Volviendo a este genial meme cervecil iniciado por el Filósofo Cervecero, desde Hipos Urinatum vamos a seguir participando en él. Esta vez ha sido el turno de Chela para proponer una pregunta, y ha recurrido a un filosófico dilema que seguro que más de uno se ha planteado alguna vez:
Son cosas distintas, prácticamente el dilema se centra en "el tomar la cerveza sólo o acompañado", ya que ambas cosas son posibles en una cervecería o en tu hogar.
La cerveza es el comienzo, es el elemento, es la razón por la que estamos ahora reunidos ante un juego. Es una bebida mágica, refrescante y deliciosa con una tradición y variedad enorme. Por suerte, actualmente es un elemento habitual y fácilmente adquirible, encontrando marcas tradicionales y propias según la zona geográfica en comercios de primera mano, y también algunas importadas de otros lugares, en ocasiones remotos, en tiendas especializadas.
Por otro lado, la cervecería, un lugar de reunión, un ambiente distinto al de otros establecimientos de tertulia. En la cervecería venden cerveza, obviamente, pero además recibes algo que en ningún otro lugar puedes encontrar, que en ocasiones no lo notas hasta que estás fuera del recinto, probablemente al volver a tomar cerveza en tu casa. Es la sensación indescriptible de estar en un lugar que vive de la cerveza, en el que quienes trabajan saben lo que sirven y cómo servirlo.
Hay cervezas que requieren una atención extra, que tienen propiedades muy finas y selectas. Normalmente, tomar una cerveza en una cervecería implica estar con amigos, charlando, jugando a algo, dejando a la bebida (sin quererlo realmente) en un segundo plano.
Personalmente dividiría las cervecerías en dos tipos de establecimientos: por un lado lugares especializados, cervecerías propiamente dichas; y por otro, bares, cafeterías, locales de bebida y comida.
En el segundo tipo la cerveza suele ser estándar, sin propiedades muy llamativas, pero con todo el sabor de una buena cerveza. Durante la estancia sólo adquieren protagonismo cuando pides otra ronda o entras a compararlas con otras cervezas más selectas.
Sin embargo, en el primer tipo de establecimiento, la cerveza cobra importancia. La variedad de zumo de maltas es más amplia, y la conversación suele desembocar en lo rica/mala que está la cerveza, que bastantes veces suele ser nueva para tu paladar. No obstante, sigue estando en un segundo plano.
La cerveza que se toma en casa tiene un 100% de atención por tu parte (porcentaje que experimentará una disminución inversamente proporcional al número de actividades que realiza tu mente a la par). Apreciar las tonalidades en el sabor, la intensidad de los amargos y los tintes de los dulces, es más sencillo, es una parte importante de beber esa cerveza. Además te encuentras en un lugar conocido, en el que cualquier contratiempo puede ser solucionado y olvidado, algo que seguramente no pasaría en una cervecería.
Pero al terminar la cerveza y decir "qué buena estaba, maldita sea", te lo guardas para tí mismo. Es algo que no me parece del todo mal, ya que se trata de conocer cada vez más un tipo de cerveza, la cuál puedes descubrir más adelante a tus amistades en una cervecería.
Tema a parte es el del dinero, aunque no teniendo dificultades económicas muy serias, puedes permitirte de vez en cuando una señora cerveza en una cervecería, con lo que a fin de cuentas es una variable no muy importante. Las cervezas que bebes en casa son más baratas... te las vas a servir tú en tu vaso, y te vas a sentar en tu sofá.
Finalizando el tema, diré que son dos opciones del todo interesantes y geniales. Con cada una se aprende algo más acerca de las cervezas, y se experimentan diferentes sensaciones. Y como ya he comentado, son perfectamente compatibles, por lo cuál no dudaré en responder que ambas soluciones son igualmente válidas, cada una a su manera.
Espero haberme expresado con bastante claridad en estos párrafos algo filosóficos, y desde aquí, repito, apoyamos esta iniciativa de "La Ronda", y seguiremos participando en ella mientras podamos (y se nos deje, jeje).
¿Está la cerveza hecha para disfrutar en la intimidad de nuestros hogares tomando el protagonismo absoluto o más bien es una bebida social que se engrandece cuando se toma al calor del bar acompañada de tu gente favorita? En otras palabras, ¿para vosotros que es primero la cerveza o la cervecería?En otras palabras ¿qué destacaríais más vosotros como cerveceros la cerveza o la cervecería?He de admitir que es una pregunta de difícil respuesta, por mi parte no puedo mostrarme fiel a una u otra opción, por múltiples razones:
Son cosas distintas, prácticamente el dilema se centra en "el tomar la cerveza sólo o acompañado", ya que ambas cosas son posibles en una cervecería o en tu hogar.
La cerveza es el comienzo, es el elemento, es la razón por la que estamos ahora reunidos ante un juego. Es una bebida mágica, refrescante y deliciosa con una tradición y variedad enorme. Por suerte, actualmente es un elemento habitual y fácilmente adquirible, encontrando marcas tradicionales y propias según la zona geográfica en comercios de primera mano, y también algunas importadas de otros lugares, en ocasiones remotos, en tiendas especializadas.
Por otro lado, la cervecería, un lugar de reunión, un ambiente distinto al de otros establecimientos de tertulia. En la cervecería venden cerveza, obviamente, pero además recibes algo que en ningún otro lugar puedes encontrar, que en ocasiones no lo notas hasta que estás fuera del recinto, probablemente al volver a tomar cerveza en tu casa. Es la sensación indescriptible de estar en un lugar que vive de la cerveza, en el que quienes trabajan saben lo que sirven y cómo servirlo.
Hay cervezas que requieren una atención extra, que tienen propiedades muy finas y selectas. Normalmente, tomar una cerveza en una cervecería implica estar con amigos, charlando, jugando a algo, dejando a la bebida (sin quererlo realmente) en un segundo plano.
Personalmente dividiría las cervecerías en dos tipos de establecimientos: por un lado lugares especializados, cervecerías propiamente dichas; y por otro, bares, cafeterías, locales de bebida y comida.
En el segundo tipo la cerveza suele ser estándar, sin propiedades muy llamativas, pero con todo el sabor de una buena cerveza. Durante la estancia sólo adquieren protagonismo cuando pides otra ronda o entras a compararlas con otras cervezas más selectas.
Sin embargo, en el primer tipo de establecimiento, la cerveza cobra importancia. La variedad de zumo de maltas es más amplia, y la conversación suele desembocar en lo rica/mala que está la cerveza, que bastantes veces suele ser nueva para tu paladar. No obstante, sigue estando en un segundo plano.
La cerveza que se toma en casa tiene un 100% de atención por tu parte (porcentaje que experimentará una disminución inversamente proporcional al número de actividades que realiza tu mente a la par). Apreciar las tonalidades en el sabor, la intensidad de los amargos y los tintes de los dulces, es más sencillo, es una parte importante de beber esa cerveza. Además te encuentras en un lugar conocido, en el que cualquier contratiempo puede ser solucionado y olvidado, algo que seguramente no pasaría en una cervecería.
Pero al terminar la cerveza y decir "qué buena estaba, maldita sea", te lo guardas para tí mismo. Es algo que no me parece del todo mal, ya que se trata de conocer cada vez más un tipo de cerveza, la cuál puedes descubrir más adelante a tus amistades en una cervecería.
Tema a parte es el del dinero, aunque no teniendo dificultades económicas muy serias, puedes permitirte de vez en cuando una señora cerveza en una cervecería, con lo que a fin de cuentas es una variable no muy importante. Las cervezas que bebes en casa son más baratas... te las vas a servir tú en tu vaso, y te vas a sentar en tu sofá.
Finalizando el tema, diré que son dos opciones del todo interesantes y geniales. Con cada una se aprende algo más acerca de las cervezas, y se experimentan diferentes sensaciones. Y como ya he comentado, son perfectamente compatibles, por lo cuál no dudaré en responder que ambas soluciones son igualmente válidas, cada una a su manera.
Espero haberme expresado con bastante claridad en estos párrafos algo filosóficos, y desde aquí, repito, apoyamos esta iniciativa de "La Ronda", y seguiremos participando en ella mientras podamos (y se nos deje, jeje).
2 comentarios:
Jum, no hay un solo punto del escrito en el que me pueda permitir poner o quitar una sola coma. Gran desarrollo ^^
Muy bien expresado, espero que os guste mi aportacion a la ronda.
Saludos cerveceros.
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