martes, 21 de febrero de 2017

Goutte d'Or 3 TER


MARCA: Goutte d'Or
MODELO: Goutte d'Or 3 TER
ESTILO: Tripel con café (8'5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Francia

CARACTERÍSTICAS: La Goutte d'Or es una zona de París situada al este del hermoso Montmartre y además, desde el año 2012, es también el nombre de una de las primeras microcerveceras de la capital francesa, establecida evidentemente en este barrio. Su fundador, Thierry Roche, tuvo que abrirse paso en una ciudad inundada de productos de grandes cerveceras, y la prueba de su éxito es que ahora mismo es fácil ver cualquiera de sus más de 15 elaboraciones en las estanterías de los comercios parisinos. La cerveza que voy a comentar hoy fue una recomendación de la Cave à Bulles, y dentro del catálogo de la fábrica posiblemente sea la que me resulta más interesante, una Tripel elaborada con café, cuyo nombre hace referencia a la dirección de la cafetera con la que han colaborado para llevarla a cabo: Café Lomi.

Es de un color pardo anaranjado, muy brillante y poco turbia, con una carbonatación potente que da paso a una espuma generosa, aunque esta desaparece con rapidez. Es una cerveza muy aromática, con una contundente base de malta dulce, miel y frutas maduras, a la que en seguida se suma el lúpulo y aporta intensas notas de mango y maracuyá, algo más suaves cítricos y piña, con un deje picante. Lo que descoloca por completo es cuando irrumpe el café, con su perfume torrefacto e incluso ligeramente ahumado, y que no obstante encaja con el resto de aromas mucho mejor de lo que cabría esperar, no resulta nada estridente.

A estas alturas uno se queda un poco desconcertado, pero la verdad es que la mezcla funciona francamente bien en nariz, y en boca incluso mejor. La entrada está dominada por malta dulce, suave miel, y frutas maduras como melocotón o albaricoque. El lúpulo provoca la transformación hacia un perfil más cítrico, más tropical, mientras genera un amargor cuya sequedad se funde con el sabor del café, que se cuela poco a poco en el sabor. El final es una mezcla de todos estos matices: café, frutas tropicales, cítricos, suave pino y humo, y mucha especia picante, para derivar en un regusto largo con un agradable calor alcohólico. Tanto por originalidad como por destreza en la elaboración es una cerveza para quitarse el sombrero. Si a alguien le apetece experimentar y a la vez disfrutar (que inquietante queda esta frase, da ganas de decírsela a un niño llevando gabardina y gafas de sol) y casualmente está por París, esta es una opción difícil de mejorar.

NOTA:

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