MODELO: Baltika (Балтика) 6 Porter
ESTILO: Baltic Porter (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Rusia
CARACTERÍSTICAS: Hace ya más de un año que comenzamos a comentar las Baltika y tras 3 o 4 reseñas hicimos un parón, supongo que por haber encontrado otras cervezas que nos parecieron más interesantes. Curiosamente dejamos en el olvido la que es, a mi parecer, el modelo que sí que merece la pena de esta cervecera rusa, que es la Porter. Así pues la semana pasada me acerqué al atardecer a la tienda rusa (y "Asociación de Ex-Ciudadanos de la Antigua URSS", que sé que no viene al caso pero me encanta puntualizarlo) de mi calle, tan de buena gana como siempre que planeo comprar esta cerveza.
Ya en casa, vaso de pinta teñido de negro con reflejos rojizos, y Dr. Strangelove de Kubrick en el DVD, dispuesto a combinar ambas cosas, y empezaron a fluir dulces e intensos aromas dominados por malta bien tostada y caramelo sobre un suave fondo de chocolate con leche, al que acompañan notas de ciruelas y plátano muy leves, pero perceptibles. Le dan el punto de agresividad que le faltaba medidos toques de alcohol y picante, y un leve deje herbal que continua a este último.
Y mientras los americanos se iban poniendo nerviosos en el televisor, yo bebía con absoluta calma mi cerveza, disfrutando de su sabor repleto de malta torrefacta, chocolate con leche y caramelo, este algo menos acentuado en este momento. Define un buen cuerpo y mucho carácter, se suma un toque de lúpulos herbales y hacia el final añade el alcohol, frutas oscuras y un deje a café, los tres con moderación, mientras un marcado amargor contrarresta con dificultad el denso dulzor inicial, para acabar desembocando en un larguísimo regusto enólico, con notas de chocolate y caramelo. La verdad es que las cervezas tan cremosas son una gozada, quizá esta es un poco demasiado dulce para mi gusto (me ha llegado a recordar en algún momento a las Brune belgas) pero me parece igualmente un ejemplo perfecto de una buena Baltic Porter.
Ya en casa, vaso de pinta teñido de negro con reflejos rojizos, y Dr. Strangelove de Kubrick en el DVD, dispuesto a combinar ambas cosas, y empezaron a fluir dulces e intensos aromas dominados por malta bien tostada y caramelo sobre un suave fondo de chocolate con leche, al que acompañan notas de ciruelas y plátano muy leves, pero perceptibles. Le dan el punto de agresividad que le faltaba medidos toques de alcohol y picante, y un leve deje herbal que continua a este último.
Y mientras los americanos se iban poniendo nerviosos en el televisor, yo bebía con absoluta calma mi cerveza, disfrutando de su sabor repleto de malta torrefacta, chocolate con leche y caramelo, este algo menos acentuado en este momento. Define un buen cuerpo y mucho carácter, se suma un toque de lúpulos herbales y hacia el final añade el alcohol, frutas oscuras y un deje a café, los tres con moderación, mientras un marcado amargor contrarresta con dificultad el denso dulzor inicial, para acabar desembocando en un larguísimo regusto enólico, con notas de chocolate y caramelo. La verdad es que las cervezas tan cremosas son una gozada, quizá esta es un poco demasiado dulce para mi gusto (me ha llegado a recordar en algún momento a las Brune belgas) pero me parece igualmente un ejemplo perfecto de una buena Baltic Porter.
NOTA:
CARACTERÍSTICAS: No sienta bien que traten de venderte una cerveza por cuatro veces el precio que puedes encontrar en otros lugares, pero peor sienta ser tan estúpido de pagar ese precio. Obviando ese detalle, volví a disfrutar al máximo esta riquísima porter de Baltika.
La cerveza luce un color negro opaco, con brillos rojizos al trasluz. La espuma es beix, de espuma gruesa y no demasiada duración. No obstante, enseguida invade el ambiente un aroma a café, caramelo y malta torrefacta del todo apetitoso. El trago es en esa línea, un sabor intenso con base de chocolate, toque de café, malta tostada y un final lupulizado. El alcohol juega una baza interesante, está presente pero no copa el trago, haciendo aparición en su justa medida.
Entre las Baltika es una de las mejores elecciones, si no la mejor. La 9 sigue siendo mi capricho personal, y más ahora que la han equilibrado un poco (aunque siguen advirtiéndote que es "la fuerte", cuando la compras en cualquier tienda rusa).
La cerveza luce un color negro opaco, con brillos rojizos al trasluz. La espuma es beix, de espuma gruesa y no demasiada duración. No obstante, enseguida invade el ambiente un aroma a café, caramelo y malta torrefacta del todo apetitoso. El trago es en esa línea, un sabor intenso con base de chocolate, toque de café, malta tostada y un final lupulizado. El alcohol juega una baza interesante, está presente pero no copa el trago, haciendo aparición en su justa medida.
Entre las Baltika es una de las mejores elecciones, si no la mejor. La 9 sigue siendo mi capricho personal, y más ahora que la han equilibrado un poco (aunque siguen advirtiéndote que es "la fuerte", cuando la compras en cualquier tienda rusa).
NOTA: