MODELO: Morland Old Speckled Hen
ESTILO: Pale Ale (5% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Inglaterra
CARACTERÍSTICAS: La cervecera Morland & Co fue fundada en 1711 en West Ilsley, en Oxfordshire, por John Morland, aunque en el siglo XIX las instalaciones se trasladaron a Abingdon. Durante su larga existencia la empresa ha absorbido varias fábricas locales, expandiendo largamente su influencia, hasta que en el año 2000 fue comprada por la macrocervecera británica Greene King. Dentro de su catálogo esta cerveza que comento hoy es la referencia más popular. Se elaboró por primera vez en 1979 para celebrar el 50º Aniversario de la apertura de la fábrica de coches de MG en Abingdon, y su nombre hace referencia a un antiguo coche que se utilizaba para circular por la misma al que llamaban Owld Speckl'd Un.
A pesar de lo mucho que me gustan las cervezas clásicas hasta la fecha no había podido probar esta Pale Ale casi legendaria, aunque sí su versión dorada. Esta luce un color marrón rojizo brillante y es cristalina, se podría leer un libro a través del vaso. Genera poca espuma al servirla, apenas un dedo, pero esta es muy resistente, de color beige y con burbuja muy heterogénea. En nariz no se sale un ápice de lo esperable y se presenta con un aroma de dulzor medio dominado por malta tostada y caramelo, acompañadas de nueces, más suave toffee y de fondo frutos rojos y naranja. El lúpulo juega un papel muy típico, y aporta un discreto carácter herbal, mineral y quizá con algún deje terroso. Sospecho que más o menos así huele el champú de Elizabeth II.
En boca más de lo mismo: bloque de dulce malta tostada, caramelo, frutos secos y leve azúcar moreno, con notas de mantequilla bien integradas, quedando en un segundo plano suaves recuerdos de frutos rojos. A pesar de que es una Pale Ale con cuerpo el trago es largo y amable. Final de amargor seco, sobrio, con lúpulo herbal y terroso, marcadas notas minerales que hacen imposible confundir el origen de la cerveza, y un agradable punto cítrico. Cierra con un regusto largo, mineral, herbal, con sutiles recuerdos de cáscara de naranja y notas de caramelo de fondo. Muy rica y sin ninguna sorpresa, lo que a priori no tiene por qué ser algo malo. Posiblemente no sea la mejor opción para los locos de las innovaciones cerveciles y los sabores extremos, pero si lo que quieres es medio litro (o más) de buena cerveza británica para pasar una tarde tranquila en casa o como lubricante para una conversación interesante, ataca sin miedo.
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