MODELO: Echigo Stout
ESTILO: Export Stout (7% ABV)
PAÍS DE ORIGEN: Japón
CARACTERÍSTICAS: Una de las primeras microcerveceras que aparecieron en Japón tras la abolición en 1994 de las estrictas leyes concernientes a la producción de alcohol, que dificultaban la obtención de licencias a aquellas fábricas que producían menos de 2.000.000 litros al año, fue Echigo Beer Co. Esta fábrica se fundó en Diciembre de 1994 en Niigata, la ciudad más grande de la costa del Mar de Japón y en cuya prefectura se cultiva el arroz Koshihikari, uno de los más apreciados de este país y que dió nombre a la primera cerveza de Echigo que salió al mercado, concretamente en 1995. No tengo la más remota idea de de dónde pudo sacarla mi compañero bloguil, aunque sospecho que de algún lugar recóndito de Usera, pero el caso es que cuando él y Vicky se presentaron de improvisto en Pamplona con esta botella en la mano fue una agradabilísima sorpresa.
Resbala por la copa lentamente, como el aceite, exhibiendo un color negro impenetrable con mínimos destellos cobrizos en periferia. Acaba formando una espuma marrón algo amarillenta, muy abundante y compacta, que a pesar de disminuir con la exposición al aire deja siempre un buen remanente. Tan oscura como para la vista resulta para el olfato, con un contundente núcleo de café y cacao, infiltrado por moras, ciruelas, pasas y sirope de caramelo, sin dejar un solo resquicio libre. Aromas más secundarios se disponen en periferia, se pueden detectar suaves recuerdos de aceitunas, regaliz negro, azúcar quemado, rodeados por un agradable frescor herbal. Es un perfume intenso, profundo, predominantemente dulce aunque con los tostados listos para atacar en cualquier momento.
Exactamente eso es lo que hacen en cuanto damos el primer sorbo. El café negro y el cacao son aquí invencibles, dan una aspereza y una sequedad potentes ya desde el principio, aunque los primeros instantes están moduladas por un suave dulzor de frutas del bosque, ciruelas y pasas, con un toque de chocolate con leche. Entra en seguida regaliz negro, que apoya la furia del cacao y el café aunque con más moderación, y de forma progresiva se empiezan a introducir en el sabor leves notas de humo, carbón, caramelo quemado y anís, que terminan de neutralizar el escaso dulzor restante. Termina con un amargor marcado, cargado de torrefacto, regaliz negro, delicado lúpulo herbal, una chispa de alcohol y mínimo azúcar quemado. Una Stout muy interesante, quizá algo dura para aquellos que no les apasionan los tostados, pero en mi opinión no se le pueden achacar fallos, puesto que tiene de sobras tanto cuerpo como sabor. Muchísimas gracias, Roberto y Victoria.
NOTA:
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