MODELO: Paulaner Oktoberfest Bier
ESTILO: Märzen de Oktoberfest (6% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Alemania
CARACTERÍSTICAS: Si bien es cierto que dentro de las 6 marcas clásicas de Munich, Paulaner está entre las que se considera que han perdido su esencia tras la inferencia de las grandes multinacionales, junto con Franziskaner y Spaten, yo siempre he considerado que conserva su calidad, al menos gran parte de ella. Su cerveza básica, la Hefe-Weißbier, (me ha hecho gracia, por cierto, leer la reseña que hicimos el día de mi cumpleaños, pero hace ya 5 años) es en mi opinión una de las mejores que se pueden conseguir en los supermercados de la Península, y los demás productos de esta fábrica que he probado me han parecido de un nivel que muchas marcas quisieran siquiera rozar.
Su edición de Oktoberfest, la protagonista del post de hoy, la probé por primera vez hace un par de años con Alberto, cuando nos reunimos para abrir el pack consistente en una lata de un litro de esta cerveza junto con una bonita maß que amablemente nos regalaron los responsables de la marca. En esa ocasión la disfrutamos mucho, y al encontrarla este año en las estanterías de La Vinoteca me apeteció repetir la experiencia y me la llevé a casa. En jarra de cristal viste un color dorado intenso, con toques amarillo pajizo en periferia, techado por una crema blanca, no especialmente abundante. Sin ser apabullante, su aroma es robusto, bien cargado de malta dulce y masa de pan, acompañado por frutas maduras como manzana asada o pera. Quedan de fondo caramelo, miel y suaves recuerdos de plátano, salpicados de flores y mínimo limón.
Mantiene el mismo esquema en boca, dominado por un núcleo de malta, cereal, masa de pan y suave toffee, envuelto en frutas maduras y miel, con toques cítricos y levadurosos totalmente secundarios. La textura es densa y cremosa, aunque el paso por boca es fugaz, permitiendo engullir grandes cantidades sin esfuerzo. Termina en un final largo, de amargor claro pero controlado, donde notas florales y suaves notas cítricas del lúpulo noble se mueven con libertad entre matices más dulces para acabar de redondear el trago, dejando un suave picante en la garganta con el regusto. La única pega que le he encontrado es que la carbonatación me resultó al inicio un poco molesta, por lo demás me ha parecido una Märzen sólida y disfrutable, como para repetir una tercera vez... o las que hagan falta.
NOTA:
No hay comentarios:
Publicar un comentario