndose con velocidad en la columna de líquido. En su superficie surge una capa de espuma blanca, en cantidad considerable teniendo en cuenta el estilo. En nariz la esperable acidez esta parcialmente compensada por un leve dulzor. Hay mucho cereal crudo, trigo, y es evidente como soporte la madera de la barrica, en un segundo plano. Se suma levadura salvaje, intensas notas de limón, algo más suaves de pomelo, recuerdos de heno, y un deje herbal y medicinal. 

Sin sorpresas en el sabor. Nada más tocar la lengua desata una agradable efervescencia, al instante se inunda la boca de grano crudo, piel de limón, algo de heno, para después liberarse la acidez en todo su esplendor con grandes cantidades de limón, pomelo e incluso un toque que puede recordar a la ginebra, dejando una importante sequedad. Sin embargo, hacia el final esta acidez se compensa y concluye con una suavidad impresionante, saliendo un punto terroso, levemente herbal y con un mínimo deje especiado. En el larguísimo regusto queda madera y notas minerales. Una Gueuze especialmente equilibrada, la mezcla de Lambic ha conseguido una cerveza compleja pero muy fácil de beber. Puede ser una buena opción para aquellos que desean introducirse en el mundo de las Lambic, sin que eso quiera decir que se quede corta para los más avezados.

NOTA:

martes, 27 de junio de 2017

The Orkney Skull Splitter

MARCA: The Orkney
MODELO: The Orkney Skull Splitter
ESTILO: Scotch Ale (8'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Escocia

CARACTERÍSTICAS: Orkney Brewery, situada en las islas a las que hace referencia su nombre, es una de las cerveceras escocesas más asentadas y de mayor renombre. Fue fundada en 1988 en Sandwick por Roger White, en el 2002 se fusionó con Atlas Brewery para formar Highlands and Islands Breweries, y por fin en el 2006 fue comprada por Sinclair Breweries Ltd. Esta botella llegó a mis manos por cortesía del nuevo fichaje para el blog e ilustre miembro de La Cofradía del Lúpulo, Iñaki, quien tuvo a bien guardarme una de las botellas que consiguió (gracias).

He necesitado que refrescase el tiempo para abrir esta botella, puesto que recordaba perfectamente de mis vacaciones en Escocia el tipo de cerveza al que me estaba enfrentando. Es una Scotch Ale marrón rojiza, relativamente transparente y con reflejos granates, protegida por una espuma abundante y compacta de color beige, muy duradera. Su presentación en nariz es deliciosa, un penetrante torrente de malta, toffee y caramelo, de una densidad impresionante, fusionado con intensas notas de dátiles e higos. Como soporte quedan cereal y frutos secos, principalmente nuez, mientras que un marcado perfume cítrico del lúpulo, con dejes herbales y terrosos, alivia un poco el conjunto.

El sabor todavía se hace más pesado, y gana en complejidad. Irrumpe malta muy quemada, densa y cálida, con toneladas de caramelo oscuro y pasas, y más suave dátiles, ciruelas y guindas. El cuerpo no puede ser más contundente, la carga de malta es impresionante. A medida que avanza el trago sale la sequedad de los frutos secos, pan de centeno, bollo, mantequilla e incluso un punto de cacao. En el final aparece el alcohol, cálido y muy especiado, y también un generoso soplo de lúpulo británico, herbal, ligeramente cítrico y con algún recuerdo medicinal. Es una cerveza de las que no se pueden dejar pasar, pero por otro lado más vale atacarla con calma y paciencia, contando con que no es para tomársela en 20 minutos. En mi opinión de lo mejorcito de las Islas Británicas, aunque sin dejar muy atrás otras referencias de esta fábrica.

NOTA:

domingo, 25 de junio de 2017

Cervecería en Burgos: La Vache Folle

A pesar de que los 5 años que he vivido en Pamplona me han servido para echar raíces y decidir que antes o después me gustaría residir en Navarra, la verdad es que mi reciente traslado a Burgos tampoco me supuso una tragedia. Lo que sí que me intrigaba (el verbo "preocupar" me parece excesivo en este contexto) era el aspecto cervecil, puesto que en Pamplona tenía como tienda habitual "La Vinoteca", como cervecería de cabecera "La Modelo", y como fábrica predilecta "Naparbier"... y en Burgos no sabía qué me iba a encontrar. Por suerte contaba con la ayuda de la página que tantas veces me ha resuelto circunstancias similares, Localbier, que me indicaba que a pocos metros de mi nueva casa se encontraba una cervecería con un número de referencias considerable: La Vache Folle.

Cuando me metí en su página web vi que se trataba de una cervecería especializada en queso, otro de mis vicios, así que tan pronto como pude me pasé para comprobar si era tan buen sitio como parecía. El local es bastante amplio, con una barra con 6 grifos a la izquierda y detrás una pizarra indicando las cervezas pinchadas, varias mesas a la derecha con algunas pizarras colgadas en la pared indicando los quesos disponibles, y un espacio abierto al fondo con dos neveras repletas de botellas diferentes, tanto locales como de importación, y una diana de dardos. Esta primera vez que estuve la afluencia era bastante importante, sin embargo el ruido no era excesivo en absoluto y se podía hablar con total tranquilidad, lo que me pareció un punto muy favorable.

Los dueños, además de muy majetes, parecen saber bastante de cerveza, a tenor de las recomendaciones que me han hecho hasta el momento y de una conversación con un cliente homebrewer que no pude evitar escuchar parcialmente. También conocen bien los 10-12 quesos diferentes que suelen tener disponibles, que van desde curados nacionales hasta europeos más blandos. Por último, en cuanto a precios, las cervezas de botella están francamente bien; las fijas de barril, Löwenbräu y Leffe están regaladas (2'5 euros y 3'5 euros la pinta respectivamente); mientras que las que rotan varían en función de la marca, aunque sí que hay alguna que llega a un precio algo elevado para mi gusto... imagino que esto depende más de la fábrica que del propio local.

En mi opinión una de las mejores cervecerías del país, y sin duda la mejor de Burgos. Recomendadísima para todo el mundo, y más aún para los amantes del queso.

sábado, 17 de junio de 2017

Fuller's Vintage Ale 2011

MARCA: Fuller's
MODELO: Fuller's Vintage Ale 2011
ESTILO: Barley Wine (8'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Inglaterra

CARACTERÍSTICAS: Cuando empecé la especialidad en Pamplona decidí comprar una botella de una cerveza un tanto particular con la intención de abrirla una vez que completase los intensivos años de formación que tenía por delante. Evidentemente tenía que ser de un estilo al que el paso del tiempo le sentase bien, y la botella de Fuller's Vintage que encontré en el sótano de la Vinoteca de calle Chapitela me pareció una candidata inmejorable. Ha estado durante estos 5 años a buen resguardo, y el pasado mes de mayo me atreví a descorcharla, no con poca expectación. Esta edición se hizo con la mente puesta en la boda real británica, aunque esto no supuso ningún cambio mayor en la receta de ese año, menos aún en el sentido de Brewdog y su Royal Virility).

Su color es rojo anaranjado y es excepcionalmente turbia, se ve incluso cierto sedimento flotando. Esto no perjudica en absoluto a su aspecto y con su abundante e inamovible espuma beige, cremosa y de burbuja finísima, la imagen es magnífica. En nariz es impresionante, el transcurso de los años ha concentrado y pulido los diferentes matices y los ha integrado en un denso torrente de malta dulce, sirope de caramelo y frutas oscuras maduras. Salen con un protagonismo similar uvas pasas, dátiles y algo de higos, envueltos en recuerdos de moscatel y brandy, y se intuyen también puntos de chocolate negro. El lúpulo ha desaparecido casi por completo con el paso del tiempo, no obstante aún sin este componente la complejidad es extrema.

Como se puede imaginar el cuerpo es completo, y su paso sedoso por la boca la inunda de sabor al instante. De entrada irrumpen de nuevo toneladas de dulce malta tostada, caramelo oscuro y, lo que más destaca, un intenso sabor a cacao puro que atraviesa el trago del principio al fin. De fondo, tras una delicada carbonatación, mermelada, pasas, ciruela negra madura, frutos secos y algún discreto toque de dátil. Final de amargor moderado aunque muy estructurado, mínimamente cítrico y terroso, con recuerdos de brandy y cacao y fruta en el largo regusto. Una cerveza para tomar con calma, disfrutando de cada detalle. Me ha gustado más que la vez que la tomé sin envejecer tanto, aunque también las circunstancias favorecían que esto sucediese. Impecable.

NOTA:

lunes, 5 de junio de 2017

Tanker Täiskuu

MARCA: Tanker
MODELO: Tanker Täiskuu
ESTILO: IPA de trigo (5'6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Estonia

CARACTERÍSTICAS: Otra de las cervezas de Tanker que nos enviaron desde Hop In The Box (gracias nuevamente) fue esta IPA de trigo. Su nombre, Täiskuu, quiere decir "Luna Llena" en Estonio... no he sido capaz de encontrar la razón de llamarla así, así que me quedo con la intriga. Con una graduación relativamente baja, 5'6º de alcohol, pero bien cargada de lúpulo y contando con el trigo como ingrediente, me pareció una opción estupenda para combatir la semana de calor que hemos sufrido en casi toda la Península así que la abrí sin más miramientos.

Su color es amarillo pajizo, pálida y velada, similar al de una Witbier. La espuma blanca jabonosa, impecable, es generosa al inicio pero tarda poco en desaparecer. Tampoco se ve demasiada burbuja, aunque las que hay parecen muy vivas y ascienden con velocidad. El aroma es intenso y natural, una rica combinación de malta dulce sin tostar, leve caramelo, naranja dulce, limón maduro y trigo malteado, adornada con notas de levadura belga. La nota refrescante la aportan clavo, cáscara de naranja y hoja de limón, dándole además una segunda dimensión que despierta el interés del que se enfrenta a la cerveza.

Como cabía esperar es de trago fácil pero muy sabrosa, con un cuerpo ligero que cubre de sobras las necesidades de la cerveza. Entrada de malta, grano, cereal crudo, con un carácter marcado por limón, lima y naranja ácida. Hacia el final gana presencia lúpulo herbal, notas de pino, más cítricos y especia picante. Equilibrada, de amargor medido y muy refrescante, perfecta para el verano. Sigue un perfil muy americano, y pese a que este tipo de cervezas no son mis favoritas la verdad es que me ha sorprendido muy favorablemente. De momento ha sido la que más me ha gustado de Tanker.

NOTA:

jueves, 25 de mayo de 2017

Naparbier Kamizake

MARCA: Naparbier
MODELO: Naparbier Kamikaze
ESTILO: Russian Imperial Stout con levadura de sake (13% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: El sake tiene muy poca difusión tanto en España como en Europa, de hecho en todo el continente sólo los noruegos Nøgne Ø se han atrevido a lanzarse a su compleja elaboración. Sin embargo, la gran popularidad de la que está gozando durante estos últimos años la cocina japonesa en nuestro país parece estar alimentando también el interés por el sake, y cada vez es más común ver botellas de una calidad razonable en tiendas de las grandes ciudades. Quizá esto haya sido lo que haya llevado a que los incansables Naparbier hayan experimentado con las levaduras propias de esta bebida en la elaboración de una Imperial Stout de 13º de alcohol a la que han bautizado como Kamikaze.

En realidad no es cerveza sino petróleo, un líquido viscoso negro como la tinta que al deslizarse por la copa crea una espuma marrón también muy densa. La mayor parte de su volumen desaparece rápido, aunque queda un anillo firmemente adherido al vidrio. Su aroma es profundo y muy intenso, y combina un torrente de chocolate negro puro, cacao, vainilla, sirope de caramelo, moras maduras, pasas y recuerdos licorosos. Algo más suaves quedan regaliz negro, un deje de café espresso, y un leve toque de lúpulo herbal con un punto cítrico. Es un conjunto oscuro y complejo, muy reconfortante.

En boca es densa y pesada, y la carbonatación es muy limitada, lo que puede hacer que su textura recuerde a la de algunos vinos dulces. La entrada es melosa, con malta tostada, sirope de chocolate y caramelo envueltos en frutas oscuras, entre ellas uvas y moras. A medida que avanza sale el torrefacto, con medidas notas de café bombón y un llamativo toque salado que imagino que proviene de la levadura del sake. Final cálido y redondo, de amargor moderado, con cacao, soja, lúpulo herbal y un punto de especia picante. Los 13º de alcohol están perfectamente integrados, sólo se notan en el estómago. Es una cerveza fantástica, el sake le da un punto de originalidad pero no se escapa de lo esperable para el estilo. Lo que me queda claro es que para Naparbier la innovación no es un fin sino un medio, y que no se conforman con hacer cervezas mediocres con la excusa de utilizar ingredientes peculiares. ¡Recomendadísima!

NOTA: 

domingo, 7 de mayo de 2017

Birrificio Italiano Nigredo

MARCA: Birrificio Italiano
MODELO: Birrificio Italiano Nigredo
ESTILO: Schwarzbier (6'7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Italia

CARACTERÍSTICAS: Birrificio Italiano es una las microcerveceras italianas más veteranas, fundada el 3 de abril de 1996 en Lurago Marinone, un pequeño municipio de Lombardía. Detrás de esta reputada fábrica se encuentra Agostino Ariol, fanático de la cerveza e interesado en su elaboración ya incluso desde la escuela primaria. Durante un tiempo la única forma de poder beber las cervezas de esta fábrica ha sido ir a Ruzanuvol, una cervecería italiana del barrio valenciano de Ruzafa donde siempre tienen varias de sus referencias en tirador y algunas botellas. Por suerte, hace unos meses llegaron varias a las tiendas de la Península y yo me pude hacer con unas cuantas, entre ellas Nigredo.

Nigredo es una Schwarzbier superlativa, y digo esto porque en su elaboración se decidió tostar incluso el lúpulo Hallertau que lleva, algo que hasta donde yo conozco no ha hecho ninguna otra cervecera. Es de un color marrón caoba, con reflejos pardos al trasluz. Está protegida por una capa abundante de espuma beige, con muy buena adherencia pero que se reduce rápidamente hasta medio dedo. En nariz resulta muy interesante, está cargada de lúpulo americano tropical, cítrico y especiado, pero este se fusiona con el torrefacto y la malta fuertemente tostada hasta formar un todo. Quedan agradables reminiscencias de café solo, más suave regaliz negro y un punto ahumado.

El cuerpo es contundente y su textura es muy cremosa, sobretodo para una cerveza lager, aunque el paso por boca es fluido. Se presenta con mucha malta y café solo sobre una base de caramelo, chocolate amargo y algo de frutas del bosque, que suavizan el conjunto. El final es de amargor claro, cítrico y especiado, con notas de torrefacto, humo, y suave lúpulo herbal con un deje tropical. Me ha parecido una cerveza fantástica. Sabrosa, bastante compleja y perfectamente equilibrada, es una Schwarzbier con un punto de originalidad que la hace irresistible. "Blacker than the Blackest Black", como dicen Birrificio Italiano.

NOTA:

jueves, 27 de abril de 2017

Tanker Sauna Session

MARCA: Tanker
MODELO: Tanker Sauna Session
ESTILO: American Pale Ale con hojas de abedul (4'7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Estonia

CARACTERÍSTICAS: La primera vez que oí sobre la cervecera estonia Tanker fue cuando contactaron con nosotros desde Hop In The Box, y me hizo especial ilusión tener la oportunidad de probar alguna referencia de ese país. Se trata de una pequeña fábrica fundada a finales del 2014 en un pueblo cerca de Tallinn por Jaanis Tammela, Ryan Suske y Ants Laidam. Los dos primeros llevaban tiempo elaborando cerveza como hobby en el garaje de Jaanis, mientras que a Ants le conocieron en una reunión de homebrewing pocos meses antes. Este ímpetu para asociarse y comenzar un negocio también lo han mantenido en su ritmo de trabajo, y en sus dos años de actividad han comercializado más de 60 cervezas distintas, aunque ninguna de ellas tan original como la que comento hoy.

Sauna Session se trata de una cerveza elaborada con hojas de abedul frescas, en referencia a las ramas que se utilizan en las saunas para azotarse (sí, eso he escrito). Es de color amarillo anaranjado, tan turbia como una Weizen. Una carbonatación microscópica asciende en rosario, alimentando un anillo de espuma blanca jabonosa. Su aroma es como para caerse de espaldas, intenso y penetrante como pocos pero a la vez tremendamente original. Se presenta como una riada de fruta tropical, sobretodo piña, más suave maracuyá, naranja, albaricoque y un punto de limón, pero por encima tiene un perfume todavía más llamativo, muy herbal y especiado, y que recuerda al eucalipto, al menos a aquellos que no estamos demasiado familiarizados con el abedul. De base queda malta dulce, cereal y algo de crema, aunque hace falta concentrarse porque, como es lógico, la atención la captan otros olores.

En boca es más rara, si cabe. El abedul da un sabor como mentolado que infiltra todos los demás matices. La entrada es de malta cruda y cereal, con un dulzor moderado, acompañada por naranja madura y albaricoque. A medida que avanza se va secando, salen más cítricos a la luz, limón sobretodo, la hierba del abedul, suaves toques florales, recuerdos de gaseosa de sobre y un punto tropical. Final de amargor moderado, el sabor del abedul queda largo tiempo en el regusto. Es una cerveza bien hecha y equilibrada, y eso que no tiene que ser fácil trabajar con las hojas de este árbol. Sin embargo ese sabor tan peculiar me ha acabado cansando, dudo mucho que me pudiese tomar una pinta... no obstante creo que merece la pena probarla. ¡Gracias Hop In The Box!

NOTA: