MODELO: Sandels IV A
ESTILO: Pale Lager (5'3% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Finlandia
CARACTERÍSTICAS: De la cervecera Olvi Oyj, establecida en Iisalmi, Finlandia, y única fundada en el siglo XIX que sigue manteniendo capital nacional, me trajo Berta el modelo que sus compañeros de Erasmus más apreciaban, Sandels. Porta el nombre del Coronel Johan August Sandels, oficial que en la Guerra Finlandesa, que enfrentaba a Rusia y Suecia, llevó a las tropas suecas a la victoria en la Batalla del Puente de Virta, hecho que definió el rumbo político de Finlandia.
"Vahva ja pehmeä olut" reza su etiqueta, lo cual se podría traducir por "Cerveza suave y robusta", eslogan que no sé yo si define demasiado bien a esta cerveza. Es de color dorado brillante, con muchas burbujas muy repartidas por el líquido, lo cual da una suave sensación de efervescencia, y pese a ello una espuma bastante escasa. El aroma es fresco, dominado por malta y limón, típico de eurolager a más no poder. Se aprecia además un suave fondo de miel, y el lúpulo floral se evidencia con facilidad. Nada que destaque, ni para bien ni para mal.
Encuentro la suavidad prometida pero por mucho que busque no hay ni rastro de robustez en el sabor. Es plano, algo aguado, con notas de malta dulce bastante diluida que se entremezcla con suaves recuerdos cítricos, y aún más leves matices florales y de miel. Destaca ligeramente el amargor, que se intensifica hacia el final y se alía con un deje metálico, para terminar de forma parcialmente seca, con un regusto de metal, cítrico y miel. Bastante mejorable tanto en intensidad de los sabores como en equilibrio (el amargor y el metal son algo molestos), pero al menos refresca.
"Vahva ja pehmeä olut" reza su etiqueta, lo cual se podría traducir por "Cerveza suave y robusta", eslogan que no sé yo si define demasiado bien a esta cerveza. Es de color dorado brillante, con muchas burbujas muy repartidas por el líquido, lo cual da una suave sensación de efervescencia, y pese a ello una espuma bastante escasa. El aroma es fresco, dominado por malta y limón, típico de eurolager a más no poder. Se aprecia además un suave fondo de miel, y el lúpulo floral se evidencia con facilidad. Nada que destaque, ni para bien ni para mal.
Encuentro la suavidad prometida pero por mucho que busque no hay ni rastro de robustez en el sabor. Es plano, algo aguado, con notas de malta dulce bastante diluida que se entremezcla con suaves recuerdos cítricos, y aún más leves matices florales y de miel. Destaca ligeramente el amargor, que se intensifica hacia el final y se alía con un deje metálico, para terminar de forma parcialmente seca, con un regusto de metal, cítrico y miel. Bastante mejorable tanto en intensidad de los sabores como en equilibrio (el amargor y el metal son algo molestos), pero al menos refresca.
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