viernes, 21 de diciembre de 2018

Harviestoun Ola Dubh Special Reserve 12

MARCA: Harviestoun
MODELO: Harviestoun Ola Dubh Special Reserve 12
ESTILO: Old Ale añejada en barrica de whisky Highland Park 12 Year (8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Escocia

CARACTERÍSTICAS: La serie Ola Dubh (Aceite Negro en gaélico) de Harviestoun encaja perfectamente en lo que llamaríamos "clásicos modernos". Las tres referencias de esta serie, Special Reserve 12, 16 y 18, son fruto de una colaboración iniciada en el año 2007 entre Harviestoun y la destilería Highland Park, famosa por el fuerte ahumado de turba de sus whiskies. Para la elaboración de esta que comento hoy simplemente cogen su conocida Old Engine Oil, aunque algo subida de grados, y la añejan durante 6 meses en barrica que previamente ha contenido Highland Park 12 Year Old single malt. La compré hace unos meses en un supermercado de la zona, y el frío polar de la semana pasada me animó a abrirla para calentar el final de un domingo.

El nombre está muy bien escogido, es negra como el petróleo, aunque es un color brillante, muy atractivo. Tiene una fina capa de espuma beige marronácea de burbuja gruesa, muy porosa, que se reduce al mínimo. Su aroma es dulce y licoroso, con profunda malta tostada, caramelo intenso, sirope y frutas oscuras, entre ellas moras, pasas y ciruelas muy maduras. Se perciben también notas de regaliz negro y cacao, muy bien integradas, junto con recuerdos de Pedro Ximenez. Además no podía faltar el ahumado de la turba, cálido y agradable, con un toque de barbacoa y un reconfortante punto de alcohol. Es un aroma muy interesante y complejo, en él se puede encontrar lo que se quiera.

En boca llama la atención la baja carbonatación, que potencia su textura oleosa. De cuerpo medio/alto, exhibe intensa malta tostada y sirope de caramelo de principio a fin, a lo que se suman inicialmente moras, pasas y suave ciruela. En seguida entra un marcado gusto a cacao, pan integral y más discreto café. Hacia el final sale el intenso ahumado de la turba, dulce y delicado. El regusto es eterno, repleto de humo, con el calor del alcohol y notas de chile. Por suerte no es de estas cervezas que te dejan la mandíbula temblando con el alcohol mientras te saturan con sabores extremos que luchan por ser los protagonistas, sino que va haciéndose hueco sin que te des cuenta y de repente te encuentras degustando una maravilla. Delicada, compleja y equilibrada, ejemplo de buen hacer.

NOTA:

domingo, 16 de diciembre de 2018

Morland Old Speckled Hen

MARCA: Morland
MODELO: Morland Old Speckled Hen
ESTILO: Pale Ale (5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Inglaterra

CARACTERÍSTICAS: La cervecera Morland & Co fue fundada en 1711 en West Ilsley, en Oxfordshire, por John Morland, aunque en el siglo XIX las instalaciones se trasladaron a Abingdon. Durante su larga existencia la empresa ha absorbido varias fábricas locales, expandiendo largamente su influencia, hasta que en el año 2000 fue comprada por la macrocervecera británica Greene King. Dentro de su catálogo esta cerveza que comento hoy es la referencia más popular. Se elaboró por primera vez en 1979 para celebrar el 50º Aniversario de la apertura de la fábrica de coches de MG en Abingdon, y su nombre hace referencia a un antiguo coche que se utilizaba para circular por la misma al que llamaban Owld Speckl'd Un.

A pesar de lo mucho que me gustan las cervezas clásicas hasta la fecha no había podido probar esta Pale Ale casi legendaria, aunque sí su versión dorada. Esta luce un color marrón rojizo brillante y es cristalina, se podría leer un libro a través del vaso. Genera poca espuma al servirla, apenas un dedo, pero esta es muy resistente, de color beige y con burbuja muy heterogénea. En nariz no se sale un ápice de lo esperable y se presenta con un aroma de dulzor medio dominado por malta tostada y caramelo, acompañadas de nueces, más suave toffee y de fondo frutos rojos y naranja. El lúpulo juega un papel muy típico, y aporta un discreto carácter herbal, mineral y quizá con algún deje terroso. Sospecho que más o menos así huele el champú de Elizabeth II.

En boca más de lo mismo: bloque de dulce malta tostada, caramelo, frutos secos y leve azúcar moreno, con notas de mantequilla bien integradas, quedando en un segundo plano suaves recuerdos de frutos rojos. A pesar de que es una Pale Ale con cuerpo el trago es largo y amable. Final de amargor seco, sobrio, con lúpulo herbal y terroso, marcadas notas minerales que hacen imposible confundir el origen de la cerveza, y un agradable punto cítrico. Cierra con un regusto largo, mineral, herbal, con sutiles recuerdos de cáscara de naranja y notas de caramelo de fondo. Muy rica y sin ninguna sorpresa, lo que a priori no tiene por qué ser algo malo. Posiblemente no sea la mejor opción para los locos de las innovaciones cerveciles y los sabores extremos, pero si lo que quieres es medio litro (o más) de buena cerveza británica para pasar una tarde tranquila en casa o como lubricante para una conversación interesante, ataca sin miedo.

NOTA:

martes, 11 de diciembre de 2018

Mönchshof Historisches Märzen

MARCA: Mönchshof
MODELO: Mönchshof Historisches Märzen
ESTILO: Märzen (5'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Después de 5 años vuelvo a atacar las cervezas de Kulmbacher con esta botella que me traje de mi viaje fugaz a Munich, cautivado por su elegante etiqueta... y por lo mucho que suelo disfrutar las referencias de esta marca. Se trata de una Märzen que forma parte de una nueva línea de Mönchshof llamada Manufaktur, en la que el maestro cervecero Herrman Nothhaft mezcla tradición y modernidad. Está elaborada con lúpulos Hallertauer, Perle y Tradition, es sometida a un lagerung a 1ºC, y fue premiada con la medalla de oro de los World Beer Awards 2016 en la categoría "Alemania". Además ese mismo año también recibió la medalla de oro de los Mieningers Craft Beer Awards, aunque no sé si "craft" es el término que mejor define a una fábrica del volumen de Kulmbacher.

El aspecto de esta Märzen es casi el de una Keller, de color bronce amarillento, bastante turbia, con una escasa espuma blanca de burbuja fina. En nariz es una delicia, domina malta dulce, masa de pan, galleta y toffee, también se encuentra mucha miel, algo de caramelo y un leve toque de almíbar. Se fusiona con frutas, la más destacable pera madura, y más suave plátano y manzana. El conjunto se completa con el lúpulo, que aporta un delicado aroma floral que se ensambla muy bien con los esteres de la levadura. 

En boca es sutil pero firme, con un cuerpo consistente. Abre el trago la malta dulce, masa de pan y mucha galleta, a lo que se suman marcadas notas de plátano y suave levadura. La textura sedosa acompaña a un final de amargor calmado, largo, con intensos recuerdos de miel, lúpulo floral, una medida acidez cítrica y un punto de especias. Al rato se seca un poco, se vuelve algo más verde, notas terrosas se vuelven más evidentes y puede resultar algo menos amable, aunque sin dejar de ser una Märzen dulce, de trago largo y fácil de beber. No he sido capaz de encontrarle fallos, me ha parecido una cerveza deliciosa... ojalá hubiese cogido alguna botella más.  

NOTA:

domingo, 2 de diciembre de 2018

Sagres Bohemia Bock

MARCA: Sagres
MODELO: Sagres Bohemia Bock
ESTILO: Bock (6'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Portugal

CARACTERÍSTICAS: Mis sensaciones con la serie Bohemia de Sagres (que tengo que agradecer a mis padres el poder probarlas, ya que fueron ellos quienes me las trajeron de sus vacaciones en Extremadura y Portugal), son un poco contradictorias. Algunas me han parecido bastante buenas, como por ejemplo la Bohemia original, mientras que otras como la Hoppy Weiss, que reseñé hace poco, se quedaban cortas. La que comento hoy, supuestamente del estilo Bock, se queda a mitad de camino y deja satisfecho pero queda algo que no acaba de cuadrar.

Esta es una cerveza bastante oscura para ser una Bock, casi negra, con un tenue color rubí al trasluz. Tiene una espuma beige grisácea, muy compacta y abundante, pero que en pocos minutos se reduce a medio dedo. En nariz me impresionó positivamente, se presenta con mucha malta tostada dulce y caramelo, azúcar moreno, marcados recuerdos de ciruelas e higos y algo de toffee y pan integral. Se suman suaves notas de chocolate, un mínimo toque de regaliz negro, y por fín el lúpulo, no demasiado aromático, con un carácter herbal y ligeramente cítrico. Pintaba bien, sobretodo para ser una marca industrial.

El paso por boca es agradable, tiene un cuerpo medio y mucho sabor. Domina malta tostada, acompañada de algo de caramelo, aunque no es tan densa como sugería el aroma, que casi apuntaba a Doppelbock. Hay más presencia de frutos secos, sobretodo nueces, pan de centeno, y menos de fruta madura, que se limita casi en exclusiva a ciruelas. Al final sale un amargor cítrico y especiado, un poco artificial, con una acidez dulzona que recuerda al sirope de limón y se queda en el largo regusto, donde se funde con un leve calor alcohólico. Reconozco que está buena, de hecho tanto que si te despistas puede colar y acabas metiendo la pata en El Comidista, pero tiene ese dulzor que no acaba de cuadrar y que se acentúa a medida que pasa el tiempo, lo que le hace perder algún punto. Ha sido interesante probar las Bohemia de Sagres, ¡gracias padres!

NOTA:

martes, 27 de noviembre de 2018

Hofbräu Helles Vollbier

MARCA: Hofbräu
MODELO: Hofbräu Helles Vollbier
ESTILO: Münchner Hell (5'1% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Una norma básica a la hora de comprar cerveza en Alemania es, cuando no se conocen las cervezas disponibles, elegir las que tengan etiquetas de aspecto más antiguo. Siguiendo esta regla rara vez se lleva uno malas cervezas a casa, y de cuando en cuando encuentra maravillas. La última vez que estuve en Munich la apliqué en un Orterer y entre las botellas que compré estaba esta, que además es producida por una fábrica tan buena como Hofbräuhaus. Hace un par de semanas, ya en España, la abrí al final de un día agotador con el convencimiento de ir a disfrutar de una rica cerveza clásica.

Es de un amarillo blanquecino, totalmente cristalina, sin apenas burbujas en la columna de líquido. Genera una espuma blanca cremosa, no muy abundante pero bastante resistente y que queda adherida al vidrio. En nariz es bastante potente, combina malta sin tostar, mucha masa de pan, suave galleta y cereales, junto con frutas entre las que destaca manzana asada y un delicado punto de limón. El lúpulo tiene un papel discreto, aporta un leve toque floral, mientras que la levadura, ligeramente especiada, resulta bastante evidente. Tan buena impresión como cualquier Helles bávara.

En boca se presenta con un cuerpo medio y una textura sedosa muy agradable. Por desgracia el sabor no está a la altura de lo que esperaba de una cerveza de esta marca y de esta región. En la entrada domina la malta, aunque con menor densidad de lo que sugería el aroma, y se suman notas algo más moderadas de cereal, leve pan blanco y manzana golden, con algo más de acidez en esta ocasión. De trago largo, al final se seca un poco, se aligera el cuerpo, salen más cítricos, lúpulo herbal, cáscara de limón y bastante especia picante. Menos redonda de lo que me esperaba y con un final quizá demasiado áspero y abrupto. Me habría gustado algo más de presencia de la malta en boca, y también algo más de cuerpo. Disfrutable sin duda, pero se le puede exigir más. En esta ocasión mi norma de selección de cervezas ha fallado, nadie es perfecto.

NOTA:

martes, 20 de noviembre de 2018

Morlaco Beer San Cernin

MARCA: Morlaco Beer
MODELO: Morlaco Beer San Cernin
ESTILO: Golden Ale con trigo (5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: San Cernin, o San Saturnino, es el patrón de Pamplona y el nombre de uno de los tres burgos a partir de cuya fusión en 1423 se formó la capital navarra. Este lugar emblemático de la ciudad es otro de los que los amigos de Morlaco Beer seleccionaron para denominar a una de sus referencias, una Golden Ale con malta de trigo. Representan en la etiqueta al Gallico que corona la torre del reloj de la Iglesia de San Cernin peleándose con el morlaco vestido de obispo. Esta cerveza no la había probado hasta ahora, me gustan tanto Navarrería o Estafeta que si estas se encuentran en las estanterías me cuesta dar oportunidades a sus otras elaboraciones, pero Akui tuvo el detalle de regalarme una botella hace escasamente un mes.

Esta es una Golden Ale que hace honor al nombre del estilo, con un color dorado pajizo, brillante, ligeramente velada al trasluz. La cantidad y el aspecto de la espuma es perfecto, 3 dedos al servirla y en pocos minutos queda sólo 1 dedo, con burbujas de tamaño medio pero muy compactas. En nariz es fresca, con una cantidad generosa de lúpulo que le aporta un aroma herbal y cítrico, con algún deje mineral y tropical, sobre una base de malta limpia, manzana, membrillo y suave toffee. Un punto de clavo y pimienta blanca le dan un agradable picante que refuerza la sensación del lúpulo, y cierra muy bien el conjunto.

En boca se presenta con cuerpo ligero, aunque bien mantenido por una carbonatación viva. En la entrada se presenta con malta, grano crudo y trigo, que se mezclan con frutas como manzana, limón, suave uva blanca y grosella. El trago se cierra con un amargor potente pero controlado, con hierba fresca, incluso algo de pino, cáscara de limón, suave pomelo, especias como las mencionadas en el aroma y un deje mineral. Al final queda una cerveza suficientemente compleja como para entretenerse catándola, pero también directa y muy refrescante. Es perfecta para meses estivales, además su baja graduación alcohólica permite tomar un par sin demasiado problema. Me ha gustado mucho.
NOTA:

domingo, 11 de noviembre de 2018

Augustinerbräu Oktoberfestbier

MARCA: Augustinerbräu
MODELO: Augustinerbräu Oktoberfestbier
ESTILO: Märzen de Oktoberfest (6'3% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania

CARACTERÍSTICAS: Tras mucho tiempo persiguiéndola de forma infructuosa, hace escasas semanas pude por fin pude conseguir la cerveza de Oktoberfest más esquiva de Munich, la de Augustiner. Las veces que había visitado esta ciudad no estaba disponible en ningún sitio, ni siquiera en las tiendas de bebidas de la cadena Orterer, que suelen tener un repertorio bastante completo de cervezas regionales, dado que, por lo que me dijo el dependiente de una de ellas, se agotaban en pocos días. Este año sin embargo la he tenido a mi alcance por partida doble: una botella me la regalaron Miguel Ángel y Sara, ingenieros expatriados en Munich, sabiendo que iba a pasar por la ciudad a finales de octubre (¡mil gracias a ambos!); sorprendentemente también pude comprar alguna en el Kaufhof de Marienplatz, donde me encontré un buen repertorio cuando pasé por allí por casualidad.

Cayeron algunas paseando por las calles del Altstadt, y reservé esta para tomarla en casa con algo más de calma. Con esto ya anticipo que me gustó. El aspecto es impecable, pura maestría germana, de un color dorado brillante, cristalino, protegida por medio dedo una espuma blanca y cremosa con muy buena retención. En nariz se presenta muy cargada de malta y grano, con intensas notas de masa de pan, galleta, un delicado punto de caramelo, miel y leve bizcocho, en armonía con potentes recuerdos de manzana golden, membrillo, plátano y mínimo melocotón. El lúpulo, por su parte, libera aromas florales, y la levadura también está presente, con un toque especiado. 

En boca me ha parecido finísima, trabajada al milímetro. Es cálida, pero no pesada, y tiene cuerpo, pero no demasiado como para que se haga difícil beberse un maß. El trago es limpio, con mucha malta sin tostar, galleta, grano y más suave caramelo, a lo que en seguida se suma fruta madura en grandes cantidades, sobretodo manzana, algo de pera y membrillo, junto con recuerdos de miel. Termina con un amargor medio, fresco, con lúpulo floral y cítrico, suave especia picante y levadura. Con una agradable efervescencia el sabor va desapareciendo poco a poco, sin haber perdido el equilibrio ni por un instante. Relativamente compleja y muy sabrosa, lo único de lo que me puedo quejar es que se acaba rápido y siempre apetece otra. A ver si el próximo año tengo la suerte de conseguir alguna botella, me ha gustado tanto como la de Hacker-Pschorr.

NOTA:

domingo, 4 de noviembre de 2018

Ambar Monte Perdido

MARCA: Ambar
MODELO: Ambar Monte Perdido
ESTILO: Pale Lager con microflora salvaje (6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Sigo con la serie Ambiciosas de Ambar. En esta ocasión he podido probar una de las que más me intrigaba, y por otro lado más miedo me daba: Monte Perdido. Es una cerveza fermentada a baja temperatura que debe su nombre a que se han empleado para su elaboración microorganismos obtenidos del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en el Pirineo Aragonés, entre ellos la bacteria Lactococcus lactis. Esta presentación sugería que nos ibamos a encontrar matices ácidos en la cerveza, aunque siendo un producto de La Zaragozana imaginaba que no demasiado acentuados para que el producto fuese también del gusto del público general.

Es una cerveza dorada brillante, cristalina, con bastante espuma blanca aunque muy porosa y, por lo tanto, no demasiado resistente. El aroma es francamente interesante y complejo, y si tuviese que utilizar una palabra para definirlo sería "fresco". Tiene una base de malta dulce y masa de pan, acompañada de mucha fruta como mango, plátano maduro, piña en almíbar, y más suave melocotón y naranja. A esto se suman notas lácteas de la levadura, con un punto cítrico, herbal y levemente mineral, que es lo que le aporta la originalidad a la cerveza.

El sabor no es en absoluto como me lo esperaba, pero tampoco me supuso una decepción. En el inicio del trago predominan malta dulce sin tostar, miel, y más suave bizcocho y galleta, a lo que se acoplan frutas como las mencionadas antes pero menos maduras, con más papel de naranja y piña. El conjunto se encuentra rodeado por notas levadurosas, con una leve pero afilada acidez propia de bacterias salvajes. El final es amable, frutal, con un leve amargor floral, un deje de masa de pan y el punto ácido, muy medido, de la levadura salvaje, con notas de pomelo y limón. La carbonatación es baja pero mantiene el cuerpo, recuerda en ese aspecto a los ejemplos más melosos de cervezas de Oktoberfest. Me ha parecido verdaderamente buena, incorpora con elegancia la acidez de las bacterias salvajes, y si bien este sabor no tiene tanta relevancia (ni de lejos) como en otros estilos como pueden ser las Oud Bruin o Lambic, el resultado es de una cerveza interesante y original. Lo dicho, en mi opinión la mejor de la serie.

NOTA:

martes, 30 de octubre de 2018

Cata "Cervezas de Cine" en La Vinoteca: La Mecánica de la Naranja

Tras unos meses un poco ajetreados, este octubre por fin he podido aceptar una invitación de Rubén y asistir por primera vez a una de las catas del nuevo ciclo "Cervezas de Cine" del Club Bier de La Vinoteca, que empezó ya en febrero del 2018. Con este episodio, titulado "La Mecánica de la Naranja", tenía sentimientos encontrados. Como inconveniente las frutas eran las protagonistas de la sesión, dado que todas menos una de las cervezas contenían alguna como ingrediente... y cualquiera que me conozca sabe que no soy demasiado amigo de estos inventos. Como ventajas había fundamentalmente dos: dado que no me hacen especial gracia, lo más probable es que nunca probase ninguna de estas cervezas, y esta era una forma de hacerlo sin que me diese pereza; la segunda es que el encargado de dirigirla era el inefable Akui, maestro cervecero de Morlaco, y esto es sinónimo de cata rigurosa y de alto nivel en la que siempre se aprende algo.

Este era el menú que habían preparado Akui y Rubén:

- Brunehaut Bio Blanche Gluten Free (Witbier, 5% ABV)
- To Øl CloudY 9 (Saison con mango y piel de naranja, 5'6% ABV)
- La Quince Jurassic Milkshake (NEIPA, 6'2% ABV)
- Magic Rock / Against The Grain El Gingero (Oatmeal Stout con naranja y jengibre, 7'5% ABV)
- Naparbier / Beavertown Farewell to Arms (Sour añejada en barrica de jerez con cerezas, 7% ABV)
- Mikkeller SpontanFramboos (Lambic Frambozen, 7'7% ABV)
- De Molen Horen, Zien & Zwijgen (Imperial Stout con cacao, 9'5% ABV)

La sesión fue tan interesante como de costumbre, y Akui estuvo especialmente acertado en las descripciones de las cervezas. Además, y como es habitual en él, demostró conocimientos técnicos al alcance de muy pocos de los asistentes (al menos a mí me daba mil vueltas)... y, lo que es más importante, supo transmitirlos de forma cercana y amena. El apoyo de Rubén sirvió para complementar algunos de los datos comentados y darles un enfoque diferente, y también para aligerar el tono de la cata.


Respecto a las cervezas, mi favorita de la noche fue El Gingero, y además con diferencia. Perfectamente equilibrada a pesar de los ingredientes difíciles de integrar, la compraría encantado. También me gustaron bastante Farewell to Arms, SpontanFramboos y Horen, Zien & Zwijgen. Las otras tres la verdad es que no me dejaron una sensación demasiado buena y esto me sorprendió, sobretodo en el caso de To Øl. De todas formas la sensación fue muy positiva, al haber podido probar cervezas que con total seguridad habría ignorado en las estanterías de las tiendas, encima perfectamente explicadas en una sesión amena y divertida. ¡Gracias Akui y Rubén!

domingo, 28 de octubre de 2018

El Inca Bi-Cervecina

MARCA: El Inca
MODELO: El Inca Bi-Cervecina
ESTILO: Schwarzbier (3% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bolivia

CARACTERÍSTICAS: Los inicios de Cervecera Boliviana Nacional se remotan a 1877, cuando Alejandro Wolf fundó la fábrica de cerveza "Wolf & Cía", cuyo nombre cambió más adelante a Cervecería Nacional. En 1886 esta se fusionó con Cervecería Americana, y adoptaron definitivamente el nombre actual. Su primera marca fue Paceña, sin embargo la cerveza que comento hoy pertenece a El Inca, las únicas cervezas negras de la empresa.

Esta era la primera cerveza boliviana que pruebo en mi vida, y viendo la graduación alcohólica estaba claro que me esperaba algo inusual, aunque no tanto como lo ha sido finalmente. De color negro, quizá marrón en periferia, genera una espuma gris abundante al servirla, aunque por su porosidad apenas aguanta medio minuto antes de desaparecer casi del todo. El aroma es sencillo pero a la vez rarísimo, me dejó totalmente fuera de juego. La intensidad es muy baja, se intuye algo de malta y cereal, pero sobretodo lo que más llama la atención es un torrefacto no muy definido aunque sí marcado, con recuerdos de óxido más de fondo.

El sabor es justo al contrario, extremadamente dulce, con intensas notas de melaza, frutas oscuras y sirope y azúcar moreno en cantidades industriales. Quizá tenga algo de tostados en el fondo, pero está claro que no es un elemento fundamental, mientras que el lúpulo es indetectable. No me ha gustado nada, me ha resultado muy empalagosa y, a la vez, demasiado sencilla. Es como una mezcla entre maltas Pony, kvass y arrope, nada apta para personas a las que el dulce les satura con facilidad. No he podido terminarla.

NOTA:

martes, 16 de octubre de 2018

Hercule Stout

MARCA: Brasserie des Legendes
MODELO: Hercule Stout
ESTILO: Russian Imperial Stout (9% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica

CARACTERÍSTICAS: La Brasserie des Légendes está formada por dos sitios de producción distintos, ambos en Valonia. El primero de ellos se encuentra en Ath, y es de donde salen las marcas Goliath, Gouyasse y Ducassis. El otro fue fundado en Ellezelles en 1993, y es donde se produce la serie Quintine y la cerveza que voy a comentar hoy, Hercule Stout. Esta última coge su nombre del personaje de las novelas de Agatha Christie, Hércules Poirot, quien parece que nació en Ellezelles el 1 de abril de 1850. En muchas ocasiones la he visto en España pero siempre a precios absurdamente elevados, y cuando la encontré el otro día en La Vinoteca por debajo de 3 euros no desaproveché la oportunidad.

En copa es de color marrón muy oscuro, casi negro, casi totalmente opaca al trasluz aunque con algún destello rojizo en base. Genera una espuma beige muy abundante, cremosa y persistente, dando así un aire belga a este estilo británico. Su aroma posee un fondo dulce, con malta, sirope de caramelo y delicadas frutas del bosque, pero totalmente sobrepasado por intensas notas de torrefacto, café espresso, cacao y más suave regaliz negro. Hay también algo de lúpulo herbal, no muy prominente, que se ensambla a la perfección con el resto de matices. 

En boca es tan sabrosa como cabe esperar, y con una gasificación algo más alta de lo habitual para el estilo que hace que el cuerpo no resulte demasiado pesado. Desde el principio del trago parece que hayan secuestrado al dulce, la entrada la domina malta tostada, cereal y cacao, para en seguida reforzar el tueste con intenso grano torrefacto, café, más suave regaliz negro e incluso un toque de carbón. Al reposar surge una base de frutas oscuras como moras y arándanos, que equilibran la aspereza. Final de amargor marcado, quemado, con mucha especia picante que se agarra en la garganta, un agradable punto ácido de limón y regaliz. Es sobria y compacta, acorde con el estilo aunque con una cierta originalidad, y muy bien equilibrada. Un clásico moderno de los de repetir mil veces, aunque mejor en varias noches distintas porque, aunque no lo parezca, los 9º de alcohol los tiene.

NOTA:

viernes, 12 de octubre de 2018

Tiny Rebel Cwtch

MARCA: Tiny Rebel
MODELO: Tiny Rebel Cwtch
ESTILO: Amber Ale (4'6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Gales

CARACTERÍSTICAS: Esta cerveza que comento hoy tuvo el honor de ser galardonada como Champion Beer of Britain durante el Great British Beer Festival del año 2015. La fábrica que la elabora, Tiny Rebel, fue fundada tan solo 3 años antes en Newport, una localidad de poco más de 100.000 habitantes al Sur de Gales, convirtiéndose así en la cervecera más joven en recibir ese premio (además de la única de esta nación que lo ha conseguido hasta la fecha). Habría preferido encontrarla en botella, pero al final me tuve que confirmar con el formato lata... ya sé que el sabor no cambia demasiado pero demonios, soy botellista, no puedo evitarlo.

Hay ocasiones en que sólo con ver el aspecto de una cerveza ya sabes que va a ser buena, y es el caso de Cwtch. Luce un color marrón oscuro, rojizo al trasluz, y a pesar su opacidad parece filtrada. En nariz es fantástica, combina una generosa ración de malta tostada y frutos secos caramelizados (me acordé de las almendras garrapiñadas) con notas de frutas rojas, cerezas, guindas y más suave moras. El lúpulo americano, fresco, herbal y con trazas de naranja, y algo de especia picante, se ensamblan a la perfección con el resto del aroma. El resultado es impecable.

En boca es de trago ligero, y no engaña respecto a su origen: 100% británica. Pasa limpia pero rebosante de sabor, con malta tostada, pan negro, nuez, y leves recuerdos de frutas rojas, aunque el dulzor es mínimo. El final parece tener cierta inspiración estadounidense, con llamativas notas herbales, notas cítricas y de pino, aunque perfectamente controladas y acordes con el patrón de la cerveza. Se suma algo de especia picante y un leve toque medicinal, con una agradable efervescencia consecuencia de una carbonatación perfecta. Es una cerveza redonda, mezcla de modernidad y tradición; como si Fuller's y Brewdog se hubiesen puesto de acuerdo. Ni CAMRA ni el BJCP tienen motivos para criticarla. 

NOTA:

viernes, 5 de octubre de 2018

Sagres Bohemia Hoppy Weiss

MARCA: Sagres
MODELO: Sagres Bohemia Hoppy Weiss
ESTILO: Wheat Ale (4'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Portugal

CARACTERÍSTICAS: La serie Bohemia de Sagres comenzó en el 2005, y ha sido en los últimos años cuando el número de referencias distintas ha crecido de forma sustancial. En el 2016 incorporó Trigo, supuestamente del estilo Witbier, y Puro Malte; en el 2017 se empezó a comercializar su Bock; y durante este año ha salido la que voy a comentar hoy: Hoppy Weiss. Se trata de una cerveza de trigo con un dry hopping de Hallertauer, Mosaic y Citra. Normalmente las fábricas industriales no suelen dar tantos detalles sobre los ingredientes de sus elaboraciones de "estilo moderno", así que poder saber todo esto es buena señal.

Como era de esperar es una cerveza de un color dorado pálido, con una espuma jabonosa abundante que se esfuma con rapidez. El aroma es de malta, trigo y cereal crudo, con un claro carácter cítrico y notas marcadas de manzana golden. También es evidente el perfume herbal y ligeramente tropical del lúpulo americano, con un punto de especia picante. No parece demasiado compleja pero la impresión que da es buena, sugiere una cerveza fresca y fácil de disfrutar.

El cuerpo es ligero, aunque la carbonatación lo sostiene un poco. Sabores como malta, cereal crudo y trigo se mezclan con manzana, suave pera y un punto de limón, todo muy refrescante. Al final sale el lúpulo, algo herbal y tropical, aunque apagado y sin la gracia de elaboraciones norteamericanas, a lo que se suma un deje metálico. La cerveza al final queda aguada y bastante plana, no es catastrófico pero nada que ver con lo que uno esperaría de una elaboración definida como Hoppy Weiss. Lástima, porque otras referencias de la serie Bohemia sí que me parece que merecen la pena.

NOTA:

lunes, 24 de septiembre de 2018

Ambar Super Super Ale

MARCA: Ambar
MODELO: Ambar Super Super Ale
ESTILO: Brune fermentada a 30ºC (6'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España

CARACTERÍSTICAS: Otra más de las Ambiciosas de Ambar ha llegado a mi casa durante estas últimas semanas, y además lo ha hecho por triplicado porque el primer envío sufrió un accidente ajeno a mi persona que la vació de contenido (sorprendentemente sin romper el envase ni saltar la chapa), así que ni cortos ni perezosos los amigos de La Zaragozana me mandaron 2 botellas más (muchísimas gracias) La cerveza en cuestión es Super Super Ale, que tiene la peculiaridad de que la fermentación se ha llevado a cabo a unos 30ºC en vez de los 18-20ºC que son habituales (aunque creo que no es la única, tengo entendido que las levaduras de Saison Dupont también trabajan a una temperatura similar).

Dado que no se especifica el estilo, la ataqué sin tener muy claro qué me iba a encontrar. Es una cerveza filtrada, uno de los pocos aspectos que sospechaba, y exhibe un bonito color marrón rojizo brillante. Tiene una cremosa espuma beige, abundante y duradera, con una retención estupenda y alimentada por una carbonatación vigorosa. En el aroma domina el dulce, con un núcleo de malta, toffee, caramelo y algo de bizcocho, envuelto en intensos recuerdos de plátano maduro, más suave ciruela e higo confitado, y un punto de naranja. Se percibe además el lúpulo floral, que aligera el conjunto.

En boca se presenta con cuerpo medio, y no tan dulce como amenazaba. En la entrada aparecen malta, caramelo, frutos secos entre los que destaca avellana, y un toque de galleta. La fruta cambia el enfoque, el dulzor es más limitado pero aun así mantienen mucha presencia. Destacan ciruela, plátano y un poco de naranja. Se va secando progresivamente, se potencian los cítricos e incluso llega a resultar un poco astringente.Termina con un amargor firme pero cálido, con alcohol bien integrado, con un toque de hierba, cítricos y un mínimo deje metálico. Esta cerveza parece querer jugar con los límites del equilibrio, y a pesar de que se arriesga en diferentes puntos creo que al final se mantiene dentro de pista. A diferencia de lo que pasaba con Caerá Esta Breva, beberse medio litro de Super Super Ale se puede hacer cuesta arriba. No obstante me quedo satisfecho con esta elaboración, es una propuesta interesante y se disfruta sin problema, más todavía si se comparte con alguien. Se agradece además que haya una cervecera con ganas de innovar.

NOTA: