MODELO: Warszawiak Mocny
ESTILO: Strong Lager (7'8% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Polonia
CARACTERÍSTICAS: La cervecera polaca Konstancin se enorgullece de estar elaborando las 8 cervezas distintas que produce con materia prima totalmente natural, incluyendo el agua de su propio spa, mediante métodos tradicionales y sin acelerar los procesos, llegando estas a madurar hasta 60 días. La fábrica existe desde 1992, emplazada en Mazovia, región del centro de Polonia donde se encuentra la importante ciudad de Varsovia, y a pesar de haber cambiado de dueños varias veces en este corto periodo de tiempo sigue siendo totalmente independiente de gigantes extranjeros y conserva su capital 100% polaco, lo cual casi siempre me parece positivo.
Esta fue la otra cerveza que me trajo Paloma de su viaje al Este de Europa, cosa que le vuelvo a agradecer. Reconozco que era la primera vez que tenía noticia de la existencia de esta cerveza, y además no tenía ni idea de qué significaba Mocny, así que aproveché para probarla sin tener ningún dato sobre lo que iba a beber. Es de color dorado cristalino, con dos dedos de espuma blanca de aspecto un tanto artificial, con tan apenas alguna burbuja recorriendo el vaso. Su perfume es moderado, maltoso, con aromas de pan y cereales, suaves notas de mantequilla y levadura, mínimas de limón y miel, y en algún momento concreto el fondo me recordó a manzanas asadas. Pese a todos estos matices, la verdad es que era bastante plano, variado pero todo parecía tirar en el mismo sentido.
El sabor es bastante parecido, y para mi gusto igual de aburrido. Lo preside la malta, de dulzor muy limitado, con notas de cereales, pan, algo aguada, con un deje de limón hacia el final que conduce a un regusto hueco con un cierto amargor final, el punto de acidez del limón en un plano secundario y suavísima miel. Curiosamente de sus 6'4º de alcohol no hay ni rastro hasta que la cerveza está bastante caliente, y quizá aparece entonces una mínima presencia de especia picante al final del trago. Muchas carencias le noto yo a esta cerveza, más aún si tenemos en cuenta que se llevó un premio regional en el 2004.
Esta fue la otra cerveza que me trajo Paloma de su viaje al Este de Europa, cosa que le vuelvo a agradecer. Reconozco que era la primera vez que tenía noticia de la existencia de esta cerveza, y además no tenía ni idea de qué significaba Mocny, así que aproveché para probarla sin tener ningún dato sobre lo que iba a beber. Es de color dorado cristalino, con dos dedos de espuma blanca de aspecto un tanto artificial, con tan apenas alguna burbuja recorriendo el vaso. Su perfume es moderado, maltoso, con aromas de pan y cereales, suaves notas de mantequilla y levadura, mínimas de limón y miel, y en algún momento concreto el fondo me recordó a manzanas asadas. Pese a todos estos matices, la verdad es que era bastante plano, variado pero todo parecía tirar en el mismo sentido.
El sabor es bastante parecido, y para mi gusto igual de aburrido. Lo preside la malta, de dulzor muy limitado, con notas de cereales, pan, algo aguada, con un deje de limón hacia el final que conduce a un regusto hueco con un cierto amargor final, el punto de acidez del limón en un plano secundario y suavísima miel. Curiosamente de sus 6'4º de alcohol no hay ni rastro hasta que la cerveza está bastante caliente, y quizá aparece entonces una mínima presencia de especia picante al final del trago. Muchas carencias le noto yo a esta cerveza, más aún si tenemos en cuenta que se llevó un premio regional en el 2004.