MODELO: Floreffe Dubbel
ESTILO: Dubbel (6'3% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Bélgica
CARACTERÍSTICAS: Última adquisición en La Maison Belge, esta vez en forma de sendas trillizas de abadía: rubia, doble y triple de Floreffe. A ciegas, me hice con la Floreffe Dubbel para comenzar su disfrute, aprovechando un momento de relax y película que me brindó esta semana pasada.
La Abadía de Floreffe fue fundada en 1121 por Norbert del Gennep (fundador de la orden de la 'Prémontrés' o 'Norbertines') a las órdenes de los Condes de Namur. La abadía llega a la cima de su prosperidad en el inicio de la Revolución Francesa, pero en 1794, después de la victoria en Fleurus, algunos de los monjes huyeron a Alemania. Después de la muerte de los monjes restantes en 1850, la abadía se convirtió en un seminario y posteriormente en una escuela llamada Colegio de la Abadía de Floreffe. En 1960, el director de la escuela comenzó la restauración de la fábrica de cerveza y la producción de cerveza con el fin de obtener ingresos para financiar la conservación y mantenimiento de los edificios.
En 1983, la fábrica de cerveza Lefebvre se hizo cargo de la producción.
La cerveza es de un color marrón oscuro muy opaco, casi negro, con una capa de espuma beix blanquecina, esponjosa, no muy abundante pero de larga duración. En seguida se puede apreciar un intenso aroma a chocolate, malta, café y notas de lúpulo. Su sabor entra de manera contundente, con regusto de chocolate y final lupulizado, seco y muy agradable. También se aprecian matices de malta y toques afrutados. El alcohol acompaña en su justa medida, destacando de vez en cuando. En conjunto recuerda a uno de esos bombones de licor.
La Abadía de Floreffe fue fundada en 1121 por Norbert del Gennep (fundador de la orden de la 'Prémontrés' o 'Norbertines') a las órdenes de los Condes de Namur. La abadía llega a la cima de su prosperidad en el inicio de la Revolución Francesa, pero en 1794, después de la victoria en Fleurus, algunos de los monjes huyeron a Alemania. Después de la muerte de los monjes restantes en 1850, la abadía se convirtió en un seminario y posteriormente en una escuela llamada Colegio de la Abadía de Floreffe. En 1960, el director de la escuela comenzó la restauración de la fábrica de cerveza y la producción de cerveza con el fin de obtener ingresos para financiar la conservación y mantenimiento de los edificios.
En 1983, la fábrica de cerveza Lefebvre se hizo cargo de la producción.
La cerveza es de un color marrón oscuro muy opaco, casi negro, con una capa de espuma beix blanquecina, esponjosa, no muy abundante pero de larga duración. En seguida se puede apreciar un intenso aroma a chocolate, malta, café y notas de lúpulo. Su sabor entra de manera contundente, con regusto de chocolate y final lupulizado, seco y muy agradable. También se aprecian matices de malta y toques afrutados. El alcohol acompaña en su justa medida, destacando de vez en cuando. En conjunto recuerda a uno de esos bombones de licor.
NOTA:
1 comentario:
Yo la encontre un poco suave ,para ser tostada ,pero esta bastante buena ,eso si ,la probe hace tiempo
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