MODELO: Naparbier Pilsener
ESTILO: Pilsener (4'7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España
CARACTERÍSTICAS: Hace un par de semanas tuve mi primer contacto con las recientemente embotelladas Naparbier, en el que me llevé una muy buena impresión de su Dunkel Lager. Todavía tenía pendiente el otro modelo de la marca y en cuanto volví de mis vacaciones por las bellas Landas francesas no perdí un segundo, ansioso por comprobar el nivel de una de las pocas Pilsener artesanales que se elaboran en este país, algo quizá un poco arriesgado en un mercado tan saturado de lager industriales baratas como es el español. Así pues, esta cerveza se enfrenta en mi opinión al reto de ser competitiva con las demás rubias que se venden en el supermercado, ofreciendo un producto de mayor calidad que estas y a un precio razonable (se sobreentiende que para las posibilidades de una microcervecera). Y el caso es que a 1'80 euros la botella el segundo punto lo cumple, y como voy a relatar ahora el primero también.
En cuanto al aspecto externo no podría ser mejor, es de color dorado apagado, ligeramente velada, cubierta por una capa de espuma blanca inmaculada con una retención estupenda. Basta acercar la nariz a la copa para comprobar que estos pamplonicas se toman las cosas en serio, pudiéndose percibir un aroma intenso, dulce, con la malta de rigor pero a la vez lupulado con maestría, lo que le da agradables notas de hierba, hoja de limón y un toque especiado muy penetrante.
Con los esquemas totalmente rotos por un comienzo magistral me lancé a probarla, y si bien también me gustó bastante lo que me encontré, decididamente no estaba al mismo nivel. El dulzor de la malta está bastante limitado por abundantes cítricos y lúpulo herbal, haciendo que tienda más hacia la acidez, conduciendo así el trago hasta un amargor algo picante que deja un largo regusto bien cargado de hierba. Es muy refrescante, no obstante que no engañe este adjetivo tan frecuentemente asociado a cervezas aguadas porque esta no lo es, carácter no le falta. Lo único que le he notado es algo escasa en cuanto a la carbonatación, probablemente consecuencia del embotellado, lo cual no quita que sea esta una Pilsener capaz de sacarle los colores a los gigantes nacionales y, al igual que la otra cerveza que elaboran, con mucho potencial.
En cuanto al aspecto externo no podría ser mejor, es de color dorado apagado, ligeramente velada, cubierta por una capa de espuma blanca inmaculada con una retención estupenda. Basta acercar la nariz a la copa para comprobar que estos pamplonicas se toman las cosas en serio, pudiéndose percibir un aroma intenso, dulce, con la malta de rigor pero a la vez lupulado con maestría, lo que le da agradables notas de hierba, hoja de limón y un toque especiado muy penetrante.
Con los esquemas totalmente rotos por un comienzo magistral me lancé a probarla, y si bien también me gustó bastante lo que me encontré, decididamente no estaba al mismo nivel. El dulzor de la malta está bastante limitado por abundantes cítricos y lúpulo herbal, haciendo que tienda más hacia la acidez, conduciendo así el trago hasta un amargor algo picante que deja un largo regusto bien cargado de hierba. Es muy refrescante, no obstante que no engañe este adjetivo tan frecuentemente asociado a cervezas aguadas porque esta no lo es, carácter no le falta. Lo único que le he notado es algo escasa en cuanto a la carbonatación, probablemente consecuencia del embotellado, lo cual no quita que sea esta una Pilsener capaz de sacarle los colores a los gigantes nacionales y, al igual que la otra cerveza que elaboran, con mucho potencial.
NOTA:
CARACTERÍSTICAS: Una breve estancia en Huesca me ha hecho descubrir dos botellas de Naparbier que tenía almacenadas desde hace bastante (un detalle que nos mandaron los muchachos de Naparbier, que agradecemos muchísimo). Así que sin mediar palabra me he lanzado con la dunkel lager y la pilsener.
El aspecto es tal cual lo describe Embracing, con un color dorado levemente turbio y carbonatación media. No obstante, no encontré una espuma tan abundante en la copa. El aroma tiene mucha presencia, dejando entrever matices malteados, levadurosos e incluso melosos, aunque muy herbales. El dulce es su característica más presente.
El sabor define a la perfección su estilo: lúpulos muy presentes, malta y caramelo en menor medida. Hay una presencia ácida muy intensa pero que no tapa el resto de matices (cosa que me suele pasar con las cervezas gueuze), tornando el sabor algo agrio hacia el final, y terminando en un torrente amargo y seco.
Deja una sensación agradable, es una buena cerveza. En su contra diría que al cabo del rato pierde un poco de intensidad en sus matices, pero se deja beber bastante bien. Un buen trabajo.
El aspecto es tal cual lo describe Embracing, con un color dorado levemente turbio y carbonatación media. No obstante, no encontré una espuma tan abundante en la copa. El aroma tiene mucha presencia, dejando entrever matices malteados, levadurosos e incluso melosos, aunque muy herbales. El dulce es su característica más presente.
El sabor define a la perfección su estilo: lúpulos muy presentes, malta y caramelo en menor medida. Hay una presencia ácida muy intensa pero que no tapa el resto de matices (cosa que me suele pasar con las cervezas gueuze), tornando el sabor algo agrio hacia el final, y terminando en un torrente amargo y seco.
Deja una sensación agradable, es una buena cerveza. En su contra diría que al cabo del rato pierde un poco de intensidad en sus matices, pero se deja beber bastante bien. Un buen trabajo.
NOTA: