Hace alrededor de 10 años hicimos una entrada a la que llamamos Empirismo Cervecil, que consistía en la comprobación empírica de ciertos aspectos relacionados con el cuidado de las botellas y cómo estos afectan a las cualidades organolépticas de la cerveza que contienen. Entonces comprobamos como la luz solar y la guarda en posición incorrecta deterioraban el sabor de la cerveza, además con alguna sorpresa inesperada. Pues bien, como más vale tarde que nunca, hoy damos continuidad a esa sección con otro experimento más.
Las dos botellas son del mismo lote, compradas en el mismo establecimiento a la vez, y por supuesto ambas están en fecha. Una de ellas, (a la que llamaremos A) ha estado guardada en el frigorífico a 4º C durante 1 mes, mientras que la otra (B) fue enfriada en el congelador durante alrededor de 1 hora, hasta que alcanzó una temperatura cercana a los 0º C aunque sin llegar a congelarse, y después estuvo también durante 1 mes en el frigorífico.
Servidas son indistinguibles, tienen un color dorado algo anaranjado, bastante transparentes, con la protección de una espuma blanca, cremosa y abundante, cuya retención no parece haberse alterado por el proceso de enfriamiento. En nariz más de lo mismo, aroma intenso dominado por malta dulce, masa de pan, manzana golden y más suave pera, y bastante presencia de lúpulo noble, mineral y herbal.
Y sin embargo basta con dar un sorbo para darse cuenta de que son cervezas distintas. La cerveza A es bastante más redonda, tiene más cuerpo y un sabor más profundo y complejo. En esta el lúpulo se mantiene fresco y punzante, con notas cítricas y herbales. La Grisette B, por su parte, es más acuosa, más plana, con menor persistencia. Tiene sabor pero se limita a malta, cereal y algo de cítricos, le falta estructura y el lúpulo se ha apagado.
Era evidente que las temperaturas excesivamente frías no le iban a hacer ningún favor a la cerveza pero no creía que fuese tan evidente, más todavía cuando la temperatura de servicio fue la misma. Da que pensar cuando tienes fábricas ofreciendo sus cervezas a temperatura glacial.