MODELO: Birra Moretti
ESTILO: Pale Lager (4'6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Italia
CARACTERÍSTICAS: Lo primero que llama la atención al ver una botella de Birra Moretti es la etiqueta, en la que aparece un caballero de bigote señorial, vistiendo un traje verde típico de los años 30 mientras degusta una jarra de cerveza. Este logotipo no se añadió hasta 1942, cuando el comandante Leo Menazze Moretti, descendiente del fundador de la cervecera Leo Moretti, vio a ese hombre en una mesa del restaurante Boschetti en Udine (Friuli) y pensó que representaba el carácter de Birra Moretti: genuína, tradicional y auténtica. Le pidió permiso para fotografiarle, este se lo concedió, y cuando le preguntó qué quería como pago, el caballero respondió "Cal mi dedi di bevi, mi baste", que en dialecto friuliano significa "Un vaso de lo que estoy bebiendo, es suficiente para mí"
Esta curiosa historia es la carta de presentación de una rica cerveza que ciertamente se define por esos tres adjetivos que aparecieron en la cabeza del comandante al ver al caballero de verde. Es de color brillante, dorado, con una espuma bastante abundante y duradera que da esa imagen clásica, el aspecto idóneo para una lager. El aroma sorprende algo, es más esperable esa neutralidad habitual de las cervezas mayoritarias, sobretodo teniendo en cuenta que la cervecera es en la actualidad propiedad de Heineken, pero sin embargo se percibe un olor intenso y fresco, a malta, dulce y con el delicado toque herbal del lúpulo.
A mí, notar matices herbales me sugestiona positivamente, así que tomé el primer trago bastante animado, y me encontré una buena cerveza, de cuerpo ligero eso sí, pero con un amargor muy medido, haciéndola de fácil beber y muy agradable para una noche tranquila. El sabor de la malta, moldeado por el gusto ligeramente herbal que inunda los carrillos, termina desembocando en un final suave y también herbal, de amargor ligero, donde el lúpulo está muy presente. Definitivamente, no es la octava maravilla, pero no tendría inconveniente en beberla más habitualmente.
Esta curiosa historia es la carta de presentación de una rica cerveza que ciertamente se define por esos tres adjetivos que aparecieron en la cabeza del comandante al ver al caballero de verde. Es de color brillante, dorado, con una espuma bastante abundante y duradera que da esa imagen clásica, el aspecto idóneo para una lager. El aroma sorprende algo, es más esperable esa neutralidad habitual de las cervezas mayoritarias, sobretodo teniendo en cuenta que la cervecera es en la actualidad propiedad de Heineken, pero sin embargo se percibe un olor intenso y fresco, a malta, dulce y con el delicado toque herbal del lúpulo.
A mí, notar matices herbales me sugestiona positivamente, así que tomé el primer trago bastante animado, y me encontré una buena cerveza, de cuerpo ligero eso sí, pero con un amargor muy medido, haciéndola de fácil beber y muy agradable para una noche tranquila. El sabor de la malta, moldeado por el gusto ligeramente herbal que inunda los carrillos, termina desembocando en un final suave y también herbal, de amargor ligero, donde el lúpulo está muy presente. Definitivamente, no es la octava maravilla, pero no tendría inconveniente en beberla más habitualmente.
9 comentarios:
Bien, como te comenté ayer (bueno, en realidad hoy) en una cerveza que solemos pedir cuando cenamos en cierta pizzería italiana (muy buena por cierto). Hace tiempo que no pasamos por ahí, ergo no la pruebo, pero a grandes rasgos coincido con tu review y conclusiones. Hum, será hora de que volvamos por ahí.
La etiqueta de Birra Moretti es en realidad una copia de la checa Březňák. El modelo fue un judío alemán que vivía en Velké Březno, una localidad al norte del pais. Ha sido identificado. Como pago por sus servicios recibió cerveza de por vida....
Acá podés ver la etiqueta de la checa, que se ha estado usando desde varios años antes que la de Birra Moretti.
Recuerdo que esta era la cerveza del italiano, hace unos años. Siempre que íbamos nos servían un par de rondas de Morettis.
Uhm, lo del parecido con la etiqueta de la checa Březňák no se me hace muy evidente.
Yo tampoco acabo de ver el parecido, la verdad.
No ven el parecido? Imagínense el italiano sin el sombrero. La posición de la mano que no tiene el vaso es muy parecida...
Pues... sinceramente veo al señor de la segunda algo más rollizo que al de la primera, fumando con la mano desocupada y bebiendo de la jarra.
Pero bueno, si dicen que realmente es el mismo modelo, puede que sea cierto. Aunque me llama mucho la atención.
Un saludo, señor filósofo.
Coincido completamente en tus apreciaciones. Una apuesta segura para acompañar cualquier plato de comida italiana, si te tira más la cerveza que el vino.
Bueno, comida italiana o no italiana, no creo que acompañe especialmente bien ningún tipo de comida en particular.
Saludos
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