martes, 25 de julio de 2023
Mahou Maestra Doble Lúpulo
martes, 15 de enero de 2013
Mahou Negra
MODELO: Mahou Negra
ESTILO: Dunkel Lager (5'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España
Viste un color negro como el café, sobre el que se posa una capa de espuma beix que no dura mucho y termina convirtiéndose en burbujas. Despide un aroma a café amargo, cacao y malta, que en el sabor se traduce en un fuerte matiz dulce bastante agrio, con notas de café, y un final lupulizado.
Es refrescante, pero tiene cierto toque metálico que poco a poco va haciendo que la cerveza pierda calidad en su sabor. No hay mucho más que se pueda decir, una cerveza sin mucha personalidad, pero pasable. Había probado variedades oscuras de algunas industriales nacionales, pero no la de Mahou, y la diferencia no es muy abismal, no pasan de ser muy normalillas.
miércoles, 2 de febrero de 2011
Alhambra Negra
MODELO: Alhambra Negra
ESTILO: Dunkel Lager (5'4% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España
Tras haberme tomado un par de ejemplares me resulta una cerveza sin grandes pretensiones, fácilmente bebible.
Alhambra Negra viene fabricada por la empresa que tiene su nombre, actualmente devorada por la vasta San Miguel-Mahou, que data de 1925 y se consolida como una de las cervezas más conocidas de la península, y más bebidas en toda la Andalucía oriental. Se recomienda beber muy fría, lo cual no es una buena señal para una cerveza de este estilo. No obstante, la he bebido de las dos maneras y no pierde excesivos matices.
Una lager oscura de color rubí apagado, con escasa espuma beix, esponjosa y de corta duración. Despide un aroma a malta tostada, con una base de chocolate levemente herbal. Su sabor, que se presenta correcto, muestra matices de malta, caramelo y café, aunque algo apagados. Se agua un poco, terminando en un final herbal curiosamente seco. El alcohol no es una baza importante, no se llega a percibir demasiado.
Supongo que esperaba algo más, aunque como he dicho, tampoco he quedado descontento con una cerveza que tengo tan a mano.
lunes, 10 de mayo de 2010
Dos de la San Miguel
Dejé a un lado las cervezas "desalcoholizadas" y de zumo de manzana, y tras beberme una San Miguel Selecta, me agencié las otras dos que me dió tiempo de probar, San Miguel 1516 y San Miguel Eco:
La San Miguel 1516, presentada como un fiel producto de la Reinheitsgebot (Ley de Pureza Alemana), es una Pale Lager de 4'2º de concentración alcohólica. Me encanta el peloteo que te hacen en la página de San Miguel, con "si valoras todo el proceso de elaboración de 1516 es que eres una persona excepcional". Sin palabras.
La cerveza es de un color ambar claro y brillante sobre el que se posa una capa de espuma blanquecina que desaparece fugazmente, dejando un caldo con cientos de burbujas. En su aroma destaca el cereal y muy sutilmente el lúpulo, que deja un toque herbal refrescante. En boca genera bastante espuma y ostenta un amargor seco que no deja ver más matices hasta el final, inundado por un toque metálico nada agradable. Una cerveza de marketing nada recomendable.
La San Miguel Eco se presenta como la primera cerveza ecológica del mercado español, elaborada con cebada y lúpulo procedentes de cultivos que siguen estrictamente las normas de la agricultura ecológica. Ya que su creación data de 2003, supongo que se referirán a que es la primera cerveza ecológica que se comercializa masivamente en España.
Tiene un color amarillo limón brillante que no presenta una carbonatación muy elevada y cuya espuma blanca no se hace abundante, pero persiste. No desprende un aroma evidente, pudiendo apreciarse levemente algún toque maltoso. Tiene un sabor excesivamente suave y falto de matices, que la hacen una cerveza aburrida.
Dos claros ejemplos de cervezas de marketing. La primera se vale de la Ley de Pureza Alemana y la segunda de la elaboración ecológica, dos estrategias para atraer más público y "cumplir" con las necesidades culturales en cuanto a cerveza, en nuestro país. Por desgracia el resultado no es para nada favorable, pues se trata de dos cervezas completamente olvidables y faltas de personalidad.
miércoles, 21 de abril de 2010
Visita a la San Miguel, en Burgos
Formábamos un grupo que completaba la docena de personas, alumnos y profesores, y fuimos recibidos por la encargada de las comunicaciones de la empresa, una mujer simpática. Nos recibió con un vídeo que ensalzaba las virtudes y el recorrido histórico de la empresa San Miguel, sus logros y la evolución de su cerveza, hecho con una producción envidiable que me recordó a las mejores películas propagandísticas de la UFA.
Tras un breve vistazo a cuatro vitrinas que contenían los cuatro ingredientes fundamentales (adivinad cuáles), pasamos a visitar la fábrica. Recorrimos las oficinas de investigación, el laboratorio y la sala de desarrollo, mientras la guía nos iba definiendo los ingredientes para elaborar cerveza, poniendo especial énfasis en las cepas propias de levadura y las maltas y lúpulo fresco con el que hacen su cerveza. La primera parada obligatoria fue en la “sala de cocción”, un lugar que olía a pueblo en plenas fiestas, donde nos habló del proceso de elaboración de la San Miguel:
“Se tritura el grano de malta y se mezcla con agua, obteniendo una sustancia denominada mosto. Los restos de la malta que no se han mezclado bien son desechados, y se denominan bagazo. Este bagazo se lleva a las granjas, y es utilizado como condimento alimenticio con el pienso de los animales. El mosto se calienta, y cuando llega a 80º, se añade el lúpulo. Cuando se lleva a ebullición la mezcla, a los 100º, se cuece y se añade la levadura, para dar paso a lo que se podría denominar cerveza. Pero todavía tiene que atravesar una serie de controles para poder ser embotellada. El agua es un 99,9% reutilizada (e hizo alusión a ese 0,1%, que tienen como una espinita clavada), y hacen lo posible por adecuarse a las demandas ecológicas del mercado, de modo que al parecer, contaminan muy poco”.
Después nos mostraron los tubos filtradores y las desalcoholizadoras, explicándonos que debido a la demanda de cerveza sin alcohol tenían que haber añadido un nuevo depósito el doble de grande. Nos comentó que la 0,0 manzana se hacía con zumo de manzana, añadiéndolo directamente a la cerveza en el tanque.
Tras la visita a las descervecizadoras, pasamos a la zona de envasamiento, ya que las bodegas eran inaccesibles en ese momento (un pequeño inconveniente), y me sorprendí con el tamaño, la velocidad y la cantidad de cerveza que salía de esas máquinas. Miles de litros por minuto, a toda velocidad iban atravesando cintas transportadoras, envasados en latas y botellas. Para visitar esta zona nos tuvimos que poner gafas, lo que me extrañó, pues tan solo un par de operarios las usaban ahí dentro, mientras que el resto estaba expuesto a las innumerables invasiones malignas que sus ojos podrían recibir.
Los barriles, de 10, 20 y 50 Litros, eran desinfectados y llenados a toda velocidad, para finlmente amontonarlos en cajas. El recorrido de las latas era más fascinante, comenzando con el recipiente vacío y sin tapa, atravesando rigurosos controles de calidad, siendo limpiados, llenados, tapados y de nuevo revisados, para finalmente ser separados en packs de seis, embalados y amontonados. Las latas que no pasaban el control eran desechadas, con cerveza y todo.
Las botellas experimentaban un recorrido similar, aunque estaban separadas en dos grandes estancias. En la primera usaban botellas no recicladas, para venta directa al consumidor. En ese momento se veía cómo llenaban botellas de San Miguel Selecta, y cómo unas graciosas máquinas las empacaban en cajas de doce cervezas. Hasta 40.000 cervezas a la hora.
La otra sala utilizaba botellas recicladas, y podía procesar hasta 80.000 cervezas a la hora. Haciendo cuentas te llevas las manos a la cabeza. En esta estancia se procesaba cerveza Mahou, y la guía incidió en la idea de que era cerveza distinta que la San Miguel, que no provenían de los mismos tanques. Lógico.
Terminando la visita, nos llevó ante una sala en la que se hallaba una excavación de lo más pintoresco, de la que no revelaré nada por si el lector va de visita a esta fábrica, ya que es una sorpresa. Finalmente, el tan ansiado tentempié nos esperaba sobre dos mesas en la cafetería de la fábrica: patatas, frutos secos, pinchos de tortilla (una merendola en toda regla), dos enormes champaneras llenas de diversos estilos San Miguel (aunque la mayoría eran 0,0 manzana y 0,0 a secas), y un pack de seis San Miguel Selecta (lo más atractivo de esa selección). Me agencié una de estas, una 1516 y una San Miguel Eco, por curiosidad (apunté algunas cosas, en su momento hablaré de estas cervezas).
Como ”broche de oro” la guía nos instó a probar un maridaje: Mahou Negra con chocolates. La idea era buena, de no ser porque era rematadamente absurdo maridar una cerveza tan insípida y metálica como la Mahou Negra con unos chocolates puros 90% que nos ofrecían. La guía insistía en que experimentásemos la unión de sabores, pero con esa cerveza no había manera.
Para finalizar, le pregunté si San Miguel tenía a la vista algún proyecto de sacar al mercado una cerveza de trigo (debido a las “últimas tendencias” de otras cerveceras españolas, como las cervezas de trigo de Damm o Ambar), pero me dijo que de momento no era factible, que estaban en proceso de sacar algo con sabor a fresas. Me llevé las manos a la cabeza.
La visita es muy recomendable. Es una fábrica enorme, está muy bien preparada para las visitas y en definitiva, se trata de una de las cerveceras más importantes de España, si no la que más.
jueves, 4 de marzo de 2010
San Miguel Selecta XV
MODELO: San Miguel Selecta XV
ESTILO: Strong Lager (6'2% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España
La cerveza en sí ostenta un color entre dorado oscuro y cobrizo, con espuma blanca y cremosa que no dura mucho pero que no llega a disiparse del todo. Despide un agradable aroma maltoso, floral, con toques de caramelo y levadura, que en el trago se torna dulce con un final amargo no muy seco. Deja en la boca el recuerdo del lúpulo, pero poco a poco sus características se van disipando, apareciendo un deje metálico que le hace perder calidad y buen sabor.
No es ninguna maravilla, es una cerveza que en seguida se torna aburrida. Aunque he de reconocer que tras leer las opiniones esperaba algo muchísimo peor.
lunes, 8 de febrero de 2010
Mahou 5 Estrellas
MODELO: Mahou 5 Estrellas
ESTILO: Pale Lager (5'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España
Pero a lo que vamos. Mahou 5 Estrellas es otra de las eurolager que copan el mercado español, de fabricación industrial y grandísima distribución. Otro de los ejemplos, como decíamos en el post de San Miguel, que suele representar a la típica caña, tubo, corto o botellín español.
De color amarillo con espuma blanca, burbujeante y duradera, aunque de un sabor metálico y húmedo no muy agradable. Aroma y sabor muy típicos, ese regusto industrial característico de este tipo de cervezas, con presencia de malta y lúpulo. Aceptable para caña y tapa, o para pasar una tarde de colegueo.
sábado, 31 de mayo de 2008
San Miguel Especial
MODELO: San Miguel Especial
ESTILO: Pale Lager (5'4% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: España
CARACTERÍSTICAS:
Sus orígenes se remontan a un pequeño convento de agustinos recoletos situado en las islas Filipinas, donde sobre en 1885 unos frailes decidieron fabricar cerveza como remedio a la debilidad que padecían como consecuencia de la climatología tan calurosa de la zona.
En 1890 se funda en Madrid "Hijos de Casimiro Mahou", dedicada a la fabricación de cerveza y hielo. En el barrio de San Miguel en Manila se crea la primera fábrica de cerveza San Miguel.
Ya en 1953 los accionistas de La Segarra firman el "Acuerdo de Manila" con el presidente de San Miguel Corporation Filipinas, Andrés Soriano. Nace así una nueva cervecera española, denominada La Segarra S.A. independiente de la matriz filipina. En 1957 "La Segarra" cambia su denominación a "San Miguel, Fábricas de Cerveza y Malta, S.A." y sale la primera botella de San Miguel Especial de la fábrica de Lleida. "Hijos de Casimiro Mahou" se transforma en "Mahou, S.A." En 2000 Mahou compra al Grupo Danone el 70% de San Miguel, del que ya poseía el 30% restante, constituyendo un grupo cervecero genuinamente español.
La San Miguel Especial es de lo más típico que te pueden poner a la hora de pedir "una cerveza" en un bar español. En mi opinión, no tiene características que le hagan destacar sobre las demás cervezas "de barra". Ligeramente refrescante, con unos ciertos resquicios de sabor maltoso, que tampoco hace destacar su sabor. Es una cerveza para cuando se sale a "tomar un algo", donde la conversación va a ser tan interesante que va a dar igual qué beber, mientras sea cerveza. Además su precio es accesible, y como he dicho, aparecerá en cualquier bar de España, compitiendo con las básicas de 33cl de Mahou o Cruzcampo, y dependiendo de la localización geográfica, Ambar por Aragón, Estrella Galicia en Galicia, etcétera.
NOTA:
Actualizado por Embracing Darkness:
CARACTERÍSTICAS: Aprovechando la actual promoción de San Miguel en la que con cada pack te regalan dos botellines metálicos de 25cl de diseño limitado (nada espectacular, por cierto, solo nombres de ciudades en diferentes colores y fuentes alrededor del logotipo), me he decidido a hacer yo también esta reseña que Sir Asf completó hace ya tiempo de la famosa marca española.
Comparto plenamente su opinión respecto a esta cerveza, no destaca en absoluto sobre las demás eurolagers: color dorado intenso, muy transparente, coronado por una espuma blanca de duración bastante adecuada, y que emite un olor básico, suave pero con presencia, a malta, nada espectacular, que recuerda algo al maiz. Quizá lo único que llama la atención es la activísima carbonatación, gracias a la cual en ningún momento dejan de subir gran cantidad de burbujas a la superficie.
El trago, también en la misma línea, con cuerpo ligero y sabor a malta, maíz, no acaba de gustarme demasiado, suele costarme terminarla, probablemente debido a la existencia de matices, sobretodo al final y en el fugaz regusto, que no me convencen. Su amargor es áspero, poco cuidado, llegando a percibirse una leve presencia metálica, similar a la que se apreciaba en San Miguel Selecta XV pero muy atenuada. Tampoco es que me parezca una cerveza horrible, pero me temo que no estará entre mis predilectas, ni mucho menos.
NOTA: